El cisne negro | Perdiendo el sentido de la realidad

Enseñanzas de la película Cisne Negro

El cisne negro es una película que nos muestra una historia de obsesión. Plantea que la búsqueda enfermiza de la perfección, no es el mejor camino para triunfar.

El cisne negro (en el original “Black swan”) es un film dramático y psicológico, estadounidense, estrenado en el 2010. El reparto estelar estuvo integrado por Natalie Portman (papel principal), Vicent Cassel, Mila Kunis y Winona Ryder. La obra fue nominada a cinco premios de la academia, y ganó el de mejor actriz principal. En total recibió 189 designaciones y triunfó 63 veces. Portman también fue galardonada con un Globo de Oro y un BAFTA. 

Se trata de una película en la que la teoría del Cisne Negro trasciende en medio de una confusión de estados emocionales. En estos se evidencian algunos problemas psicológicos, tales como: inocencia, terror, envidia, obsesión, sensualidad y decadencia. La trama muestra la transición lenta y dolorosa de la transformación de una niña en mujer. También vemos a una bailarina profesional que lucha contra sus demonios.

Los mismos son personificados por su madre Erica (Bárbara Hershey) y su director de baile, Thomas Leroy (Vincent Cassel). Este describe al cisne blanco como una niña: hermosa, virgen, dulce y frágil; en tanto que el cisne negro representa lo antagónico, una mujer: sensual, libre y seductora. La película comienza con Nina bailando en la obra El Lago de los Cisnes, con traje blanco. Ella es acechada por la incertidumbre y ciertos sucesos inesperados que se desarrollan a lo largo de la trama.

Sinopsis de El cisne negro

Nina (Natalie Portman) es una excelente bailarina de ballet clásico que adiciona para conseguir los papeles principales de la obra: el cisne negro y el blanco. Ella se enfrentará a un cuadro de manipulación y dominio, ejercido por parte de su madre y su director de baile. También es controversial una de sus compañeras, Lilly (Mila Kunis). La chica es presa de constantes alucinaciones visuales, auditivas y somáticas. Observa gente idéntica a ella y otras cosas inexplicables que la atormentan, haciéndola dudar entre la realidad y la ficción.

La habitación de Nina es conservada con peluches, cama infantil y papel tapiz de mariposas. Además, su ropa y todos los accesorios son de colores blancos y rosas. Esto es parte del plan de su madre para mantenerla bajo su dominio, siempre niña, indefensa y manipulable. Al hacer sus ejercicios de entrenamiento, se enfoca, de manera obsesiva, en la perfección. Quiere ser en todo momento: la mejor.

Lo anterior, la empuja hacia cuadros de ansiedad y desorden alimenticio, lo que se refleja en una extrema delgadez y erupciones de la piel. Su madre es su verdugo y su sombra, la causante de todos sus problemas psicológicos. La mujer trata a Nina con un ímpetu posesivo, pero ella quiere dejar de ser una niña. Sabe que dentro de sí hay una mujer que se esconde, debido a las restricciones impuestas.

Un capullo del que quiere escapar

En un período de descanso, las bailarinas hablan de la estrella principal, Beth Macintyre (Winona Ryder), quien debía pasar a retiro por su edad. Nina la admira y expresa su desacuerdo contra tal acción, pero solo en sus pensamientos, ya que no tiene ninguna amiga. Ella se mantiene sumergida en un capullo del cual quisiera escapar. Thomas, comenta que busca una nueva reina cisne, lo que molesta a Beth y en venganza, destruye el camerino de Nina.

Al mismo tiempo, Nina está en el camerino de Beth. Y de manera paradójica, usando uno de sus labiales, sueña con ser perfecta como ella. Durante una presentación, Lilly es presentada al grupo por Thomas. Nina también la ve como la mujer sensual que ella quisiera ser, la personificación del cisne negro. Posteriormente, Beth sufre un accidente. Y al visitarla en el hospital, Nina se percata de que la perfección también se puede derrumbar.

Este momento de reflexión ayuda a Nina a despertar, y al llegar a su casa se deshace de los peluches. Es entonces que cae en cuenta de que siempre ha vivido dominada por su madre, por lo que busca alejarse de ella y tener privacidad. Esta dicotomía la enloquece; sus alucinaciones aumentan y cede a los consejos del instructor. Así, empieza a tocar su cuerpo.

Clímax de El cisne negro – La mariposa sale del capullo

Nina va a casa de Lilly para disculparse por una ofensa, y juntas deciden visitar un sitio nocturno. En ese lugar, beben, fuman y conocen jóvenes. Nina comienza a experimentar pensamientos de mujer adulta, cae en excesos y se siente libre de verdad. Con lo cual emprende una etapa de transición, acepta su parte oscura (el cisne negro) y vive una metamorfosis. La mariposa sale del capullo y extiende las alas.

Por eso, se rebela ante su madre, poco a poco todo va cambiando. En consecuencia, empieza a vestir con colores grises y negros, una señal de madurez. Se serena y se siente segura de sí misma. Asimismo, ve a Lilly con cierta paranoia, al pensar que como ella suplantó a Beth, Lilly también puede hacérselo a ella.

El estado mental de Nina comienza entonces a deteriorarse. Todo se transforma al vaivén de su reflejo y se nota desequilibrada, en su afán de ser la primera. Trata de escapar de su madre y da muestras de estar pasando de la pubertad a la madurez. Así, deja atrás todas sus ataduras y elige ser una mujer.

Por último, en El cisne negro vemos que Nina no deja que nadie le reclame, a pesar de cometer errores el día de su presentación. Se convierte en el cisne negro, mientras sufre de manías persecutorias. En el camerino, alucina que Lilly está con ella y pelean; rompiendo el espejo, que representa su personalidad. Así, la metamorfosis se cumple y Nina cae muerta, jamás podrá volver a interpretar ese papel.