4 consejos para demostrar más empatía en tus conversaciones

Mostrando empatia en una conversación

La empatía puede llegar a nosotros de forma natural, pero a veces se llega a perder en la traducción, especialmente en las conversaciones.

Hombros agachados, mirada triste, evitación de la comunicación; no es difícil reconocer cuando un amigo, familiar o colega está pasando por un día difícil. Lo difícil más bien es esto: saber qué decir.

4 pasos que te ayudarán a expresar más empatía a quien lo necesita

Con demasiada frecuencia, nos apresuramos a ofrecer consejos «superficiales» o palabras de consuelo, todo en un esfuerzo por hacer que la otra persona se sienta mejor.

Pero lo que la otra persona realmente necesita es alguien que escuche sin criticar ni comentar. La empatía es la capacidad de sentir y relacionarse con otro ser humano. En pocas palabras: cuando una persona nos trata de la forma en que nos gustaría que nos trataran, eso es empatía.

1. Demuestra que entiendes lo difícil que puede ser lograr algo

Reconoce las dificultades de la otra persona y demuéstrale que puedes comprender por lo que está pasando. Empieza con un simple «Hola, ¿estás bien?» o «Pareces estar preocupado por algo». Después de que te exprese lo difícil que le resulta seguir adelante, puedes continuar diciendo «Yo tampoco me encuentro muy bien» o «Es un período difícil para mí también».

2. Pregunta: «¿Puedes ayudarme a entender?»

Esta frase envía el mensaje de que no estamos tratando de arreglar su vida, sino que estamos interesados ​​y queremos escuchar más. Por ejemplo, si un amigo se queja de que se siente marginado en el trabajo, pregúntale: «¿Puedes ayudarme a entender qué te hace sentir que otros están recibiendo más reconocimiento que tú?»

3. Recuérdale a la persona de sus características positivas

Dile a la persona con la que conversas algo que hayas notado que pueda ser útil. Por ejemplo, a tu amigo que se siente marginado en el trabajo, dile: “Has mencionado a una colega tuya que te elogia por lo que has logrado en tu puesto. Recuérdame lo que te dijo» o «Tu rostro siempre se ilumina cada vez que hablas de cómo elegiste estar en esta área. ¿Quizás puedas canalizar el mismo entusiasmo en tu trabajo de alguna manera?».

Lo importante es que él recuerde todas sus características positivas, no que nosotros lo llenemos de elogios vacíos.

4. Ofrece una perspectiva alternativa

Si es posible, busca un ejemplo de tu propia vida o la de otra persona, para presentar un dilema similar al que experimenta tu compañero. Incorporar un ejemplo así ayudará a la persona a escucharte más de cerca. Pero asegúrate de mencionar al final que «no sé si es lo mismo o si te sirve de ejemplo, pero sentí que era bueno compartirlo contigo».

Luego, puedes decidir qué hacer a continuación, si continuar la discusión, dar un paseo o cambiar de tema, dependiendo de su respuesta. Asegúrate de volver a preguntar cómo se encuentra después de un tiempo. Debemos recordar que cada conversación es una oportunidad para escuchar, dar espacio y ofrecer una respuesta empática.