A nadie le gusta que otros regañen a sus hijos y menos cuando se está presente en la escena. Ahora bien, la respuesta a este hecho va a depender de varios factores que vale la pena conocer.
En el parque, en el supermercado, en la calle, en casa de algún familiar, en casa de unos amigos, etc. Todos son lugares donde puede ocurrir que el niño se pelee con otro, llore, grite, tenga una rabieta y donde un adulto, que no es el progenitor, le regañe. Pero, ¿cómo debo actuar si otros regañan a mi hijo?
¿Cómo actuar como padres ante el regaño de otra persona hacia nuestro hijo?
Cuando es otra persona la que reprende al niño, se produce en los progenitores una reacción inmediata de rabia, sintiendo que se cuestiona su paternidad y su modelo de crianza.
Analiza la situación con objetividad
Es muy probable que al molestarnos, no tengamos la cabeza fría para reflexionar sobre el trasfondo de la situación. Pero es clave mantenernos calmados y mirar las cosas con objetividad.
Recuerda que los padres somos el principal referente para los pequeños, por lo que si actúas de manera agresiva o exaltada, el niño lo asimilará como la forma para responder en similares circunstancias. Es clave demostrar con actos que aunque hay quienes puedan tener una conducta inadecuada, no se debe responder de la misma manera.
Dialoga con el adulto de manera privada
Podemos hablar a solas con el adulto para mostrar nuestro desacuerdo y después hacerlo con nuestro hijo para matizar la situación y asegurarnos de que ha entendido qué ha sucedido. Esta opción es bastante habitual, por ejemplo, con abuelos o familiares cercanos a los que no queremos desautorizar delante del niño, pero con los que no necesariamente estamos de acuerdo.
Si el regaño es severo
Por ejemplo, si vemos que un familiar reta a nuestro hijo de mala manera, podemos intervenir con calma en el momento, evitando el conflicto y las discusiones y explicándole al niño por qué lo retaron, luego, podemos hablar aparte con el adulto para expresarle nuestra postura al respecto. Así evitaremos futuras situaciones similares o enojos por no haberlo hablado en su momento.
Si vemos que el niño se quedó angustiado por la situación o presenció una discusión entre adultos por este tema, es importante poner en palabras algo de lo que está pasando y aclarar la situación.
Podemos mostrar nuestro desacuerdo con el regaño
Si no estamos de acuerdo con la forma en la que otra persona ha regañado a nuestro hijo, podemos mostrar nuestro enfado de forma abierta. En este caso, no tenemos que mostrarnos agresivos, porque así le transmitiríamos a nuestro hijo que esa es la manera de solucionar los conflictos. Y esto es justamente lo que no queremos.
Realmente, la manera en que reaccionemos depende de la forma en que regañaron al niño, la persona que lo regañó y la enseñanza que se transmitió con el regaño. Por supuesto, cualquier tipo de violencia física o verbal sí será totalmente inaceptable.
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