¿Cuáles son las razones por las que procrastinamos?

Comportamiento del procrastinador crónico

¿Alguna vez has pospuesto algo extremadamente importante para el último minuto sabiendo muy bien que tenías que hacerlo desde antes? La procrastinación es el aplazamiento deliberado de una acción o tarea que eventualmente debe realizarse. 

La mayoría de las veces, sabemos que, en última instancia, experimentaremos un mayor malestar debido a este retraso. Hasta cierto punto, todos somos procrastinadores. Aproximadamente una quinta parte de la población adulta y la mitad de la población estudiantil se perciben a sí mismos como procrastinadores severos y crónicos. 

Para algunos, esto no es un problema importante, pero para otros, la postergación es la fuente de un estrés y ansiedad considerables que pueden ser muy debilitantes. Este comportamiento puede tener consecuencias negativas en el rendimiento, las relaciones sociales y el bienestar. No es realmente una cuestión de gestión del tiempo. 

Los procrastinadores generalmente son conscientes de lo que necesitan lograr, incluso si no lo hacen, así que aunque le des un diario o recomiendes una nueva aplicación de calendario a aquel procrastinador en tu vida, no va a cambiar nada. 

Las investigaciones sugieren que existen diferentes tipos de procrastinadores, incluidos el Leve, Medio, Bien adaptado, Severo y Mayormente deprimido.

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Si los procrastinadores están estresados ​​todo el tiempo, ¿por qué continúan haciéndolo? La procrastinación es un comportamiento psicológico complejo que está motivado por algunas razones simples:

  1. La actividad parece demasiado difícil, por lo que evitamos hacerla para hacer algo más sencillo en su lugar.
  2. La actividad requiere demasiado tiempo, así que la posponemos porque no tenemos este tiempo disponible.
  3. Sentimos que no tenemos el conocimiento o las habilidades para completar la actividad y a nadie le gusta cometer errores.
  4. Tenemos miedo de que otros se den cuenta que no somos inteligentes o que hemos desperdiciado el tiempo requerido.

Terminar con esta forma de pensar significa entrenarse para hacer exactamente lo contrario cada vez que te encuentres posponiendo las cosas para más tarde. Se necesita PRÁCTICA y ACCIÓN. El comportamiento se ve reforzado por las recompensas positivas, que vendrán cuando te des cuenta de que has completado algo a tiempo y sin estrés.

Razones detrás de los procrastinadores crónicos

A veces, sin embargo, existen razones fundamentales aún más complejas por las que las personas son procrastinadores crónicos. Estas razones no siempre son obvias para el procrastinador y es posible que se requiera ayuda profesional adicional para superar la causa raíz del problema.

Perfeccionismo

Las personas con expectativas o estándares poco realistas que creen que todo debe funcionar sin problemas. Estas expectativas les pueden ser impuestas por otros (padres, familia, compañeros, etc.) o autoimpuestas. 

Los perfeccionistas tienden a criticar más de lo que adulan. El perfeccionista quiere lograrlo todo sin problemas, y pospondrá el inicio de proyectos al sentirse abrumado por la energía que le requerirá completarlo, además utiliza palabras como debo, estoy obligado, es mi deber, tengo que, etc.

Ira u Hostilidad

La procrastinación puede aparecer en respuesta a la ira u hostilidad hacia alguien, como un maestro, entrenador, compañero de trabajo, padre u otro ser querido. La tarea se pospone para molestar o vengarse, sin embargo, el procrastinador siempre pierde al final.

Baja tolerancia a la frustración

Algunas personas se rinden muy fácilmente y tienden a encontrar ciertas situaciones intolerables o injustas para ellos. Se sienten la víctima. Suelen enojarse y quejarse mucho, sentir que las cosas son injustas o demasiado difíciles, así como expresar cómo se sienten como la única persona que tiene que hacer lo que tienen que hacer. 

Así que lo posponen hasta que se sientan mejor, excepto que sienten lo mismo al día siguiente.

Duda de uno mismo

Esto típicamente describe a una persona que continuamente se menosprecia a sí misma y tiende a no creer en sí misma, incluso cuando es claramente evidente que está teniendo éxito. Estas personas tienden a creer que todos los logros son el resultado de la suerte y tienen grandes dificultades para aceptar elogios o cumplidos por su trabajo o desempeño. 

Este tipo de sistema de creencias hace que las personas procrastinen porque simplemente no creen en sí mismas o en su capacidad para alcanzar ciertos niveles de logro. Se sienten incómodos con el éxito y encontrarán formas de experimentar menos éxito y ser menos visibles

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