Frecuente consumo de alimentos ultraprocesados: un factor de riesgo para la depresión

Comer alimentos ultraprocesados con regularidad aumenta el riesgo de sufrir depresión, según un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red.

Este análisis explora la conexión entre el consumo de estos productos y síntomas depresivos, así como su efecto en la estructura cerebral.

Asociación directa con la depresión y cambios en el cerebro

El estudio establece una relación directa entre la ingesta de alimentos ultraprocesados y la depresión. Además, se señala que este hábito afecta negativamente el volumen de sustancia gris en áreas cerebrales cruciales para la salud mental, como la amígdala y las regiones frontales.

Variedad de alimentos ultraprocesados y sus componentes perjudiciales

La investigación destaca que los productos ultraprocesados, como snacks, bebidas azucaradas, precocinados, bollería industrial, carnes procesadas, galletas, lácteos azucarados, cereales refinados, pizzas o nuggets, son ricos en ácidos grasos saturados y trans, azúcares añadidos y sal.

Estos alimentos también presentan una baja densidad de nutrientes y contienen aditivos para mejorar su apariencia y sabor, haciéndolos potencialmente adictivos.

Cifras y prevalencia de la depresión a nivel mundial

Con aproximadamente 280 millones de personas afectadas por trastornos depresivos en todo el mundo, la investigación destaca la relevancia de comprender la relación entre el consumo de ultraprocesados y los síntomas depresivos.

Este análisis busca proporcionar nuevos datos sobre esta asociación y sus posibles consecuencias para la salud mental.

Resultados confirmatorios y asociación con la obesidad

El estudio confirma la hipótesis de que un mayor consumo de alimentos ultraprocesados se asocia con un mayor riesgo de síntomas depresivos y una reducción en el volumen de sustancia gris en áreas cerebrales específicas, especialmente en individuos con obesidad.

La asociación entre el consumo de estos productos y los síntomas depresivos se destacó especialmente en el grupo con obesidad.

Enfoque metodológico del estudio

El análisis se basó en la evaluación de 152 participantes, utilizando cuestionarios de frecuencia alimentaria y resonancia magnética estructural para medir los síntomas depresivos y el volumen cerebral.

Se emplearon biomarcadores inflamatorios para explorar la relación entre el consumo de ultraprocesados y los síntomas depresivos.