Bigamia | El lado oscuro de tener dos familias

Conociendo el trasfondo psicológico de la bigamia

La bigamia es una condición castigada por la ley en los países occidentales. Además, se trata de una situación incomprensible, estresante y agotadora. Entonces ¿por qué sucede?

Por bigamia se conoce al hecho de que un hombre tenga dos esposas. Esto no tiene nada que ver con la poligamia, y no solo por el número de mujeres, como veremos más adelante. El bígamo suele ubicar las dos familias en lugares geográficos diferentes y las mantiene en ignorancia entre sí. Es decir, ninguna de ellas sabe de la existencia de la otra. Es común que estos individuos justifiquen sus ausencias por razones de trabajo. Así, cuando se trata de ciudades diferentes, viven en una casa durante los días laborales y en los fines de semana, viajan a la otra.

En los países de Europa, América y Oceanía, que de manera tradicional son cristianos, la bigamia no es legal. Se trata de un estado punible y vergonzoso, que se castiga con prisión. Además, el segundo matrimonio se declara inválido apenas se conoce el hecho. En cambio, en las naciones islámicas (África y Oriente Medio) y otras, con distintas influencias culturales, se practica la poligamia. Siendo cuatro la cantidad máxima de esposas aceptadas por los musulmanes. El número permitido varía para cada hombre y depende, básicamente, de su condición económica.

En la Biblia (Nuevo Testamento) se permite que cada hombre tenga una sola esposa, para que pueda mantenerla y cuidarla apropiadamente. En el Imperio Romano la mujer bígama era castigada por el crimen de adulterio y el hombre por el de estupro. La primera ley sobre tal delito fue emitida por Valeriano. Este emperador, al igual que Diocleciano y Maximiano, consideraron reo de infamia al varón que viviera con dos mujeres. El Código Justiniano incluyo dicha prohibición. En la actualidad, la pena de cárcel por esa transgresión varía entre 6 meses y 4 años.      

Análisis de la bigamia desde el punto de vista de las ciencias

David Barash, biólogo evolucionista y miembro de la cátedra de psicología de la Universidad de Washington, ha dicho: “La monogamia es obligada a lo largo del mundo occidental, pero la infidelidad es universal”. Él mismo afirma que, al igual que sucede con los animales, no es sencillo ni “natural” ser fieles. Por razones biológicas, tanto el hombre como la mujer tienden a desear más de una pareja sexual. Quienes no lo hacen, solo se están sometiendo a su compromiso socio-cultural, sigue diciendo Barash.

Alfred Kinsey, pionero de la investigación sobre la sexualidad humana, expresó que el coito extramarital es una necesidad que la gran mayoría de los hombres entiende. Sin embargo, a muchas mujeres les cuesta aceptar que un hombre felizmente casado desee estar con otra mujer. Entre las razones que mueven a los hombres a cometer bigamia se encuentran:

  • Tedio. Después de que su entusiasmo sexual inicial se ha apagado, necesitan un nuevo estímulo para reactivarse.
  • Biológica. La producción continua de esperma necesita una salida del cuerpo; así que, las opciones son el coito y la masturbación. En el entendido de que los llamados sueños húmedos son una alternativa aceptable solo para los adolescentes.
  • Represalia. Si la esposa ha sido infiel, el hombre se siente con derecho a hacer lo mismo.
  • Castigo. Situación que se da entre parejas mal avenidas. Para estas, el odio entre ambos es real; pero, el divorcio, por diversas razones, no es una opción aceptable.
  • Atracción. Este sería el caso en el que el interés ha sido despertado por otra mujer. Además, la misma se encuentra disponible.

Pero, ¿por qué casarse? Muchos tienen otra mujer sin infringir la ley. Básicamente, porque se han enamorado de la segunda mujer, y estas que ignoran su estado civil les exigen matrimonio. A su vez, por causa de los hijos u otra, no son capaces de divorciarse de la primera esposa. Entonces, en lugar de tener dos familias en serie, las tienen en paralelo, con toda la carga emocional que eso implica. Y es que, por el hecho de ser una condición secreta, la bigamia puede llegar a producir mucha ansiedad en el hombre. Sin mencionar el impacto sobre su economía.

Relación de la genética con de la bigamia

¿Existen factores genéticos que induzcan la infidelidad matrimonial? El gen DRD4 es comúnmente usado para estudiar las causas de los trastornos psiquiátricos y ciertas conductas humanas. Se trata de un marcador hacia la dopamina y se le llama el gen del adulterio. El número de veces que se repite en la estructura del ADN puede variar entre 2 y 11. Pero, se ha encontrado que aquellos con más de 7 repeticiones de DRD4 tienen propensión a practicar el sexo fuera del lecho conyugal.

Sin embargo, no se puede afirmar que este sea el “gen de la infidelidad”. Ni que el individuo posea una necesidad sexual mayor que sus congéneres. Más bien se podría decir que estas personas, mujeres u hombres, buscan experimentar sensaciones nuevas con frecuencia. Así, es posible pensar que las múltiples repeticiones de DRD4 predisponen a la gente hacia los deportes extremos. O cualquier otra actividad que implique emociones intensas y sea una novedad. Por ejemplo: lanzarse de candidato a la presidencia de un país.

En conclusión, la bigamia tiene un alto costo emocional, legal y económico. Así que, no considere como una opción esta parafilia que pone en riesgo su salud física y mental. Si su organismo le pide correr nuevas aventuras, busque alternativas que le permitan liberar ese estrés. Incluso, muchas de esas emocionantes actividades podrían hacerlas juntos, mejorando los lazos en el hogar. Si siente que necesita consultar su relación afectiva con alguien externo a la misma, busque ayuda psicológica.