Cómo superar la ansiedad a las conversaciones por teléfono

Mantenerse en contacto con tus seres queridos sin verlos en persona se ha vuelto aún más importante durante la pandemia. Pero para algunas personas, tener una conversación por teléfono puede ser una experiencia estresante.

La telefonofobia (ansiedad telefónica) es el miedo y la evitación a las conversaciones telefónicas y es común en las personas con trastorno de ansiedad social.

El hecho de que odies las conversaciones telefónicas no necesariamente significa que tengas ansiedad telefónica, aunque ambos pueden estar relacionados. Por supuesto, hay muchas personas a las que simplemente no les gusta hacer ni recibir llamadas.

Síntomas de telefonofobia

Pero si esta insatisfacción te causa algunos síntomas, es posible que tengas ansiedad telefónica.

Algunos de los síntomas emocionales de la ansiedad telefónica incluyen:

  • retrasar o evitar hacer llamadas debido al aumento del estrés
  • sentirse extremadamente nervioso o ansioso antes, durante y después de la llamada y
  • obsesión o preocupación por lo que dirás

Los síntomas físicos incluyen:

  • Cinetosis
  • aumento de la frecuencia cardíaca
  • dificultad para respirar
  • mareos y
  • tensión muscular

Si te sientes de esta manera, no estás solo. Una encuesta de 2019 a trabajadores de oficina en el Reino Unido encontró que el 76% de los millennials y el 40% de los baby boomers tienen pensamientos ansiosos cuando suena su teléfono.

Debido a esto, el 61% de los millennials evitan las llamadas por completo, en comparación con el 42% de los baby boomers. Si padeces estos síntomas, hay algunas cosas que puedes hacer para reducirlos.

Hablar por teléfono supone un enorme estrés

Hablar por teléfono puede ser estresante porque estamos limitados a los sonidos de nuestras voces. En ausencia de otras señales sociales (gestos, lenguaje corporal, contacto visual), muchos se concentran demasiado y analizan en exceso en sus mentes cada sonido y tono de voz en la conversación, mientras que también están ansiosos por la elección de palabras.

Gracias a la tecnología, a menudo podemos pasar días, semanas o incluso meses sin hablar directamente con otras personas por teléfono. Un estudio encontró que las personas ansiosas prefieren enviar mensajes de texto a hacer llamadas telefónicas. Caracterizan esta comunicación como un medio superior para el contacto expresivo e íntimo.

Algunas personas eligen los mensajes de texto porque les dan tiempo para pensar en la redacción de lo que quieren decir y, al mismo tiempo, mantienen la «conversación» relajada. En algunos casos, desarrollan una personalidad diferente, distinta y en contraste con su vida real.

Investigaciones también muestran que la ansiedad telefónica está relacionada con preocuparse por lo que la otra persona pueda estar pensando. Al eliminar la reacción inmediata de los demás a las conversaciones verbales, los mensajes de texto pueden ofrecer a las personas con ansiedad telefónica una forma de tener contacto social sin temor al rechazo.

Otra razón por la que las llamadas telefónicas a veces pueden ser estresantes es el estrés que conlleva convertirse en el foco de atención de otra persona. En las conversaciones cara a cara, tenemos muchas distracciones en nuestro entorno: miramos hacia otro lado, o supuestamente estamos revisando nuestro teléfono celular, o tomando café, etc.

Esto puede simplificar la interacción y hacer que la conversación fluya con naturalidad. En una llamada, no hay distracciones externas, por lo que muchos pueden sentir que se convierten en el foco de atención del otro para responder de inmediato.

Las pausas en una llamada telefónica también pueden hacernos sentir incómodos. En el contacto cara a cara podemos ver cuando alguien se distrae o adivinar lo que está pensando. Pero en la comunicación telefónica los silencios se vuelven incómodos.

También estamos acostumbrados a revisar un correo electrónico, un mensaje de texto o algo que escribimos en las redes sociales dos o tres veces antes de presionar el botón de enviar. Este no es el caso en una conversación telefónica y muchas personas se sienten ansiosas.

Es fácil posponer o evitar las llamadas por completo cuando te sientes ansioso, pero cuanto más tiempo lo dejes sin resolver, peor se vuelve la ansiedad. La buena noticia es que no tienes que sufrir en silencio. Existen muchas técnicas útiles que pueden ayudarte a romper este patrón de estrés.

Contesta el teléfono

Una de las formas más efectivas de superar la ansiedad telefónica es exponerse a más llamadas telefónicas. Cuanto más lo hagas, menos estresante se volverá. También es posible que el estrés telefónico esté simplemente relacionado con la falta de experiencia. Cuanto más practiques, menos ansioso y más seguro te sentirás.

Puedes comenzar este proceso haciendo una lista de las personas con las que necesitas hablar por teléfono, como amigos o colegas, y pensar después de cada llamada telefónica sobre lo que te hizo sentir ansioso.

Por ejemplo, podrías pensar que dijiste algo mal, o puedes sentir que tu interlocutor te ha juzgado un poco. Cuando termine la llamada, reconocer lo que sucedió te motivará a pasar a la siguiente llamada.

Si has intentado combatir la ansiedad telefónica o crees que puedes beneficiarte de la búsqueda de ayuda profesional, el asesoramiento es una excelente opción y hay muchas terapias del habla disponibles. La terapia cognitivo-conductual es un tratamiento muy eficaz para la ansiedad social.