Estas señales en tu cuerpo avisan que tienes depresión

Síntomas físicos de la depresión

La depresión es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en el mundo. Se caracteriza por una tristeza profunda, pérdida de interés, falta de motivación y sentimientos de culpa o inutilidad.

La depresión puede tener causas biológicas, psicológicas o sociales, y requiere de un tratamiento adecuado para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Síntomas físicos de la depresión

Además de los síntomas emocionales, la depresión también puede manifestarse a través de señales en el cuerpo que muchas veces pasamos por alto. Algunos de estos síntomas físicos son:

Dolor crónico

La depresión puede aumentar la sensibilidad al dolor y provocar dolores de cabeza, espalda, articulaciones o musculares que no tienen una causa orgánica aparente.

Por ejemplo, una persona con depresión puede sentir un dolor intenso en el pecho que le hace pensar que tiene un problema cardíaco, cuando en realidad se trata de una manifestación de su angustia emocional.

Síntomas físicos de la depresión

Problemas digestivos

La depresión puede alterar el funcionamiento del sistema digestivo y causar náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento o síndrome de intestino irritable.

Por ejemplo, una persona con depresión puede tener dificultades para comer o sentirse saciada muy rápido, lo que le impide nutrirse adecuadamente.

Fatiga y falta de energía

La depresión puede disminuir el nivel de actividad física y mental, y generar una sensación de cansancio constante que no se alivia con el descanso. Por ejemplo, una persona con depresión puede tener problemas para levantarse de la cama por la mañana o para realizar sus tareas cotidianas, lo que le genera frustración y baja autoestima.

Alteraciones del sueño

La depresión puede afectar el ritmo circadiano y provocar insomnio, dificultad para conciliar o mantener el sueño, o hipersomnia, es decir, dormir más de lo normal.

Por ejemplo, una persona con depresión puede tener pesadillas recurrentes que le impiden tener un sueño reparador o sentirse somnolienta durante el día, lo que afecta su rendimiento y su estado de ánimo.

Cambios en el apetito y el peso

La depresión puede modificar el deseo de comer y hacer que se pierda o se aumente el apetito. Esto puede conllevar a una pérdida o ganancia de peso significativa en poco tiempo.

Por ejemplo, una persona con depresión puede dejar de comer por falta de interés o por sentirse culpable, o comer compulsivamente para aliviar su ansiedad o su vacío emocional.

Problemas sexuales

La depresión puede disminuir el interés y el placer sexual, y causar dificultades para lograr o mantener la erección en los hombres o la lubricación en las mujeres. Por ejemplo, una persona con depresión puede sentirse poco atractiva o poco deseada, o tener miedo al rechazo o al fracaso sexual.

¿Qué hacer si tienes estos síntomas?

Si reconoces algunos de estos síntomas físicos y crees que puedes estar sufriendo de depresión, lo más importante es que busques ayuda profesional. Un médico podrá evaluar tu estado de salud y descartar otras posibles causas de tus molestias. Además, podrá derivarte a un psicólogo o psiquiatra que te ofrezca un tratamiento adecuado para tu caso.

La depresión es una enfermedad seria que no debe ser ignorada ni minimizada. Con el apoyo adecuado, es posible superarla y recuperar el bienestar.