Buscando a Dory | Un mensaje de inclusión, tolerancia y persistencia

Mensaje de la película Buscando a Dory

Buscando a Dory es una película infantil, que deja un agradable sabor de boca en los adultos. Esta simpática pececita nos causa gran admiración y orgullo.

Buscando a Dory es una película animada de 2016, realizada en computadora por Walt Disney Pictures y Pixar. Se trata de la secuela del filme de 2003, Buscando a Nemo, ganador de un premio Óscar. Este film también recibió comentarios positivos por parte de la crítica y del público, con una aprobación del 94% de los votos emitidos. En cuanto a reconocimientos, ganó los Teen Choice Awards. Y Ellen DeGeneres fue la triunfadora en la categoría de Estrella de película del verano: Mujer.

La película vuelve a reunir a Dory, un pez cirujano azul y a Nemo y Marlín, dos peces payasas, con quienes vive dichosa en el arrecife de coral. Sin embargo, a la mente de Dory llega un día el hecho de que en alguna parte ella tiene una familia que debe estarla buscando. Su principal problema es la fragilidad de su memoria de corto plazo. Pero, el caso es que, las palabras “La joya de Morro Bay, California” comienzan a inquietarla y decide salir a buscar a sus seres queridos. Sus dos amigos la acompañan en su viaje.   

El reparto de esta divertida y enternecedora trama, incluye a Ellen DeGeneres, en la voz original de Dory, Albert Brooks como Marlín y Hayden Rolence como Nemo. Los padres de Dory (Jenny y Charlie), son interpretados por Diane Keaton y Eugene Levy. Y los roles de sus mejores amigos: Bailey (beluga blanca), Destiny (tiburón ballena) y Hank (pulpo rojo del pacífico este) fueron adjudicados a Ty Burrell, Kaitlin Olson y Ed O´Neill, respectivamente. 

Sinopsis de Buscando a Dory

En el viaje de búsqueda de su familia, Dory llega al Instituto de Biología Marina de California, donde descubre que se trata de su lugar de nacimiento. Por circunstancias ajenas a su voluntad, es enviada sola al área de cuarentena donde conoce a Hank. Este puede ayudarla a hallar a sus padres, pero, a cambio, quiere la etiqueta que le permitirá recluirse en un lugar seguro, porque teme al mar abierto. También encuentra a Destiny, que tiene muy mala vista y a Bailey que cree que perdió su capacidad de ecolocalización por un golpe.

Con la ayuda de este simpático grupo de discapacitados y otros que conocerá en el camino, Dory finalmente, logra hallar a sus padres. En algún momento vuelve a reunirse con Marlín y Nemo, quienes prueban seguir siendo sus fieles amigos. Y tras sufrir una serie de peripecias divertidas, por un lado y traumáticas por otro, todos logran llegar a mar abierto. Allí, juntos, disfrutarán de su libertad y de los nuevos talentos aprendidos durante el esfuerzo realizado.

Lo más conmovedor de esta película es, probablemente, la preocupación y el amor de los padres de Dory. Ellos conocían sus limitaciones de memoria y temían por ella, por eso trataron de prepararla para los retos que la vida le iba a presentar. Y al final, gracias a ese esfuerzo y dedicación pudieron reunirse de nuevo. Asimismo, hay una lección moral que debemos sacar de esta historia: El océano está lleno de seres vivos. Por tanto, debemos cuidarlo y no agredirlo de ninguna manera.   

Lecciones aprendidas con esta entretenida aventura

Los mensajes que este excelente film de dibujos animados nos transmite son de provecho para niños y adultos. Veamos algunos de los buenos ejemplos que podemos aprender de Dory:

  • Identidad personal. Nada se compara a ser uno mismo. Debemos mostrar autenticidad y no tratar de imitar a nadie o aparentar algo diferente. También es importante conocer nuestros defectos y debilidades, sin olvidar los talentos y fortalezas con los que hemos sido dotados.
  • Todo problema tiene salida. Siempre hay una alternativa para resolver una situación o para alcanzar nuestro sueño. No permitamos que nuestras limitaciones físicas o mentales nos impidan encontrar nuevas y mejores posibilidades.
  • Autoconfianza. Muchas de las situaciones que atravesamos, nos pueden producir temor y desesperanza, pero necesitamos seguir creyendo en nosotros mismos. Afrontemos los retos y triunfemos sobre ese inmenso océano de dudas y miedos, que nos rodea. 
  • Buenos amigos son irremplazables. Algunos pueden llegar a ser más cercanos que un hermano. Debemos amar y respetar a los que recorren este camino, que es la vida, con nosotros. Sin importar si nos unen lazos de consanguinidad o no.
  • Planificación no lo es todo. Muchos buenos momentos que hemos vivido, surgieron espontáneamente. Y a través de ellos, quizás, hemos podido disfrutar de opciones inesperadas, lugares magníficos y personas inolvidables.
  • No rendirse nunca. No debemos darnos por vencidos, sin importar las veces que fracasemos. Nuestros sueños tienen que impulsarnos a levantarnos cada vez que caigamos y volver a intentarlo. Solo relajémonos y pensemos si hay una mejor forma de hacer las cosas.

Por último, Buscando a Dory es una película que nos motiva a no conformarnos, ni rendirnos. Aunque olvidemos momentáneamente nuestra misión, debemos retomarla y seguir adelante; sin importar lo complicada y ardua que pueda parecer. En el camino siempre encontraremos a otras personas que podrán sernos de ayuda y a quienes también bendeciremos con nuestra presencia.