El padre de Robert Downey Jr. lo obligó a fumar hierba cuando tenía 6 años. El padre de Robert era un cineasta adicto a las drogas que lo obligó a consumir drogas para que pudieran unirse.
Cuando sus padres se divorciaron, Robert se mudó a California con su papá. En ese momento, abusaba del alcohol y las drogas todas las noches. En medio del caos, Robert abandonó la escuela y decidió seguir una carrera en la actuación. Se centró en su trabajo y tomó cualquier papel que pudo encontrar, y fue contratado para estar en Saturday Night Live.
Pero SNL tuvo calificaciones terribles ese año y Robert fue despedido. Aún así, continuó trabajando en pequeños papeles en películas populares como Weird Science, y pronto obtuvo un papel destacado en Less than Zero, donde interpretó a un drogadicto cínico cuya vida se sale de control.
Su actuación fue ampliamente elogiada como conmovedora y madura, pero Robert sintió que estaba interpretando a su propio yo adicto a las drogas y se internó en rehabilitación.
Ahora limpio y sobrio, estaba listo para trabajar y se preparó ampliamente para el papel de Charlie Chaplin, aprendiendo a tocar el violín y convirtiéndose en zurdo.
Su actuación le valió una nominación al Oscar. Pero a pesar de su éxito, las drogas nunca se quedaron atrás. Volvió a ceder a sus demonios y tocó fondo, siendo arrestado y encarcelado varias veces en unos pocos años.
Su esposa estaba harta y se fue con su hijo. Perdido, cansado y desesperado por recibir ayuda, Robert volvió a ingresar en rehabilitación.
Mientras estuvo allí, se dedicó a la meditación, el yoga y el kung-fu, y terminó el tratamiento con una pasión renovada por la vida y el deseo de permanecer libre de drogas. Su segunda esposa le dio un ultimátum para que se mantuviera sobrio o la perdería. Esta vez, estaba dispuesto a darlo todo.
Todo su arduo trabajo valió la pena cuando consiguió el papel de Iron Man, que ganó miles de millones en todo el mundo y lo nombró una de las personas más influyentes del mundo.
Robert, un verdadero héroe, pasa gran parte de su tiempo con niños enfermos o que necesitan ayuda. Los visita en el hospital y, al más puro estilo Tony Stark, le entregó un nuevo brazo biónico a un niño.
Conociendo sus luchas, también ayuda a los adictos a obtener la ayuda que necesitan para recuperarse. La inspiradora historia de regreso de Robert es una prueba de que siempre puedes cambiar tu vida.
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