Anomia, sus causas, síntomas y tratamiento psicológico

Hombre que padece animia

La anomia es un trastorno del lenguaje que se caracteriza principalmente, por la incapacidad de pronunciar el nombre de un objeto, animal, entre otros. No obstante, existen diversos tipos de anomia, cada uno se caracteriza por algo en particular. A continuación se define este trastorno, se explican sus tipos, causas y tratamientos.

¿En qué consiste la anomia?

Además de ser un trastorno del lenguaje, es a su vez, un desorden neuropsicológico. La anomia es a menudo un síntoma de diversas afasias, las cuales se producen a causa de una patología o traumatismo cerebral. La forma más común de anomia se asocia con la incapacidad de utilizar los sustantivos correspondientes a las cosas.

Por lo tanto, la persona con este trastorno no puede pronunciar el nombre de lo que observa o la idea que quiere expresar. Aunque sepa bien de qué se trata, se le imposibilita encontrar el sustantivo adecuado para etiquetar un objeto o animal en concreto.

Por ejemplo, una persona con anomia, en lugar de decir ‘vaso’, puede comenzar a señalar características de este en lugar de decir la palabra ‘vaso’. Es decir, podría referirse al vaso simplemente como el objeto o recipiente en el que se bebe agua u otra bebida.

Tipos de Anomia

La anomia no sólo se centra en la incapacidad de llamar las cosas por su nombre, pues hay tres tipos distintos de este trastorno. Entre ellos se encuentran la anomia semántica, la pura o léxica, y la fonológica.

Semántica

Por un lado, la anomia semántica es aquella en la que la persona es incapaz de recordar o asociar una imagen a una palabra o viceversa porque no puede identificarlo. Es decir, no puede acceder a la conceptualización de un objeto, por lo cual, no sabe lo que es.

Pura o léxica

En cambio, en la anomia pura o léxica, la persona sabe y reconoce los objetos como lo que son. Pueden describirlos y asociarlos con otras cosas, sin embargo, no encuentran la palabra o etiqueta indicada para puntualizar el objeto.

Fonológica

Por último, está la anomia fonológica, en la cual el sujeto puede conocer el concepto del objeto, sabe cómo se llama o la palabra que debe utilizar para referirse a él, pero es incapaz de pronunciar los fonemas correspondientes a la palabra.

¿Cuáles son sus causas?

Las causas de este trastorno del lenguaje son diversas. Por un lado, y como ya se mencionó antes, pueden aparecer como síntoma de algunas afasias. Por ende, la anomia puede ser causada por lesiones y/o alteraciones cerebrales. Siendo así, también es común que este trastorno se dé junto a otros además de las afasias.

Asimismo, la anomia puede aparecer a causa del envejecimiento del encéfalo, por lo que, personas de edades avanzadas pueden presentar este trastorno. Muchas demencias también tienen como síntoma la anomia, un claro ejemplo es el Alzheimer.

Además de esto, muchas personas a lo largo de sus vidas pueden presentar en algún momento un lapsus de anomia. Este se da en forma de anomia pura o léxica, en la cual el individuo quiere nombrar algo, pero no logra recordar su nombre.

A menudo, cuando las personas tienen esta experiencia, señalan que tienen la palabra en la punta de la lengua, pero tienen un bloqueo momentáneo que les impide recordarla.

Tratamientos

Este trastorno puede generar frustración en quien lo padece y afectarle negativamente en su vida cotidiana. Por suerte, existen tratamientos eficaces que le permitirán al individuo recuperar sus habilidades de lenguaje. Los tratamientos consisten en terapias de habla-lenguaje, bien sea individual o grupal.

Dependiendo del tipo de anomia, las personas pueden ser sometidas a diversas actividades. Siendo así, las terapias de acuerdo al tipo de anomia pueden ser las siguientes:

Semántica: las actividades a realizar por un anómico semántico consisten en la relación o emparejamiento de imágenes y palabras, así como características semánticas e imágenes y definición de palabras.
Léxica: las personas con anomia pura o léxica deberán realizar actividades completando oraciones. Asimismo, tendrán que crear palabras que rimen y aportar claves fonológicas.
Fonológica: En este caso, las actividades consisten en la repetición de palabras modulando su longitud y complejidad. También la lectura en voz alta y los juicios de rima son fundamentales en la terapia para la anomia fonológica.

Ante cualquier señal que indique algún tipo de anomia, es importante acudir a un especialista para que realice un diagnóstico y poder comenzar con el tratamiento pertinente.