Si bien la paz no llegará de inmediato, es muy importante dar el primer paso y terminar una relación tóxica. Pero debemos tener mucho cuidado ya que lo último que debemos de hacer es iniciar otra conexión similar para «llenar» el vacío.
Las relaciones tóxicas destruyen nuestra personalidad, bajan nuestra autoestima y distorsionan el concepto mismo del amor. Desvalorizan el noble sentimiento de respeto y simpatía por otra persona. Pero cuando terminamos una relación tóxica, las cosas no son tan fáciles.
La «toxicidad» es más compleja de lo que parece
Sabemos que la palabra «tóxico» está de moda. En la mayoría de los casos, la usan para describir un comportamiento ofensivo, o el deseo de manipular o suprimir. Sin embargo, debemos ver y entender cada caso antes de aplicar este término.
Muchas veces podemos darnos cuenta de que estos comportamientos en realidad son indicativos de un problema emocional o de apego. Por lo tanto, esa persona debe recibir ayuda psicológica. Queremos decir, antes que nada, que vale la pena tener cuidado y no lanzar cualquier tipo de términos en voz alta.
En un grado u otro, todos somos personas complejas. Nuestras relaciones complicadas no son fáciles de entender incluso para nosotros mismos. Sin embargo, en los casos en que una persona en particular es el centro de la negatividad e incluso de abuso psicológico, por supuesto, vemos verdaderas relaciones tóxicas.
Si alguna vez has pasado por esto y has encontrado una salida, entonces ya sabes que superar esta experiencia no es fácil para nadie. Hoy queremos hablar de ello. Queremos antes que nada dejar claro que terminar una relación tóxica no trae felicidad y bienestar inmediatos.
Este proceso está lejos de ser fácil y rápido.
Las cicatrices que deja una relación tóxica no sanarán de inmediato
Imagina por un momento a una persona siendo conducida de la mano a través de un bosque muy denso y oscuro. Se abre paso entre arbustos espinosos y es azotado por las ramas de los árboles. La persona accedió a esto porque confía en el guía. Sin embargo, sabe que el viaje será difícil. Le falta aire, las ramas dejan heridas en la piel…
Nada de lo que ve a su alrededor parece hermoso o esperanzador. Finalmente, decide soltar esta mano para sentir la libertad. Para recuperar su sentido de la felicidad y permitir que la otra persona siga adelante, sola y por un camino diferente.
Cuando esto sucede, experimenta sentimientos intensos e incluso contradictorios:
Apenas se reconoce a sí mismo. Este camino dejó muchas cicatrices y heridas en el cuerpo. Y, desafortunadamente, no todos logran sobrevivir.
Se siente cansado… No recibe suficiente aire. Y no queda más remedio que parar a recuperar el aliento. Se encuentra en un lugar desconocido, donde estaba completamente inconsciente. No sabe adónde ir ahora.
Con esta simple imagen, queremos mostrarte que cuando terminas una relación tóxica, el alivio seguramente llegará. Esto está fuera de toda duda. Sin embargo, no podemos esperar que llegue de inmediato.
Lo primero que sentirás son las ganas de comprenderlo todo lo que te sucedió, de reencontrarte contigo mismo. Observa tus heridas, medita. Piensa en dónde te encuentras en la vida en este momento y hacia dónde deberías ir.
Sanar requiere un tiempo de recuperación y reflexión
Lo último que se debe hacer después de dejar una relación tóxica es comenzar una nueva. Nadie puede ser sanado a través de una nueva conexión. Es completamente inútil. Nadie está obligado a curar nuestras heridas, aliviar el dolor y servir como medio para olvidar el pasado.
Vale la pena darte tiempo para hacer este viaje interior. Permítete recuperar tu autoestima, tu identidad, volver a creer y sentir confianza en ti mismo.
Vale la pena descartar el odio, el miedo y la decepción. Tenemos que salir de este viaje mucho más fuertes. Nos guste o no, antes de comenzar nuestras vidas de nuevo, debemos completar este período especial de tribulación. Tómate tu tiempo para aprender a controlar la ira y poco a poco recuperar la confianza en ti mismo.
Solo cuando nos amemos nuevamente a nosotros mismos estaremos listos para dejar que la otra persona esté a nuestro lado.
Si te amas a ti mismo, no debes permitirte tolerar otra relación tóxica
Seguro tendrás algunos conocidos que casi inmediatamente después de salir de una relación “tóxica”, de inmediato iniciaron una nueva.
Vale la pena pensar en esto:
Cuando termines una relación tóxica, date un tiempo para recuperar tu autoestima. Es bueno recordar que no estás a la venta, no eres solo un producto que debe ser usado.
Los principios básicos del bienestar son igualmente importantes de considerar. Recuerda que te mereces lo mejor. Amar no significa sufrir. Y si hay que elegir entre el amor egoísta y dañino y la soledad, es mejor optar por esta última.
Necesitamos curación de heridas y restauración del alma. No te olvides de la experiencia negativa que viviste, para no volver a caer en esta trampa emocional. Después de todo, solo la experiencia nos permite aprender cosas nuevas para que nunca más volvamos a caer en el amor tóxico.
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