Eres la madre que tu hijo necesita…

Estás preparada para ser madre

La mayoría de las veces, las madres suelen sentirse inseguras sobre su capacidad de cuidar, educar y darles lo que sus hijos realmente necesitan. No saben si realmente están preparadas para ser madres.

Estas dudas muchas veces suceden por la inexperiencia, o por haberse sentido fracasadas en intentos anteriores, sin embargo, la vida es un camino de aprendizaje, y ser madre también es algo que se aprende.

¿Crees en la suerte? ¿El destino? Si estás de acuerdo en que nada es aleatorio en el universo y que todo sucede por una razón, definitivamente estarás de acuerdo con las siguientes palabras. 

Pero incluso si todo es demasiado… metafísico para tu gusto, aún encontrarás una parte de ti mismo en la siguiente reflexión, ya que no se trata de creencias, la historia, a lo largo de los siglos, ha demostrado que la madre sabe antes que nada como ser madre de sus hijos, de forma innata.

Eres la madre que tu hijo necesita

Te dieron estos niños porque eres exactamente lo que necesitan. Tú tienes la motivación y el amor para ofrecerles todo lo que necesitan.

Como madre representas la voluntad para levantarte cada mañana y retomar una y otra vez la promesa que hiciste… de proteger estas almas. Incluso cuando estás exhausta y sientes que ya no puedes.

Tu sonrisa es lo que más anhelan ver y tu caricia les hace sentir que todo estará bien al final, que están en las mejores manos. Eres su escondite, eres su brillante ejemplo. Estás hecha para ellos, madre fuerte.

Los días que te cuestiones, las noches que dudes de lo que has hecho, recuerda cómo tus hijos llegaron a ti por eso mismo. Porque eres tú, con tus errores y tus aciertos. Estás destinada a ellos, ellos estaban destinados a ti.

Lo creas por completo o no, debes admitir que la esencia de estas palabras contiene una verdad: tú eres su madre, ellos son tus hijos y eso no se puede cambiar. Uno ya ha sellado la vida del otro. El vínculo que ya se ha creado es eterno, resistente al tiempo y las dificultades. Sus sonrisas, miradas, «te amo» son tu destino.

No hay forma de fracasar en tu viaje como madre, tienes ese destino, y el amor es tu mejor guía.