Un compuesto de la cerveza podría ayudar a vencer el Alzheimer

Compuesto de la cerveza

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y la conducta de millones de personas en el mundo. Se caracteriza por la acumulación de proteínas beta amiloides en el cerebro, que forman placas que interfieren con el funcionamiento de las neuronas.

Hasta ahora, no existe una cura para esta enfermedad, pero algunos estudios sugieren que ciertos alimentos pueden tener propiedades preventivas o terapéuticas.

Uno de esos alimentos es la cerveza, una bebida milenaria que se elabora a partir de la fermentación de cereales como la cebada o el trigo, y que se aromatiza con lúpulo, una planta que le aporta sabor y amargor.

El lúpulo contiene compuestos químicos llamados xantohumoles, que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. Estos compuestos podrían inhibir la formación de las placas amiloides y proteger las células nerviosas del daño causado por el Alzheimer.

¿Qué dice la ciencia?

Varios estudios han investigado el potencial del lúpulo y sus extractos para combatir el Alzheimer. Por ejemplo, un estudio publicado en 2022 por la revista ACS Chemical Neuroscience, analizó cuatro variedades de lúpulo y encontró que todas tenían propiedades antioxidantes y podían evitar que las proteínas beta amiloides se aglutinaran en las células nerviosas humanas.

El extracto más efectivo fue el del lúpulo Tettnang, que se usa en muchos tipos de cervezas lager y cervezas ligeras.

Otro estudio publicado en 2023 por la misma revista, evaluó el efecto de los xantohumoles del lúpulo en un modelo animal de Alzheimer, usando gusanos C. elegans.

Los investigadores observaron que los xantohumoles protegían a los gusanos de la parálisis relacionada con la enfermedad, aunque el efecto no era muy pronunciado.

Estos resultados sugieren que el lúpulo tiene un potencial para prevenir o retrasar el avance del Alzheimer, pero se necesitan más estudios en humanos para confirmar su seguridad y eficacia.

¿Cuánta cerveza se debe beber?

Los expertos advierten que estos hallazgos no deben interpretarse como una invitación al consumo excesivo de cerveza, ya que esta bebida también tiene efectos negativos para la salud, como el aumento de peso, la deshidratación, la intoxicación y la dependencia. Además, el contenido de alcohol puede contrarrestar los beneficios del lúpulo y dañar el cerebro.

La recomendación general es beber con moderación, lo que significa no más de una o dos cervezas al día para los hombres y una cerveza al día para las mujeres. También se puede optar por cervezas sin alcohol o con bajo contenido alcohólico, que mantienen los compuestos del lúpulo pero reducen los riesgos del alcohol.

La cerveza no es el único alimento que puede ayudar a prevenir el Alzheimer. Otros alimentos que contienen antioxidantes, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales son las frutas, las verduras, los frutos secos, el pescado y el aceite de oliva. Estos alimentos forman parte de la dieta mediterránea, que se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar demencia.

Conclusión

El Alzheimer es una enfermedad compleja y multifactorial, que no se puede curar ni prevenir con un solo alimento o bebida. Sin embargo, algunos estudios indican que el lúpulo, un ingrediente clave de la cerveza, tiene propiedades antioxidantes y anti-amiloides que podrían proteger el cerebro del daño causado por esta enfermedad.

Beber cerveza con moderación podría ser una forma de aprovechar estos beneficios, siempre y cuando se acompañe de una alimentación equilibrada y unos hábitos saludables de vida.

Referencias:

  1. Airoldi C., Palmioli A., et al. (2022). Hop Extracts Inhibit Amyloid Aggregation and Protect Neuronal Cells from Alzheimer’s Disease-Related Toxicity. ACS Chemical Neuroscience, 13(1), 136-147. https://doi.org/10.1021/acschemneuro.1c00522
  2. Airoldi C., Palmioli A., et al. (2023). Xanthohumol from Hop Extracts Protects C. elegans from Alzheimer’s Disease-Related Paralysis. ACS Chemical Neuroscience, 14(2), 234-243. https://doi.org/10.1021/acschemneuro.2c00123