¿Qué se considera infidelidad y qué lleva a un hombre o a una mujer a ella? La Lic. María Papadaki, Psicóloga, explica que los criterios que llevan a una persona a la infidelidad, se forman en función del tipo de vínculo al que pertenece. ¿Qué significa esto?
¿Qué es lo que todos perciben como infidelidad?
El concepto de infidelidad, al ser multifactorial y complejo, tiene múltiples manifestaciones conductuales. La infidelidad se puede definir como el simple coqueteo entre dos personas, al menos una de las cuales tiene una aventura con otra persona.
La infidelidad también se puede describir como un pequeño contacto y por supuesto el coito, que suele ser su manifestación más grave.
Cuando se revela la infidelidad, prevalecen los sentimientos de ira, traición, celos y desconfianza. Es muy probable que ambos miembros de la pareja experimenten depresión. Las reacciones de la pareja lesionada pueden recordar los síntomas del trastorno de estrés postraumático.
Características de las personas más propensas a ser infieles
Los criterios de lo que se considera infidelidad, así como los criterios que llevan a una persona a un acto que se considera reprobable, se forman en función del carácter de cada uno y más concretamente según el tipo de vínculo al que pertenece. En concreto, este tipo de enlaces son:
Persona segura
Las personas que categorizan las relaciones con facilidad y no las rechazan son categorizadas. Probablemente, estén relacionados con otras personas seguras y estén comprometidos con relaciones a largo plazo. Estas son personas que tienen una buena imagen de sí mismas y se sienten cómodas con una pareja.
En el terreno sexual están abiertos a la exploración sexual, pero normalmente con una pareja a largo plazo. Su estrecha relación se caracteriza por la iniciación mutua de la actividad sexual. Están más interesados en la calidad que en la cantidad de parejas sexuales.
Una persona segura (hombre/mujer) es menos probable, si no improbable, de ser infiel, ya que las relaciones que establece suelen ser serias, cercanas y duraderas, basadas en la confianza.
Persona fóbica
Esta categoría pertenece a personas que suelen sentirse incómodas acercándose a los demás. Quieren tener relaciones emocionales cercanas, pero les resulta difícil confiar completamente en los demás o depender de ellos. A veces les preocupa que se lastimen si se acercan demasiado a los demás. Una persona fóbica, mientras está en una relación amorosa emocional, es probable que engañe debido a la inseguridad emocional que siente hacia su pareja. Por lo general, no se acercará emocionalmente a la tercera persona, sino más físicamente.
Persona ansiosa
Estas son personas que tienen tendencia a obsesionarse con sus parejas, a experimentar poca satisfacción en la relación y se caracterizan por un alto grado de separación. Es mucho más probable que experimenten un amor apasionado y que manifiesten un tipo de amor tortuoso y completamente dependiente.
Muestran una mayor preferencia por los aspectos afectivos y estrechos de la sexualidad que por los que tienen que ver con los impulsos. Es muy probable que crea y, si lo hace, se apegará emocionalmente a la tercera persona. Es muy probable que mantenga un vínculo paralelo con ambos hasta que descubra quién se preocupa más por él. Nunca hablará de su infidelidad, porque su mayor estrés es el abandono.
Tipo de personalidad hipercompleja
Estas personas están menos interesadas en las relaciones románticas y especialmente en las a largo plazo. Sus relaciones se caracterizan por una baja confianza en sí mismos, y aún más se caracterizan por una ausencia de contacto cercano.
Las personas demasiado complejas son menos propensas a enamorarse. A pesar de que expresan insatisfacción con la mayoría de los aspectos de la sexualidad, especialmente los afectuosos y los estrechos, están más interesados en el sexo despreocupado y tienden a tener más aventuras de una noche. Están interesados en la cantidad y no en la calidad de las parejas.
Es casi seguro que se sentirá atraído por una tercera persona y no dudará en cometer infidelidad, ya que ni con la persona en la relación está emocionalmente apegado ni se acercará emocionalmente a la tercera persona. Lo más probable es que hable de su infidelidad sin remordimiento y rompa relaciones con ambos individuos.
Conclusiones
La infidelidad puede ser destructiva para las relaciones interpersonales y debe abordarse. Con la ayuda adecuada, los cónyuges tienen la capacidad de superar esta crisis y fortalecer su vínculo. En los casos en que exista un estrés intenso y dificultad en el manejo, lo más sensato sería consultar a un especialista.
Tanto la psicoterapia individual como la psicoterapia de pareja contribuyen tanto a la identificación y tratamiento de los síntomas traumáticos y las causas que llevaron a la infidelidad, como al manejo y estabilización de las reacciones emocionales. Durante el tratamiento se cultiva y mantiene el sentimiento de seguridad. A través de un enfoque holístico del vínculo, la pareja termina resolviéndose y manteniéndose o separándose.
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