¿Eres realmente feliz? Las 10 señales que lo demuestran

Es realmente fácil reconocer a una persona feliz que va sobre la marcha, estar cerca de ella nos hace sentir mejor de inmediato. Hablar con ella es una fuente inmediata de inspiración y bienestar. Las personas felices transmiten serenidad y calidez.

Tienen equilibrio, son buenos tanto solos como en compañía de otros y no están vinculados a restricciones o condiciones particulares. En definitiva, son libres y, sobre todo, sonríen. ¿Eres realmente feliz?

Señales que demuestran si realmente eres feliz

¿Eres una persona feliz? muchas veces confundimos la felicidad con la euforia o los ataques de risa, sin embargo, la persona feliz tiene ciertos hábitos que nos sirven de guía para reconocer si estamos nosotros mismos siendo felices o aún estamos en la búsqueda de ese estado de plenitud. Aquí hay algunas señales que puedes considerar para reconocerlo:

La persona feliz es más simple

La esencialidad y el minimalismo son las consignas de muchas personas felices. De hecho, los afortunados como ellos descubren que la felicidad no está en los objetos que poseemos y en lo que acumulamos.

Comprar algo nuevo, pero no realmente útil, solo da alegría temporal. En el caso de las personas felices, la acumulación de bienes materiales como un fin en sí mismo se detiene para dejar espacio para buscar emociones y nuevos lazos.

Son más amistosos

Las personas que sonríen y que inspiran serenidad generalmente no tienen dificultad para hacer nuevos amigos. Están abiertos a los demás y aceptan la comparación con diferentes puntos de vista.

Se regocijan con los éxitos de quienes los rodean, sin ninguna envidia. No descuidan la red de vínculos que han construido a lo largo de los años y tratan de mantener sus relaciones con personas que, por diversas razones, no han visto en mucho tiempo. Su rompecabezas de la amistad siempre está listo para ser enriquecido con nuevos contactos

Aprecian las pequeñas cosas

Pocas personas saben apreciar plenamente los pequeños momentos felices de cada día y los detalles que nos hacen esperar el futuro del mundo y de la humanidad. Esto sucede porque las preocupaciones de la vida siempre parecen más importantes que el deseo de sentirse feliz y alegre.

Caerse y meditar sobre los problemas no ayuda a mejorar la situación. Las pequeñas cosas para regocijarse están aquí para ayudarnos a vivir mejor. Solo obsérvalas y déjate fascinar.

Sonreír sin dificultad

La sonrisa es el rasgo distintivo más inmediato de las personas felices. Es un destello de alegría que se dibuja en la cara y que está listo para ser entregado a los demás, incluso a los extraños que pasan por casualidad.

Sonreír, sin razón aparente, genera energía positiva y puede empujar a aquellos que nos ven con alegría a imitarnos. Recordemos que las sonrisas son gratis y que nos dan un momento de positividad a nosotros mismos y a los demás.

Juzgan menos

Quien es feliz no pierde el tiempo juzgando a los demás, no se atreve a expresar sus opiniones sobre las elecciones y sobre la existencia de personas más o menos conocidas. Frente a los que lo rodean, busca solo los positivos.

Él siempre tiene algo agradable y divertido para decirle a los demás. Él sabe escuchar, discutir sin aburrirse y darles a los demás toda la libertad que necesitan. Como lo señala La pirámide de la felicidad, juzgar por tu bien es un gesto ilusorio, que no trae ningún beneficio.

Comparten su alegría con facilidad

Aquellos que son verdaderamente felices saben que la alegría no es nada a menos que se comparta. Por esta razón, son capaces de construir momentos serenos para sí mismos y para los demás. Nunca se desesperan, incluso en las situaciones más difíciles y ante los obstáculos de la vida.

Ellos comparten las alegrías y los momentos de pérdida con otros, pero los momentos positivos siempre prevalecen. Porque aquellos que son realmente felices se enfrentan al futuro sin miedo y nunca se rinden.

Saben ofrecer y pedir ayuda sin dificultad

Incluso las personas felices necesitan ayuda de vez en cuando. Pedir ayuda y ofrecerla a su vez es la base de un intercambio positivo entre las personas. Quizás no seamos plenamente conscientes de ello, pero nuestras vidas siempre están interconectadas con las de los demás. Hacer algo positivo por quienes nos rodean tendrá un efecto beneficioso en nosotros mismos, y viceversa, en todas las relaciones de ayuda.

Duermen mejor

Aquellos que viven en paz por lo general no tienen dificultad para quedarse dormidos y no dan vueltas bajo las colchas durante horas, atormentados por las preocupaciones y los pensamientos molestos del día.

Esto no significa que las personas felices no tengan que lidiar con alguna molestia diaria, sino que demuestran que saben cómo dedicar el descanso correcto a su cuerpo y mente. Saben que la noche trae consejos y que probablemente a la mañana siguiente, cuando estén más lúcidos, encontrarán fácilmente una solución al problema.

Tienen más pensamientos positivos

Somos lo que pensamos, esta es la verdad. Y nos convertiremos en lo que nuestros pensamientos dan forma cada día. Es por esto que las personas felices tratan de hacer espacio para los pensamientos positivos. De esta manera la mente se relaja y todo parece fluir más fácilmente. Pensar positivamente no significa vivir desconectado de la realidad, sino saber que existe una solución para cada problema. Así que no hay razón para caer

Están más en el presente

Las personas felices están abiertas a cosas nuevas y, paso a paso, construyen un cambio concreto para alcanzar la meta prefijada. No temen al futuro, porque viven en el presente y no están excesivamente atados al pasado.

La felicidad, si realmente queremos encontrarla, solo puede estar en el aquí y ahora. No sabemos qué sucederá en el futuro y no tenemos la posibilidad de retroceder en el tiempo. Elegimos ser felices, a pesar de todo, y podemos llegar a serlo en este momento.

Y a ti, ¿qué te hace feliz?