Efectos secundarios de las estatinas: el 20 por ciento reporta estos problemas no deseados

Las estatinas son medicamentos que se usan para reducir el colesterol en la sangre y prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, como todo fármaco, pueden tener efectos secundarios que afectan a algunas personas más que a otras.

Según un estudio reciente, el 20 por ciento de los pacientes que toman estatinas reporta problemas no deseados, como dolores musculares, fatiga, problemas digestivos o cognitivos.

¿Qué son las estatinas y cómo funcionan?

Las estatinas son una clase de medicamentos que inhiben la enzima HMG-CoA reductasa, que es la responsable de la síntesis de colesterol en el hígado.

De esta forma, las estatinas reducen los niveles de colesterol LDL (el llamado colesterol «malo») y aumentan los niveles de colesterol HDL (el colesterol «bueno»).

Además, las estatinas tienen otros efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, como mejorar la función endotelial, reducir la inflamación y prevenir la formación de coágulos.

Las estatinas se recetan a personas que tienen un alto riesgo de sufrir un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular o una angina de pecho, debido a factores como la edad, la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo o los antecedentes familiares.

También se indican a personas que ya han sufrido algún evento cardiovascular o que tienen niveles muy elevados de colesterol.

¿Qué efectos secundarios pueden tener las estatinas?

Aunque las estatinas son medicamentos seguros y eficaces para la mayoría de los pacientes, pueden causar efectos secundarios en algunos casos.

Estos efectos secundarios pueden ser leves o moderados, como dolores de cabeza, náuseas, diarrea o erupciones cutáneas, o más graves, como daño hepático, renal o muscular.

El efecto secundario más común y molesto de las estatinas es el dolor muscular, que puede manifestarse como debilidad, calambres o rigidez. Este dolor puede afectar a cualquier parte del cuerpo, pero suele ser más frecuente en las piernas.

El dolor muscular puede deberse a una inflamación de los tejidos musculares o a una ruptura de las fibras musculares, lo que libera una sustancia llamada mioglobina que puede dañar los riñones.

El dolor muscular suele aparecer al inicio del tratamiento con estatinas o al aumentar la dosis. En general, se resuelve al suspender el medicamento o al reducir la dosis. Sin embargo, en algunos casos puede persistir durante meses o años después de dejar las estatinas.

Otro efecto secundario que puede afectar a algunas personas que toman estatinas es la fatiga. Este síntoma puede deberse a una disminución de la producción de coenzima Q10, una sustancia que participa en el metabolismo energético celular y que se ve afectada por las estatinas. La fatiga puede interferir con la calidad de vida y el rendimiento físico e intelectual de los pacientes.

Además del dolor muscular y la fatiga, las estatinas pueden causar otros problemas no deseados, como alteraciones digestivas (estreñimiento, gases, indigestión), cognitivas (pérdida de memoria, confusión, dificultad para concentrarse) o sexuales (disfunción eréctil, disminución del deseo).

¿Qué factores aumentan el riesgo de sufrir efectos secundarios por las estatinas?

No todas las personas que toman estatinas sufren efectos secundarios. De hecho, según un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine en 2020, solo el 20 por ciento de los pacientes que toman estatinas reporta problemas no deseados.

Este estudio se basó en los datos de más de 100.000 personas que participaron en 29 ensayos clínicos sobre el uso de estatinas.

Sin embargo, hay algunos factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios por las estatinas, como:

  • La edad: las personas mayores de 65 años son más propensas a tener efectos secundarios por las estatinas, debido a que tienen un metabolismo más lento y una mayor sensibilidad a los medicamentos.
  • El sexo: las mujeres son más susceptibles a tener efectos secundarios por las estatinas que los hombres, debido a que tienen un menor peso corporal y una mayor proporción de grasa, lo que hace que el medicamento se distribuya de forma diferente en el organismo.
  • La raza: las personas de origen asiático tienen un mayor riesgo de sufrir efectos secundarios por las estatinas, debido a que tienen una menor actividad de la enzima que metaboliza el medicamento, lo que hace que se acumule más en el cuerpo.
  • La genética: algunas personas tienen variantes genéticas que afectan a la forma en que el cuerpo procesa las estatinas, lo que puede hacer que sean más o menos eficaces o que causen más o menos efectos secundarios.
  • La dosis: cuanto mayor es la dosis de estatinas, mayor es el riesgo de sufrir efectos secundarios. Por eso, se recomienda ajustar la dosis al nivel de riesgo cardiovascular y al objetivo de reducción de colesterol de cada paciente.
  • La interacción con otros medicamentos: algunas sustancias pueden interferir con el metabolismo de las estatinas y aumentar su concentración en el cuerpo, lo que puede provocar efectos secundarios. Estas sustancias incluyen algunos antibióticos, antifúngicos, anticoagulantes, anticonceptivos, antidepresivos, antiinflamatorios o suplementos herbales. Por eso, se recomienda consultar con el médico antes de tomar cualquier otro medicamento o suplemento junto con las estatinas.

¿Qué se puede hacer para prevenir o aliviar los efectos secundarios de las estatinas?

Si se sufre algún efecto secundario por las estatinas, lo primero que se debe hacer es consultar con el médico, quien podrá evaluar la gravedad del problema y decidir si es necesario suspender o modificar el tratamiento.

No se debe dejar de tomar las estatinas por cuenta propia, ya que esto puede aumentar el riesgo de sufrir un evento cardiovascular.

Además, hay algunas medidas que se pueden tomar para prevenir o aliviar los efectos secundarios de las estatinas, como:

  • Seguir una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado y frutos secos, y baja en grasas saturadas, azúcares y sal. Esto ayudará a controlar el colesterol y a mejorar la salud cardiovascular.
  • Hacer ejercicio físico moderado y regular, al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana. Esto ayudará a fortalecer los músculos, a mejorar la circulación sanguínea y a reducir el estrés.
  • Beber suficiente agua y evitar el alcohol y el tabaco. Esto ayudará a mantener una buena hidratación y a evitar la deshidratación y la toxicidad hepática.
  • Tomar las estatinas por la noche, antes de acostarse. Esto ayudará a aprovechar el ritmo circadiano del organismo, ya que la síntesis de colesterol es mayor durante la noche.
  • Tomar suplementos de coenzima Q10. Esta sustancia puede ayudar a mejorar el metabolismo energético celular y a prevenir o reducir la fatiga y el dolor muscular causados por las estatinas. Sin embargo, se recomienda consultar con el médico antes de tomar este suplemento, ya que puede interactuar con algunos medicamentos.

Conclusión

Las estatinas son medicamentos muy útiles para reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios en algunas personas, como dolores musculares, fatiga o problemas digestivos o cognitivos.

Estos efectos secundarios pueden ser leves o graves, y afectan al 20 por ciento de los pacientes que toman estatinas.

Existen alternativas que pueden seguirse, siempre de la mano de un profesional, pero que ofrecen soluciones más naturales para tratar el colesterol.

Para prevenir o aliviar los efectos secundarios de las estatinas, se recomienda seguir una dieta saludable, hacer ejercicio físico regularmente, beber suficiente agua y evitar el alcohol y el tabaco. También se puede tomar las estatinas