Viviendo en una gran ciudad y estando rodeados de mucha gente, siempre es seguro que nos toparemos con una persona pesimista, que se ofende por todo, tiene mal genio, y siempre causa escándalos y riñas a su alrededor. Si al interactuar con ella te sientes mal, entonces estás lidiando con una persona tóxica.
Lo primero que viene a la cabeza es que lo mejor sería limitar la comunicación con estas personas, pero ¿y si se trata de personas cercanas, colegas o familiares?
Manteniendo distancia de las personas tóxicas
Es importante mantener una distancia emocional. También es fundamental mantener tus emociones bajo control y, a veces, es mejor elegir tener un comportamiento neutro, como asentir y estar de acuerdo con lo que diga esa persona.
Necesitas crear distancia, construyendo un diálogo constructivo, sin absorber información negativa. Esta es la única forma de desarrollar un filtro interno de las malas emociones y problemas de otras personas.
Una buena forma de neutralizar a un interlocutor tóxico es hacerle la pregunta: ¿Cómo y cuándo vas a resolver tu problema?
Además, es igualmente importante reducir nuestra exposición a personas tóxicas. Por ejemplo, si un compañero de trabajo es muy negativo, lo mejor sería solamente hablar con él cuando lo requiera el trabajo para reducir la comunicación lo más posible. Y si no se trata de compañeros de trabajo, puedes configurar las llamadas y notificaciones de personas tóxicas al modo silencioso.
Las personas tóxicas necesitan una respuesta, y si no la obtienen, pasan a la siguiente «víctima». Alternativamente, para algunas de estas personas, puedes buscar convertirte en un interlocutor aburrido y desmotivado que no podrá enfadarse.
No dejes que una persona tóxica se aproveche de ti
Todas las personas tóxicas son manipuladoras. Debes dejar en claro que puedes defenderte por ti mismo y que no vas a ser manipulado. Si la comunicación con ella no puede limitarse en absoluto, invítala a que se comunique con un psicólogo acerca de su problema.
Si un compañero no respeta límites y provoca conflictos, lo mejor en todas estas situaciones asumir la responsabilidad solo de uno mismo, y no de los problemas de otras personas. Porque el objetivo de una persona tóxica es trasladar esta responsabilidad a los hombros de los demás.
