Estrés laboral | El enemigo moderno y silencioso

Adulto joven que sufre estrés laboral

El empleado de hoy, tiene que enfrentarse a una cuadrícula de desafíos, que succiona su energía y creatividad. El nacimiento de esta nueva rutina de trabajo es sin duda el «estrés laboral».

Causas del aumento del estrés laboral

En los últimos años, factores tanto exógenos como endógenos de la ecuación laboral han provocado enormes cambios en el trabajo, sus condiciones de oferta y el marco institucional que lo rige.

El empleado de hoy tiene que enfrentarse a una red de desafíos, lo que absorbe su energía y creatividad. Un papel catalizador en esto lo juega la extensión de la vida laboral, principalmente debido al aumento de los límites de jubilación en relación con el aumento de la esperanza de vida.

Es un hecho que la población activa europea está envejeciendo; para 2030, se espera que los trabajadores de entre 55 y 64 años representen el 30% o más de la población activa total en muchos países.

En consecuencia, los empleados se ven obligados a adaptarse a un entorno de trabajo que cambia rápidamente, sin dejar de ser competitivos, de modo que eventualmente puedan ser «elegibles» como empleados).

Otras causas del estrés laboral

Además, una de las principales causas del estrés laboral es la mala organización del trabajo, con las consecuencias necesarias: asignación desproporcionada, tiempo insuficiente para la correcta realización del trabajo, sobrestimación y subestimación de las habilidades de los empleados, recompensas injustas y malas decisiones.

En resumen, el estrés y los riesgos psicosociales en el trabajo no son una debilidad personal y no deben tratarse como tales.

Un problema que también afecta a la economía

El riesgo progresivo de estrés laboral, además de la degradación personal que trae a la propia vida del trabajador, no debe subestimarse en términos de sus efectos económicamente mensurables.

Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el 50-60% de todos los días de trabajo perdidos se pueden atribuir al estrés relacionado con el trabajo y los riesgos psicosociales asociados con el trabajo, mientras que según la Red Europea para la Promoción de la Salud Ocupacional, el coste total de los trastornos de salud mental en Europa se estima en 240.000 millones de euros al año, y los costes directos (como la hospitalización) representan menos de la mitad de esta cantidad y la mayoría (alrededor de 136.000 millones de euros) están relacionados con la pérdida de productividad.

Por tanto, es obvio que la «clave» para abordar el problema no está solo en manos del trabajador que se somete a la prueba de estrés, sino principalmente en el empresario, que está obligado y puede tomar las medidas cautelares necesarias para la reducción de los riesgos psicosociales y el debido ejercicio de su función ejecutiva.