En el otoño de 1956, el fotógrafo profesional Robert Kincaid se encuentra en el condado de Madison, Iowa, para filmar una historia sobre los famosos puentes cubiertos de Madison. Allí conoce a Francesca Johnson, una mujer que está casada y tiene dos hijos, pero que está sola en casa cuatro días a la semana.
Este es el breve, pero intenso período de tiempo en el que su pasión estalla y se consume. Cuatro días que les deben durar toda la vida y que deben redimirlos, dándoles la posibilidad de recuperar la capacidad de amar, de elegir, de sentir, de ayudarse, cosas que especialmente Francesca parecía haber perdido.
Cuenta con Clint Eastwood y Kathleen Kennedy como productores, Lennie Niehaus a cargo de la partitura musical y Jack N. Green como director de cinematografía.
Una historia que suele sonar muy familiar

Los puentes de Madison es una cinta que ha quedado grabada en la memoria de millones, una historia cuyo trasfondo puede ser percibida como una característica común a la que todos reconocemos de inmediato, la renuencia a ser quienes somos, el sacrificio por mantener el equilibrio, la zona de confort, sepultando la esperanza de una mejor vida, una vida al menos más cercana a lo que anhelamos en verdad.
Las mejores frases de Los puentes de Madison
A continuación te dejamos las mejores frases de Los puentes de Madison.
1. «Francesca, ¿crees que lo que nos pasó le pasa a cualquiera, lo que sentimos por el otro? Ahora puede decirse que no somos dos, sino una persona.» -Robert.
2. «Las cosas cambian. Siempre lo hacen, es una de las cosas de la naturaleza. La mayoría de las personas le tiene miedo al cambio, pero si lo ves como algo con lo que siempre puedes contar, se vuelve reconfortante.» -Robert.
3. «Las cosas complejas son fáciles de hacer. La simplicidad es el verdadero desafío« -Francesca.
4. «Me parece sensato que todo lo que he hecho en mi vida me conduzca aquí contigo.» -Robert.
