Las personas que son adictas al drama muestran estas alarmantes señales

Mujer que es adicta al drama

La adicción al drama, aunque no clasificada formalmente en los manuales diagnósticos como el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales) o la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades), representa un patrón de comportamiento observado frecuentemente en la práctica psicológica.

Este fenómeno se caracteriza por una búsqueda constante o una creación de situaciones conflictivas o emocionalmente intensas, que parecen satisfacer ciertas necesidades psicológicas de los individuos involucrados.

La comprensión de este comportamiento desde una perspectiva psicológica puede proporcionar luces sobre las motivaciones subyacentes y ofrecer caminos para su manejo y posible intervención.

Definición y contexto psicológico

La adicción al drama implica una tendencia a involucrarse en situaciones de alta carga emocional, conflictos interpersonales, o ambas, de manera reiterada y a menudo innecesaria.

Es importante distinguir entre disfrutar ocasionalmente de la excitación que ciertas situaciones pueden provocar y buscar activamente o crear dichas situaciones de forma compulsiva.

El psicólogo John M. Oldham describe este comportamiento en su libro «The New Personality Self-Portrait» sugiriendo que ciertos rasgos de personalidad pueden predisponer a los individuos a este tipo de conductas.

Señales dramáticas

Las señales que pueden indicar una adicción al drama incluyen:

  • Búsqueda constante de conflictos: La persona parece nunca estar satisfecha a menos que esté en medio de un conflicto o discusión.
  • Exageración de problemas: Los problemas menores se convierten en crisis mayores sin justificación objetiva.
  • Necesidad de ser el centro de atención: Una inclinación a monopolizar las conversaciones y situaciones, desviando el enfoque hacia sí mismos, incluso en contextos inapropiados.
  • Relaciones interpersonales turbulentas: Historial de relaciones marcadas por la inestabilidad y los altibajos emocionales intensos.
  • Manipulación emocional: Uso de la información y las emociones para influir o controlar las reacciones de los demás.

Comprensión psicológica

Dramatismo

Desde una perspectiva psicológica, la adicción al drama puede ser vista como una estrategia maladaptativa para manejar la baja autoestima, la ansiedad, o la necesidad de validación externa. Sigmund Freud en su teoría del psicoanálisis, menciona cómo las dinámicas inconscientes pueden influir en la búsqueda de situaciones que recreen conflictos no resueltos.

La teoría del apego, propuesta por John Bowlby, sugiere que las experiencias tempranas de apego pueden afectar las relaciones interpersonales y la regulación emocional en la adultez, posiblemente conduciendo a comportamientos dramáticos como mecanismos de afrontamiento.

Implicaciones y manejo

La adicción al drama no solo afecta a quien la padece, sino también a su entorno, generando ambientes cargados de tensión y afectando la calidad de las relaciones interpersonales. El reconocimiento de este patrón de comportamiento es el primer paso para su manejo.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) se ha mostrado eficaz en el tratamiento de comportamientos maladaptativos, al enseñar a los individuos a identificar y modificar pensamientos y creencias que sostienen dichas conductas.

La terapia dialéctica conductual (TDC), desarrollada por Marsha M. Linehan, puede ser particularmente útil al proporcionar estrategias para la regulación emocional y la mejora de las habilidades interpersonales.

Conclusión

La adicción al drama es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre la personalidad del individuo, sus experiencias vitales, y sus estrategias de afrontamiento. Reconocer las señales de adicción al drama es crucial para buscar intervenciones que promuevan patrones de comportamiento más saludables y relaciones interpersonales más estables.

La psicología, a través de sus diversas corrientes y terapias, ofrece herramientas valiosas para comprender y manejar este tipo de comportamiento, promoviendo un bienestar integral tanto para el individuo afectado como para aquellos que lo rodean.

Referencias:

  • American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Washington, DC: Author.
  • World Health Organization. (2019). International Classification of Diseases for Mortality and Morbidity Statistics (11th Revision).
  • Oldham, J. M. (1996). The New Personality Self-Portrait: Why You Think, Work, Love and Act the Way You Do. New York: Bantam.
  • Freud, S. (1923). The Ego and the Id. W.W. Norton & Company.
  • Bowlby, J. (1969). Attachment and Loss, Vol. 1: Attachment. New York: Basic Books.
  • Linehan, M. M. (1993). Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorder. New York: The Guilford Press.