Uno de los efectos más graves de la comida chatarra es que aumenta el riesgo de sufrir depresión, un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una profunda tristeza, pérdida de interés, falta de autoestima y sentimientos de culpa.
¿Qué dice la ciencia?
Varios estudios han demostrado la relación entre el consumo de comida chatarra y la depresión.
Por ejemplo, un estudio realizado en España con más de 12.000 voluntarios encontró que los consumidores de este tipo de comida tenían un 51% más probabilidades de sufrir depresión que las personas que no las consumían.
Otro estudio realizado en Canadá con más de 3.000 adultos encontró que aquellos que comían más alimentos procesados tenían un 60% más riesgo de desarrollar depresión que aquellos que comían más alimentos frescos.
¿Cómo se explica la relación entre comida chatarra y depresión?
Existen varias hipótesis que intentan explicar cómo la comida chatarra afecta a la salud mental. Una de ellas es que la comida chatarra altera el equilibrio de las bacterias intestinales, que influyen en la producción de neurotransmisores como la serotonina, el «químico de la felicidad».
Otra hipótesis es que la comida chatarra provoca inflamación crónica en el organismo, lo que afecta al funcionamiento del cerebro y al estado de ánimo. Además, la comida chatarra puede generar adicción, lo que implica una pérdida de control y un sentimiento de culpa que agravan la depresión.
La comida chatarra y otros problemas mentales
Además de la depresión, el consumo diario de comida chatarra puede afectar la memoria y el funcionamiento cognitivo general. Esto se debe a que la comida chatarra carece de nutrientes esenciales para el cerebro, como los ácidos grasos omega-3, el hierro, el zinc y las vitaminas del grupo B.
Estos nutrientes son necesarios para mantener las conexiones neuronales, regular los procesos inflamatorios y prevenir el estrés oxidativo.
Asimismo, la comida chatarra puede provocar ansiedad, irritabilidad y cambios bruscos en el estado de ánimo. Esto se debe a que la comida chatarra causa picos y caídas en los niveles de azúcar en sangre, lo que altera la liberación de hormonas como la insulina, el cortisol y la adrenalina. Estas hormonas afectan al sistema nervioso y al humor.
Cómo mejorar tu alimentación y tu salud mental
Para prevenir o mejorar los problemas mentales asociados a la comida chatarra, es importante adoptar una alimentación saludable, variada y equilibrada.
Esto implica reducir o eliminar el consumo de alimentos procesados, fritos, azucarados y salados, y aumentar el consumo de alimentos frescos, naturales y ricos en nutrientes, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, pescado azul y aceite de oliva.
Además, es recomendable complementar una buena alimentación con otros hábitos saludables, como hacer ejercicio físico regularmente, dormir bien, evitar el alcohol y el tabaco, practicar técnicas de relajación y buscar apoyo social y profesional si se sufre algún trastorno mental.
