7 signos de recaída en la depresión que debes tomar en cuenta

La depresión es una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo y que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental. Aunque existen tratamientos efectivos para la depresión, muchas veces los síntomas pueden volver a aparecer después de un periodo de mejoría.

Esto se conoce como recaída o recurrencia y puede ocurrir por diversos factores, como el estrés, los cambios hormonales, la falta de adherencia al tratamiento o la presencia de otros trastornos.

Es importante estar atento a los signos de recaída en la depresión, ya que cuanto antes se detecten y se busque ayuda profesional, mejor será el pronóstico y la recuperación.

Síntomas de recaída en la depresión

A continuación, te presentamos 7 signos de recaída en la depresión que debes tomar en cuenta.

1. Pérdida de interés o placer por las actividades que antes disfrutabas

Uno de los síntomas más característicos de la depresión es la anhedonia, es decir, la incapacidad para sentir placer o interés por las cosas que antes te gustaban o te motivaban.

Si notas que has dejado de hacer tus hobbies, que te cuesta relacionarte con tus amigos o familiares, que no tienes ganas de salir de casa o que te sientes indiferente ante lo que te rodea, puede ser una señal de que estás sufriendo una recaída.

2. Cambios en el apetito o el peso

Otro signo de recaída en la depresión es el cambio en el apetito o el peso. Algunas personas pierden el apetito y el interés por la comida cuando están deprimidas, lo que puede provocar una pérdida de peso significativa.

Otras personas, en cambio, comen más de lo habitual o recurren a alimentos poco saludables para aliviar su malestar emocional, lo que puede causar un aumento de peso. Estos cambios pueden afectar tanto a la salud física como a la autoestima y el estado de ánimo.

3. Alteraciones del sueño

El sueño es fundamental para el bienestar psicológico y físico, ya que durante el sueño se regulan muchas funciones vitales del organismo. Sin embargo, la depresión puede alterar el sueño de diferentes maneras.

Algunas personas tienen dificultades para conciliar el sueño o se despiertan varias veces durante la noche, lo que se conoce como insomnio. Otras personas duermen más horas de lo normal o tienen somnolencia diurna excesiva, lo que se llama hipersomnia.

Estas alteraciones del sueño pueden afectar al rendimiento cognitivo, a la memoria, a la concentración y a la energía.

4. Sentimientos de tristeza, culpa o vacío

La depresión se caracteriza por un estado de ánimo bajo, triste o apático que dura más de dos semanas y que no se debe a una causa externa.

Las personas que sufren una recaída en la depresión pueden experimentar sentimientos de tristeza profunda, culpa, vergüenza, inutilidad o vacío existencial. Estos sentimientos pueden ser difíciles de manejar y pueden interferir con el funcionamiento diario.

5. Irritabilidad o ansiedad

La depresión no solo se manifiesta con tristeza, sino también con irritabilidad o ansiedad. Las personas que padecen una recaída en la depresión pueden tener un umbral más bajo para tolerar las frustraciones, los conflictos o las críticas.

Esto puede hacer que se enfaden con facilidad, que sean más agresivas o que tengan problemas para controlar sus impulsos. También pueden sentirse nerviosas, inquietas, preocupadas o temerosas por cosas que antes no les afectaban tanto.

6. Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones

La depresión puede afectar al funcionamiento cognitivo y dificultar la atención, la concentración, la memoria o el razonamiento. Las personas que experimentan una recaída en la depresión pueden tener problemas para seguir una conversación, para leer un libro, para estudiar o para trabajar.

También pueden sentirse indecisas, confusas o inseguras a la hora de tomar decisiones, incluso las más simples. Estas dificultades pueden generar frustración, estrés o baja autoconfianza.

7. Pensamientos negativos, pesimistas o suicidas

La depresión puede distorsionar la forma de percibir la realidad y generar pensamientos negativos, pesimistas o suicidas. Las personas que sufren una recaída en la depresión pueden tener una visión negativa de sí mismas, de los demás y del futuro.

Pueden creer que no tienen solución, que no merecen ser felices, que nadie les quiere o que son una carga. Estos pensamientos pueden llevarles a perder la esperanza, a aislarse o a tener ideas de autolesión o suicidio.

¿Qué hacer ante una recaída en la depresión?

Si reconoces alguno de estos signos de recaída en la depresión, lo primero que debes hacer es buscar ayuda profesional.

Un psicólogo o un psiquiatra podrá evaluar tu situación, ofrecerte un diagnóstico adecuado y recomendarte el tratamiento más apropiado para tu caso. El tratamiento puede incluir psicoterapia, medicación o una combinación de ambos.

Además de seguir el tratamiento, también puedes adoptar algunas medidas para prevenir o afrontar una recaída en la depresión, como:

  • Mantener una rutina diaria que incluya hábitos saludables de alimentación, sueño e higiene.
  • Practicar ejercicio físico moderado y regular, ya que tiene beneficios tanto para el cuerpo como para la mente.
  • Evitar el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias que puedan empeorar los síntomas depresivos.
  • Buscar apoyo social en tus familiares, amigos o grupos de ayuda mutua. No te aísles ni te encierres en ti mismo.
  • Realizar actividades que te gusten, te relajen o te distraigan. No abandones tus hobbies ni tus proyectos personales.
  • Fomentar el pensamiento positivo y racional. Cuestiona los pensamientos negativos y busca evidencias que los contradigan.
  • Aprender técnicas de relajación, meditación o mindfulness que te ayuden a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo.
  • Buscar sentido a tu vida y a tu sufrimiento. Encuentra un propósito, una motivación o una ilusión que te impulse a seguir adelante.

Recuerda que la depresión es una enfermedad que tiene tratamiento y que se puede superar. No te rindas ni te des por vencido. Pide ayuda y confía en tu capacidad de recuperación.