El fenómeno del amigo imaginario es un fenómeno social y psicológico que se suele encontrar en niños en edad preescolar (3-5 años). A través de la imaginación del niño, se crea una amistad entre él y la persona imaginaria. Cuando un padre se da cuenta de que su hijo tiene un amigo imaginario, generalmente se asusta y se preocupa. Pero, ¿este fenómeno es realmente preocupante o es un juego normal y saludable en esta etapa de la vida?
El fenómeno de los amigos imaginarios
Es bastante común que los niños creen con su imaginación una persona con la que conversan y juegan. Le dan un nombre a esta persona y actúan como si realmente existiera. A los padres les preocupa que los niños tengan dificultades para distinguir entre la realidad y la fantasía, pero esto no es del todo cierto. La mayoría de los niños se dan cuenta de que su amigo imaginario no existe realmente.
Es más probable que una niña tenga un amigo irreal que un niño. Las niñas sienten la necesidad de cuidar a esta persona imaginaria, mientras que los niños optan por darle al personaje cualidades sobrenaturales. Por lo general, el fenómeno ocurre hasta los 7 años, cuando los niños abandonan a su amigo imaginario.
Mucha gente piensa que un niño debe estar solo y ser tímido para poner a una persona fantástica en su vida. Pero esto no es cierto. Estos niños suelen ser más sociables y tienen un pensamiento más creativo que los niños que no tienen un amigo imaginario.
Incluso también hay casos de adultos que tienen un amigo imaginario. Este hecho por sí solo no es necesariamente una preocupación, ya que parece estar asociado con la existencia de un amigo imaginario de la infancia. Pero si la persona escucha voces o ve cosas que no existen, puede haber un trastorno mental como la esquizofrenia.
¿Cuáles son las razones por las que un niño necesita ser un amigo imaginario?
Los niños de esta edad reciben ánimos y siguen los consejos que les dan sus amigos imaginarios. Es su compañía con la que pasan el tiempo, juegan juntos y les ayuda a reducir la soledad que pueden experimentar. A través de la interacción, incluso la imaginaria, el niño adopta algunos roles. Esto le ayuda a descubrir y consecuentemente adoptar nuevos comportamientos.
Los niños de esta edad descubren constantemente cosas nuevas, algunas de las cuales pueden asustarlos. Con la ayuda de amigos imaginarios se sienten más valientes y capaces de afrontar sus miedos. En otras palabras, funcionan como un mecanismo de protección y estímulo.
En el momento en que un padre observa a su hijo hablando o jugando con un amigo imaginario, primero se requiere calma. No está bien discutir, asustar o incluso engañar al niño. Es importante hablar con él de su amigo imaginario, aprender información sobre él para saber cómo ayuda al niño esta amistad imaginaria.
Pero también hay casos en los que el amigo imaginario incita al niño a hacer las cosas con violencia o a asustarse con su presencia. Si los padres se dan cuenta de esto, pueden buscar ayuda de un profesional de la salud mental para aprender a manejar la situación de manera adecuada. En cualquier caso, el padre necesita hablar con el niño de forma tranquila para entender qué necesidad llevó a la aparición del amigo imaginario y cuáles son las condiciones que la mantienen.
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