En nuestro tiempo, los rápidos cambios en los datos socioeconómicos han provocado cambios en la estructura y el funcionamiento de la familia, con el resultado de que los padres pasan la mayor parte del tiempo lejos de sus hijos.
Los problemas emocionales y los comportamientos antisociales de los niños tienen sus raíces en la falta de comunicación dentro de la familia y en los problemas en las relaciones entre padres e hijos.
Los psicólogos y educadores aconsejan a los padres que pasen tiempo de calidad con sus hijos y explican que la cantidad de tiempo que pasan juntos no es tan importante como la calidad.
¿A qué edad nos referimos cuando decimos niño?
Se considera niño típico a cualquier persona de 0 a 18 años, es decir, desde el nacimiento hasta la edad adulta.
En esta propuesta, el término niño significará niños en edad preescolar, es decir, desde el nacimiento hasta los 6 años, porque son el período más importante de la vida humana.
Estos años son los más decisivos para la maximización de su desarrollo, la formación de la personalidad del niño y el fundamento de su educación. Los científicos y educadores enfatizan que: “Los primeros años de la vida de un niño son una época de extraordinario potencial. Sin embargo, estas oportunidades se pueden perder si los padres y educadores tienen lazos débiles con los bebés y niños pequeños o si las experiencias de juego y los conocimientos de los infantes y niños pequeños se ofrecen en un marco de acción “estrecho” e inadecuado para su desarrollo”.
¿Qué significa darles atención y tiempo de calidad?
El tiempo de calidad y la atención es aquella en la que los padres comparten experiencias con sus hijos, realizan juntos actividades que son motivo de satisfacción para los niños y contribuyen a su desarrollo y desarrollo integral en todos los ámbitos, cognitivo, psicomotor y emocional.
Los beneficios de darles atención y tiempo a los niños
El campo cognitivo incluye la estructura lingüística del niño, es decir, el cultivo de la comprensión, la expresión oral, las habilidades de comunicación, la alfabetización y el cultivo de las funciones mentales, la memoria, el juicio, la imaginación, la creatividad, el cultivo del pensamiento científico y lógico.
El campo emocional incluye el cultivo de la autonomía personal y la socialización. Los parámetros según la teoría de la inteligencia emocional son el desarrollo de la autoconciencia, (autoimagen positiva), la autorregulación (autocontrol), la conducta motivacional. Habilidades de comunicación y empatía (capacidad de ponerse en el lugar del otro).
El sector psicomotor incluye:
- Movilidad gruesa: caminar, correr, saltar, controlar grandes movimientos;
- movilidad fina, agarrar, pasar, ensamblar, cortar, sujetar, escribir, sujetar herramientas, etc.
Los datos de investigación actuales sobre la relación entre el desarrollo cognitivo y la neurofisiología del cerebro indican la necesidad de crear neuronas complejas que sean la infraestructura del conocimiento futuro y mejoren el aprendizaje posterior.
Es por eso que los padres necesitan crear muchas oportunidades de aprendizaje con sus hijos, para ello se necesita prestar atención a los niños, cuando son niños. Oportunidades para reflexionar, experimentar, procesar, observar, descubrir, comprender, revisar y experimentar.
Los niños no son adultos jóvenes. Son personalidades especiales, con una forma de pensar especial, diferente a los adultos y con mayores necesidades emocionales debido a su corta edad.
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