Este medicamento para tratar la ansiedad podría hacer más daño que bien

Los efectos perjudiciales de los ansiolíticos

La ansiedad es una emoción normal que nos ayuda a enfrentar situaciones de estrés o peligro. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente e irracional, puede afectar nuestra salud física y mental, y limitar nuestra calidad de vida.

Los diferentes trastornos de ansiedad

Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno de estrés postraumático, entre otros.

Cada uno tiene sus propios síntomas y causas, pero todos comparten un sentimiento de miedo, angustia e inquietud que dificulta el funcionamiento normal.

Para tratar la ansiedad, se suelen utilizar dos tipos de medicamentos: los ansiolíticos y los antidepresivos. Los ansiolíticos son fármacos que producen un efecto tranquilizante y reducen los síntomas de la ansiedad de forma rápida.

Los antidepresivos son fármacos que regulan los niveles de neurotransmisores en el cerebro, como la serotonina, la noradrenalina y la dopamina, que están implicados en el control de las emociones.

Efectos de estos medicamentos que pueden ser más perjudiciales que buenos para tu salud

Sin embargo, estos medicamentos no están exentos de riesgos y efectos secundarios. Algunos de ellos son:

  • Dependencia: Los ansiolíticos pueden generar una dependencia física y psicológica, lo que significa que el organismo se acostumbra a su presencia y necesita cada vez más dosis para obtener el mismo efecto. Además, si se suspende su uso de forma brusca, pueden aparecer síntomas de abstinencia, como ansiedad, insomnio, temblor, sudoración, etc.
  • Somnolencia: Tanto los ansiolíticos como los antidepresivos pueden provocar somnolencia, lo que afecta la capacidad de atención, concentración y memoria. Esto puede interferir con el desempeño laboral, académico o social, y aumentar el riesgo de accidentes.
  • Interacciones: Estos medicamentos pueden interactuar con otros fármacos o sustancias, como el alcohol, el tabaco o las drogas ilícitas, potenciando o disminuyendo sus efectos. Esto puede tener consecuencias graves para la salud o incluso poner en peligro la vida.
  • Efectos adversos: Estos medicamentos pueden causar efectos adversos como náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento, sequedad de boca, dolor de cabeza, mareo, impotencia sexual, cambios de peso, alteraciones del apetito, etc. Estos efectos pueden variar según el tipo y la dosis del medicamento, y según la persona que lo tome.

Por estas razones, es importante que los medicamentos para la ansiedad sean recetados por un médico especialista en salud mental, que evalúe cada caso y determine el tratamiento más adecuado.

Además, es necesario seguir las indicaciones del médico sobre la dosis, la duración y la forma de tomar los medicamentos, y consultarle cualquier duda o problema que surja.

Los medicamentos para la ansiedad no son la única solución ni la más efectiva

Se ha demostrado que la psicoterapia es un tratamiento muy eficaz para los trastornos de ansiedad, especialmente la terapia cognitivo-conductual (TCC).

La TCC es un tipo de terapia que enseña al paciente a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos que generan o mantienen la ansiedad. Además, le ayuda a desarrollar habilidades para afrontar las situaciones temidas y mejorar su autoestima y confianza.

La combinación de medicamentos y psicoterapia suele ser más beneficiosa que cada uno por separado. Sin embargo, lo más importante es que el paciente se comprometa con su tratamiento y tenga una actitud positiva y proactiva. La ansiedad se puede superar con ayuda profesional y con el apoyo de la familia y los amigos.