Relación entre las expectativas y la frustración

Relación engtre la frustración y las expectativas

Resulta imposible que una persona no posea expectativas en relación con una situación, los años venideros o con respecto a otros individuos, pero cuando estas creencias son inalcanzables o dependen de factores externos que el individuo no puede controlar, ello dará cabida a la frustración.

Conceptos de expectativa y frustración:

Las expectativas se basan en la creencia que los individuos suelen formularse acerca del futuro, del resultado de una situación determinada o sobre la actuación de una persona. Lo cierto es que la expectativa en sí misma es una especie de fantasía con respecto a hechos que todavía no han sucedido.

La frustración, por su parte, se relaciona con las emociones negativas que experimenta un individuo cuando se le imposibilita el cumplimiento de una meta o al enfrentar situaciones adversas que no puede controlar.

Una persona cuya meta principal era inscribirse en la universidad para estudiar la carrera de sus sueños antes de cumplir los 18 años de edad y para cumplirlo realizó todas las gestiones requeridas, pagó los aranceles, estudió para la prueba de selección con los inesperados resultados de que no fue aceptado, experimentará al momento de recibir los resultados un gran sentimiento de frustración, el cual surge de las expectativas no cumplidas, quizás las expectativas de este individuo eran bastante altas porque competía para la obtención de un cupo con más de 700 personas pero, sin embargo, si tras superar los sentimientos de frustración se prepara mejor al tiempo que considera otras alternativas, estará reduciendo la posibilidad de decepcionarse nuevamente.

Relación entre las Expectativas y la Frustración:

Las expectativas y la frustración se relacionan en gran medida en vista de que, a mayores expectativas, factores que no se pueden controlar, quizás poco realistas y sin una base sobre la que puedan estar sustentadas, aumentará el riesgo de que la persona se frustre.

¿Para evitar la frustración el ser humano debería deshacerse de las expectativas? No se trata de no tener expectativas, porque normalmente todas las personas se hacen una idea previa acerca de prácticamente todas las situaciones de la vida diaria.

Por ejemplo, si algún individuo llegase a conocer a otra persona solo a través del teléfono, para sí elaborará unas expectativas relacionadas con la forma en cómo luce esa persona, llegado el momento de conocerla personalmente es posible que resulte sorprendido porque la imagen de esa persona no se corresponderá con las expectativas que el individuo se había creado.

Tal como el ejemplo, de manera continua el ser humano va creando historias a nivel mental, predicciones con respecto a la actuación de otras personas, entre otras cosas. Dentro de estas tendencias está la creencia firme de que sus acciones deben estar dirigidas a cumplir con las expectativas ajenas, lo que se espera de él, cual le lleva a perder independencia y libertad.

Frustración por expectativas desmedidas

Muchas personas se frustran a menudo por depositar sus expectativas de una vida de lujos, caracterizada por el éxito en proyectos cuya factibilidad no ha sido demostrada o que requieren que se ejecuten todo tipo de acciones para su concreción.

Dejar la felicidad, la calidad de vida y el bienestar personal al azar están bastante cercano a la frustración, por el contrario, si la persona se dedica a prepararse a nivel profesional y trabaja con metas realizables, es probable que no experimente frustración y llegue a cumplir sus expectativas.

No obstante, si un individuo deposita sus expectativas de felicidad y autorrealización personal en una pareja es bastante probable que termine en frustración porque estará basando todas sus esperanzas en otra persona que es dueña de su vida y escogerá como actuar en todo momento.

Es un error de los individuos crearse altas expectativas basadas en las actuaciones de otras personas, así como en circunstancias que no puedan controlar, pensar que los amigos siempre van a actuar de la manera en la que la persona actuaría o que se comportarán de la manera esperada bajo determinadas circunstancias es crearse expectativas poco realistas porque cada persona actúa como desea.

Por ende, no es sano basar las expectativas personales en individuos externos, de hecho, es injusto porque cada persona se comportará de acuerdo con sus creencias y valores.

La conducta más sana ante lo desconocido y aquello que los individuos no pueden controlar es mantener bajas expectativas o tomar una actitud de querer explorar por la simple curiosidad y así quizás los resultados serán sorprendentes.