Enfermedades psicosomáticas peligrosas y los factores que las causan

Enfermedades psicosomáticas peligrosas

Las enfermedades psicosomáticas son enfermedades orgánicas, que son causadas por una combinación de factores mentales y orgánicos en los que los factores mentales son de suma importancia. A veces, el efecto crónico de un solo factor mental en el cuerpo es suficiente para causar la enfermedad.

Las enfermedades psicosomáticas más comunes y peligrosas

Durante estados de ánimo negativos, se presenta ansiedad, depresión, aumenta la frecuencia respiratoria, se acelera la circulación, se secretan catecolaminas y corticosteroides, se estimula el sistema nervioso simpático, se modifica la función cardíaca, se produce hipersecreción gástrica, espasmos musculares del diafragma y tracto gastrointestinal, aumentan las necesidades de oxígeno y tejidos del corazón y los tejidos, aumenta la presión arterial, se alteran las reservas de defensa del organismo.

Estas adaptaciones físicas a los estados de ánimo negativos, cuando son crónicas, son responsables de la fatiga de múltiples sistemas orgánicos.

1. Asma

El asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, caracterizada por episodios de dificultad para respirar, broncoespasmo, tos, sibilancias. Durante los episodios, el broncoespasmo puede ser particularmente severo: en este caso, debido al estrechamiento severo de las vías respiratorias, el oxígeno no puede ingresar y, sin un tratamiento médico inmediato y adecuado, la enfermedad puede conducir a la muerte.

El estrés contribuye claramente a la patogenia del asma

El estrés provoca un aumento de la respuesta de las vías respiratorias a los estímulos fisiológicos, estenosis abrupta y asfixia en pacientes asmáticos sensibles, al tiempo que contribuye a la patogenia de la enfermedad.

2. Ataques al corazón

La enfermedad coronaria es la enfermedad cardíaca más común en la actualidad. Es una enfermedad de la pared arterial, en la que hay lesiones de la pared de los vasos coronarios y alteración de la perfusión del corazón, que es irrigado. Las manifestaciones de la enfermedad coronaria son angina de pecho, infarto de miocardio, arritmias, muerte.

La acumulación de lípidos en la pared arterial y el desarrollo de aterosclerosis es la lesión patológica habitual en el paciente.

La relación entre los episodios de estrés y la inducción de infartos agudos es clara en el caso de los pacientes con enfermedad coronaria.

El aumento de la presión arterial, la necesidad de aumentar la frecuencia cardíaca y el aumento de los requisitos de oxígeno durante el estrés provocan insuficiencia cardíaca aguda, lo que desencadena la enfermedad cardíaca coronaria y la desregulación de la insuficiencia cardíaca en muchos pacientes cardíacos.

3. Hipertensión

Aunque la asociación de todas las formas de hipertensión idiopática con el estrés no se ha establecido por completo en estudios doble ciego, el sistema simpático hiperactivo que caracteriza a la persona ansiosa desregula la presión arterial en muchas personas sensibles.

La hipertensión idiopática causa daño a todos los órganos vitales

Sin la medicación adecuada, la persona hipertensa corre el riesgo de muerte súbita, accidente cerebrovascular, enfermedad renal, daño cardíaco, trastornos visuales, disfunción eréctil.

4. Gastritis corrosiva y sangrado gastrointestinal

Las lesiones corrosivas de la mucosa gástrica por estrés, con lesiones hemorrágicas poco visibles, ocurren dentro de las 72 horas en la mayoría de los pacientes graves. Aunque la afección rara vez provoca hemorragia gastrointestinal, el riesgo de hemorragia gástrica que puede provocar la muerte debido a la pérdida aguda de sangre es raro.

El tratamiento de la gastritis erosiva, que es causada por el estrés, se realiza con fármacos que reducen los efectos nocivos del estrés sobre la mucosa gástrica.

5. Enfermedades que requieren una mayor preparación inmunológica (p. ej., carcinomas, infecciones)

El buen funcionamiento del sistema inmunitario del cuerpo es vital para retrasar el envejecimiento biológico y prevenir ciertas enfermedades, como alergias, cánceres, enfermedades autoinmunes, infecciones peligrosas y síndrome de fatiga crónica.

Los estudios han demostrado mejores indicadores de la función del sistema inmunológico en personas con buena salud mental. Estas personas tienen más probabilidades de desarrollar infecciones después del contacto con patógenos que las personas sanas.

Aunque la contribución del factor psíquico a la patogenia del cáncer no ha sido adecuadamente documentada, algunos estudios muestran una mejor resistencia a los carcinógenos en personas con una visión positiva de la vida.

En algunas alergias, que son una respuesta excesiva del sistema inmunitario a los antígenos, se ha establecido suficientemente la asociación de los brotes con factores emocionales (p. ej., dermatitis atópica).

Cómo se puede prevenir

El ejercicio regular, la dieta mediterránea tradicional que tiene como principal fuente de aporte calórico diario los productos mediterráneos (ej. legumbres, cereales integrales, pan integral, aceite de oliva virgen extra) y se caracteriza por un consumo moderado de productos de origen animal (huevos-lácteos), moderado el consumo de pescado, el consumo mínimo de carnes rojas, el sueño adecuado, las actividades sociales y el ejercicio de actividades ansiolíticas se han asociado con la mitigación de los efectos orgánicos del estrés crónico.

Estimular el organismo con programas nutricionales especiales, remedios naturales, medicina alternativa es necesario para la adecuada prevención en casos especiales y enfermedades psicosomáticas.