El efecto Dunning-Kruger o el sentirse superior a los demás

Efecto Dunning-Kruger o sentirse superior a los demás

El efecto Dunning-Kruger  no es más que el sesgo que pueden tener ciertas personas sobre otras (sentirse superior a los demás), de las cuales llegan a creer ciegamente que su criterio, pensamiento o habilidades son mucho mejores que las de otras cuando la realidad expresa totalmente lo contrario.

Especialmente este efecto puede notarse cuando los individuos deben trabajar o colaborar con otros, y es allí cuando se predisponen los sesgos y se manifiesta el sentirse superior a los demás.

El sentido de superioridad distorsiona nuestra percepción que tenemos de nosotros mismos y del entorno. En general, la suposición de una superioridad se puede basar en la propia imagen que uno tiene de sí mismo y en la imagen externa de una persona, o incluso en una falta de coincidencia entre la imagen externa y la imagen propia.

Pero también puede basarse en un error perceptivo per se. Además, el error de superioridad se puede basar en una distorsión de la autoestima, específicamente en el Efecto Dunning-Kruger.

Estudios del efecto Dunning-Kruger

Los responsables de dar a conocer y estudiar este fenómeno son los profesores David Dunning y Justin Kruger. Ellos a través de observaciones e investigaciones pudieron constatar que entre un cúmulo de personas que desempeñan labores o aptitudes en conjunto, algunos tendían a sobrevalorarse o infravalorarse.

Es decir, se descubrió que entre aquellas personas que poseían de verdad mejores conocimientos y destrezas en comparación a su entorno, son aquellos que, irónicamente, se menospreciaban o no daban a reconocer sus talentos.

Mientras que ocurrió todo lo contrario en aquellos sujetos que poseían un nivel bajo de rendimiento o comprensión de ideas, puesto que estos creían firmemente que estaban incluso más capacitados de quienes sí lo estaban y se sentían superior a los demás, sin base que lo justifique.

Para medir y constatar este hecho realizaron unas pruebas que ponían en evidencia sus capacidades sociales e intelectuales, para que posteriormente pudieran realizar una autoevaluación y confirmar mejor los acontecimientos.

Pero quizás lo más increíble de este efecto es que las personas incompetentes pueden llegar a fantasear con superioridad y quizás lo más peligroso de eso es que debido a esa misma incompetitividad sean incapaces de reconocer la verdad del asunto. [1]

La diferencia con la metacognición

A contrario del efecto Dunning-Kruger, la metacognición es un concepto que está muy vinculada a la psicología, la cual la define como el aprendizaje que puede tener el propio individuo sobre sus cogniciones. Es por ello que en el campo del aprendizaje este factor es muy importante, ya que convierte al alumno en una persona capaz y consciente de sus propias habilidades para ponerlas en práctica.

Para hablar de metacognición hay que hablar del reconocimiento y la regulación. La primera se basa en las distinciones de las ideas propias de la persona, ya sea porque es capaz de valorar sobre sus procesos de aprendizaje, cómo el conocimiento adquirido influye sobre él; mientras que en la regulación la persona determina cómo y cuánto desarrollar esas capacidades y sobretodo evaluar las consecuencias. [2]

Por lo que el efecto Dunning-Kruger sería como un antónimo en lo que se refiere la metacognición. Esta “meta-ignorancia” como algunos autores suelen denominarla, se originan por el mismo desconocimiento o experiencia que pueda tener la persona, tomándolo todo a su suerte como “incógnitas por resolver” o por bases erróneas.

Esto supone algo muy serio para ellos mismos, ya que pueden no ser capaces de enfrentar su ignorancia, así como también no visualizarlas. [3]

¿Por qué sucede el efecto Dunning-Kruger?

Este efecto de autoengaño ha sido estudiado en múltiples campos de la psicología y sociología. Por lo que el autoengaño puede darse en diversas áreas de la vida, ya sea porque exista una patología que indique tal comportamiento del cual puede tratarse con terapias cognitivas conductuales; o cuando simplemente se “invoca” a suerte de que no resalte algún trastorno.

Un ejemplo perfecto para este último caso sería una persona con ansiedad que niega rotundamente que los síntomas están por venir, con la finalidad de evadirlos.

Ahora bien, también se puede hablar de autoengaños en términos de irracionalidad, es decir, a juicio de valores, ya que para muchas personas puede ser relevante o no el costo o importancia de las cosas, cosa que se toma mucho en cuenta en la economía.

Por lo que cabe en el efecto Dunning-Kruger, también aquellas personas que trabajan o elaboran sus proyectos por cuenta propia creen rotundamente que su producto es más valioso solo porque han sido partícipe de ello. El sesgo puede interferir en cualquier aspecto de nuestra vida. [4]

La interpretación que pueda darle la persona a un asunto es lo que ratificará el sesgo, si está presente o no, solo que la misma no se daría cuenta de ello. Un ejemplo rutinario sería el de recibir un aumento salarial, todos han recibido su sueldo, pero, en cambio, la persona toma ese hecho como individual y por si fuera poco lo realza positivamente, con los cual experimenta un sentimiento de superioridad ilusorio.

Sobre los conceptos de la metacognición

Aunque muchos autores coincidan en las definiciones que le dan a la metacognición, todavía queda mucho por desarrollar, puesto que encasillar una sola propuesta cerraría las posibilidades de otras.

Las diferencias con las que se suele tropezar al emplear este término es que algunos lo describen como fuente de un objetivo, mientras que otros lo ven desde un modo más automático e intrínseco del mismo.

Por más ambiguo que han de sonar, al menos la mayoría puede acertar que es un proceso cognitivo del cual la persona lo tiene presente.

Aunque desde otro plano, esta metacognición puede llevarse a cabo cuando el individuo puede reconocer habilidades, conocimiento y sentimientos no solo en sí mismo, sino en otra persona.

Bibliografía:
  1. Santander, Cristian. (2017). Investigación Básica de Marketing en argentinos de
    CABA en 2017. Ley de Weber, Efecto Dunning-Kruger + Efecto Forer, Efecto Anclaje, Net Promotor Score y Branding. Universidad de San Andrés. Escuela de Administración y Negocios. Maestría en Marketing y Comunicación (Argentina). Recuperado de http://repositorio.udesa.edu.ar/jspui/handle/10908/16001
  2. Valenzuela, A. (2019). ¿Qué hay de nuevo en la metacognición? Revisión del concepto, sus componentes y términos afines. Educ. Pesqui. Vol. 45. Recuperado de https://www.aacademica.org/000-054/43
  3. Dunning, D. (2011). Chapter five – The Dunning–Kruger Effect: On Being Ignorant of One’s Own Ignorance. Advances in Experimental Social Psychology. Vol. 44, 247-296. Recuperado de https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B9780123855220000056
  4. Martínez, F. (2013). Autoengaño humano: un procesamiento cognitivo endémico. Aportes desde la economía del comportamiento y otras disciplinas. V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología XX Jornadas de
    Investigación Noveno Encuentro de Investigadores en Psicología del
    MERCOSUR. Facultad de Psicología – Universidad de Buenos Aires. Recuperado de http://www.scielo.br/pdf/ep/v45/1517-9702-ep-45-e187571.pdf