Los mensajes positivos que nos decimos a nosotros mismos pueden producir grandes cambios en nuestro comportamiento, nuestros hábitos y por tanto en nuestro destino.
Los mensajes que nos damos a nosotros mismos todos los días tienen un enorme poder. Todo aquello que nos repetimos puede convertirse en «verdad», incluso cuando no lo es. Cualquier entrenador podría decirte que la práctica no necesariamente hace la perfección, pero ciertamente la hace permanente.
Repetir mensajes negativos puede desgastar nuestro sentido del yo con tanta seguridad como un flujo constante de agua desgastará incluso la piedra más dura. Repetir mensajes positivos, por otro lado, es más como crear una perla en una ostra. Con cada mensaje positivo adicional, nuestra confianza y competencia crece.
El poder de los mensajes positivos
Los psicólogos positivos han estudiado esto extensivamente. Ya en la década de 1950, Abraham Maslow dijo que una persona autorrealizada es alguien que se centra en sus talentos y fortalezas. El director del Centro de Psicología Positiva de Penn, el Dr. Martin Seligman, quien fue llamado el padre de la psicología positiva, descubrió que cuando las personas identifican y usan sus fortalezas principales con regularidad, pueden ser más productivas y pueden experimentar un alto nivel de autoestima.
La positividad ayuda a ampliar nuestras ideas sobre posibles acciones, abriendo nuestra conciencia a una gama más amplia de pensamientos y acciones de lo que es típico.
Lo que todo esto significa a nivel práctico es que la decisión de enfatizar lo positivo es la clave para una vida feliz y productiva. Sí, decidiendo. Donde ponemos nuestra atención es una decisión.
Mensajes positivos que se dicen a si mismas
Sentirse bien (o al menos mejor) no sucederá si nos decimos una y otra vez que estamos indefensos y que la situación es desesperada. Para fortalecer o mejorar nuestra salud mental, todos debemos pensar cómo piensan las personas mentalmente sanas: cambiar nuestro enfoque de todo lo que está mal a lo que podamos encontrar que sea bueno, positivo y posible en nosotros mismos, en otras personas y en nuestra situación y entorno. Esta es la clave para prosperar.
1. “Soy una persona adorable”
No nace un niño que no sea digno de ser amado. Mira a cualquier recién nacido. Su pequeña nariz y esas pequeñas manos y dedos de los pies están destinados a atraer los sentimientos de amor y protección de los adultos. No eras diferente. Los adultos que te rodearon cuando eras pequeño pueden haber estado demasiado heridos, demasiado enfermos o abrumados para amarte, pero eso está en ellos. Tu eras y eres, solo por el hecho de tu existencia, una persona adorable.
2. «Soy capaz»
Desde el momento en que toman su primer aliento, los humanos están conectados para aprender, adaptarse y crecer. Has estado aprendiendo y creciendo cada minuto. Es posible que no te hayan enseñado todo lo que necesitas saber para manejar tus sentimientos o cuidarte a sí mismo. Es posible que hayas aprendido comportamientos inusuales o para sobrevivir. Pero nunca eres demasiado viejo para aprender nuevas habilidades. Cualquier cosa que hayas aprendido que no sea útil o saludable puede ser desaprendida.
3. “La mayoría de las demás personas también son amables y capaces”
Es crucial no permitir que las experiencias negativas o dolorosas con algunos individuos negativos o tóxicos influyan en nuestra opinión de todos los demás. La mayoría de las personas en el mundo tienen buenas intenciones y están haciendo lo mejor que pueden. Una vez que somos adultos, podemos elegir con quién queremos rodearnos. Podemos buscar a las personas que viven vidas que son decentes, cálidas y que contribuyen bien al mundo.
4. «El éxito viene de hacer»
Los investigadores lo han demostrado una y otra vez: sentirse bien se obtiene haciendo cosas buenas. La autoestima positiva es el resultado, no el requisito previo, para tener éxito en las relaciones, la escuela, el trabajo, los deportes, los pasatiempos, casi cualquier cosa.
Todos tenemos una opción, ya sea que esperemos para sentirnos mejor o que hagamos las cosas que sabemos que nos ayudarán a mejorar.
5. «Los desafíos son oportunidades»
La vida no siempre es fácil o justa. Cómo enfrentamos desafíos y obstáculos es una elección. Las personas sanas encuentran maneras de relacionarse con un problema y buscan maneras de resolverlo. Se niegan a dejar que sus miedos les impidan probar algo nuevo, incluso si es difícil.
Estirarnos fuera de nuestras zonas de confort es lo que nos ayuda a crecer. Las personas mentalmente sanas también reconocen que a veces la oportunidad oculta dentro de un desafío es la oportunidad de decir «no». No vale la pena resolver todos los problemas. No todos los problemas pueden ser «resueltos» como están definidos.
6. «Es de humano cometer errores»
Las personas mentalmente sanas saben que un error no es la razón para rendirse. Es una oportunidad para aprender y volver a intentarlo. La voluntad de reconocer y corregir nuestros errores es una marca de fortaleza. Cultivar el coraje para ser imperfecto es fundamental para estar dispuesto a intentarlo de nuevo.
7. «Tengo lo que se necesita para hacer frente al cambio y para hacer cambios»
El cambio es inevitable en la vida. Las personas mentalmente sanas creen en su capacidad para hacer frente y adaptarse a los cambios. No son irreales. No niegan la seriedad de un problema. Ellos reconocen cuando una situación es muy difícil. No se critican a sí mismos por no querer lidiar con lo que sea con lo que tienen que lidiar. Pero tienen la profunda creencia de que si abordan el problema, eventualmente encontrarán una solución o una forma de solucionarlo.
Todo lo que dices es real y facil de entender.