Eutanasia | ¿Es asesinato la terminación de signos vitales por voluntad del enfermo?

Reflexión sobre la eutanasia

La eutanasia es un mecanismo polémico que permite que, quienes sufran una existencia indigna por razones de salud, puedan ser asistidos en su muerte. ¿Homicidio? Hablemos del tema.

Eutanasia, vocablo hermoso, cuyo significado etimológico es: muerte digna o buena. Se define como el acto de quitar la vida a alguien que sufre un dolor o padecimiento excruciante y no puede hacerlo por sí misma. En una versión más moderna, se trata de una práctica médica consciente y bien analizada. Esta es autorizada deliberadamente por el enfermo o sus familiares, cuando no existe cura posible o tratamiento alguno para la enfermedad sufrida.    

La mala reputación de esta palabra proviene de la segunda guerra mundial. Los nazis la usaron para justificar el exterminio de miles de personas discapacitadas o que sufrían de trastornos mentales. La maldad asociada a estos actos ha sido comparada con la del genocidio del pueblo judío. Sin embargo, este paralelismo carece de sentido. El concepto de asesinato y el trauma que esto implica es incompatible con el de una muerte voluntaria para terminar con una agonía.

La legislación sobre este acto humanitario es diferente para cada país, existiendo una gran argumentación tanto a favor como en contra. Un hecho curioso es la diversidad de nombres que adopta la ley respecto al suicidio asistido:

  • Países Bajos. Ley de terminación de la vida.
  • Bélgica. Ley de eutanasia.
  • Oregón. Ley de muerte con dignidad.
  • California. Ley de opción al final de la vida.
  • Canadá. Ley de ayuda médica para morir.
  • Australia. Ley de muerte voluntaria asistida.

¿Por qué dar tantos nombres distintos a la eutanasia?

¿Cuál es la razón por la que se recurre a tantos eufemismos? Por los tabúes existentes. A lo largo del desarrollo de las diversas sociedades del planeta, el suicida ha pasado por ser un:

  • Criminal. Que atenta contra la vida humana, aunque sea la suya propia.
  • Pecador. Porque Dios dijo: No matarás.
  • Loco. La muerte intencional o voluntaria es algo del día a día. Se trata de una acción compleja que se ha simplificado a través de la medicalización. Pero, es importante mencionar que alrededor de un 90% de los que se quitan la vida, sufren de alguna enfermedad mental.

Este tipo de muerte se conoce desde siempre, pero ¿qué ha cambiado en la última media centuria para que, en la actualidad, la eutanasia tenga tanta demanda? Hay tres razones básicas. Primera: como la esperanza de vida es mayor, cada día se ven más trastornos crónicos de tipo degenerativo. Segunda: día con día, la capacidad de conservarles la vida a individuos dependientes bajo condiciones críticas es mayor. Tercera: la capacidad de decisión sobre la propia vida debería ser un derecho básico en una sociedad democrática.

Las personas tienen que tener el derecho de negarse, en el momento o de manera anticipada a través de un testamento, a vivir de acuerdo a ciertas condiciones inaceptables. Aunque no someterse a las medidas de soporte vital es equivalente a afirmar que la propia vida no es el máximo bien. El caso de Inma Echevarría (2007) que sufría de distrofia muscular, es un buen ejemplo de esto. Su existencia solo era posible gracias a la ventilación mecánica. Y después de mucho esfuerzo, logró que la Junta de Andalucía autorizara la desconexión.

La eutanasia o el suicidio asistido, y a veces ambos, se han legalizado en un pequeño número de países y estados. En todas las jurisdicciones, se establecieron leyes y salvaguardas para prevenir el abuso y el mal uso de estas prácticas. Las medidas de prevención han incluido, entre otros, el consentimiento explícito de la persona que solicita la eutanasia, la notificación obligatoria de todos los casos, la administración solo por médicos (con la excepción de Suiza) y la consulta de un segundo médico. – Curr Oncol. 2011 Apr; 18(2)

Morir tiene que ser una decisión personal

La eutanasia es uno de los temas éticos, médicos y legales más intrigantes que marcó todo el siglo XX y principios del siglo XXI, dividiendo fuertemente al público científico y no científico entre sus partidarios y opositores. – Iran J Public Health.

El punto de discusión de la eutanasia, en la actualidad, se limita a quienes poseen un mecanismo de soporte vital, como, por ejemplo, un respirador. En 1998, Ramón Sampedro no pudo ser asistido en su muerte porque no estaba conectado a ningún equipo. Y, por tanto, tuvo que esperar a que el deceso ocurriera por medios naturales. La razón que se le dio fue que la vida es sagrada, solo Dios puede darla y únicamente Él podrá quitarla. ¿Tiene sentido esta posición?

Identificar la eutanasia con el asesinato es como decir, que amor y violación son lo mismo. El temor de algunas personas es que, en nombre del bien morir, se coaccione a gente vulnerable a dar su aprobación para un acto que no desean. Si se regula la muerte asistida, ¿se podría llegar al asesinato de quienes quieren seguir viviendo? Eso implicaría que el médico sea cómplice, el responsable y esté dispuesto a convertirse en un verdugo. Y esto no es consistente con el Juramento Hipocrático.

Para evitar que eso suceda existen sistemas de control legales. No se trata de una actividad masiva y desenfrenada que se hace sin analizar bien cada caso. Además, la experiencia de países que han legalizado la eutanasia, como Bélgica, Canadá, Suiza y los Países Bajos, ha sido positiva. Un gran número de personas ya han sido asistidas en el momento de su muerte, en los lugares antes mencionados, sin que haya habido ni un solo asesinato.      

En conclusión, hay muchas barreras de tipo moral y religioso que impiden aceptar la eutanasia como una alternativa. Pero, el punto es, ¿resulta más humano que una persona que padece de dolores indecibles continúe sufriendo? Y si su vida puede ser extendida por medios artificiales, significa que ¿se está permitiendo que Dios haga su voluntad? No hay una sola respuesta, sino miles, y cada caso debe ser analizado individual y cuidadosamente por todos los involucrados. ¿Se le dificulta pensar en la muerte como parte de la vida? Su psicólogo puede ayudarle.

Bibliografía:
  1. Banović, B., & Turanjanin, V. (2014). Euthanasia: Murder or Not: A Comparative Approach. Iranian journal of public health, 43(10), 1316–1323. [PubMed]
  2. Pereira J. (2011). Legalizing euthanasia or assisted suicide: the illusion of safeguards and controls. Current oncology (Toronto, Ont.), 18(2), e38–e45. https://doi.org/10.3747/co.v18i2.883 [PubMed]
  3. Math, S. B., & Chaturvedi, S. K. (2012). Euthanasia: right to life vs right to die. The Indian journal of medical research, 136(6), 899–902. [IJMR]