Hacia rutas salvajes y un profundo mensaje sobre nuestra sociedad

Película Hacia rutas salvajes

Hacia rutas salvajes es una historia que nos hace reflexionar sobre lo mucho que tenemos y lo poco que necesitamos para ser feliz. Esta película, dirigida por Sean Penn, reconocido actor quien nos invita a ver a nuestra sociedad desde otra perspectiva. Un lugar en donde la naturaleza es sentida desde adentro, comer para no morir de hambre y comenzar a ser libre, sin normas reglas o leyes.

La película Hacia rutas salvajes está inspirada en la obra literaria de John Krakauer, lanzada en 2007 cuyo elenco estrella pudo expresar una serie de emociones y sentimientos particulares. Desde, Emile Hirsch (Christopher McCandless) hasta, Kristen Stewart (Tracy Tatro).

Tuvo una nominación a los Oscar como mejor actor de reparto y mejor montaje. Para los globos de oro fue galardonada como Mejor canción original. En 2008 fue catalogada por la revista Empire como la película 473 dentro del ranking de las mejores 500.

Nuestra sociedad | Hacia las rutas salvajes – Resumen cronológico

Hacia rutas salvajes nos cuenta la historia de un joven quien dejó atrás una vida social habitual, llena de materialismo, apariencias y comodidad para entrar en una verdadera libertad. McCandless es el protagonista de la obra, venía de familia media-alta, vivió una infancia normal junto a sus padres quienes tenían ciertos problemas y variadas discusiones entre sí. Su hermana era el mayor apoyo con él que contaba. Era un joven inteligente, antropólogo y con una pasión enorme por la lectura.

Leía mucho a Tolstoi y Thoreau de donde tomó ideas y un comportamiento radical de dejar toda esta vida de abundancia material para pasar a una vida en solitario. Dio todo a la caridad y tomo su mochila para enfrentar un reto interesante: vivir en libertad absoluta. Ante esto cambia su nombre a Alexander Supertramp y elimina cualquier identificación original, solo se centró en llegar a Alaska.

Quería volver al estado primitivo y tratar de llegar a esa zona del cerebro que nos ayudó a sobrevivir en la época de las cavernas. Este camino no fue sencillo para el joven pero la clave estaba en cada paso que daba, él lo controlaba. Lo que McCandless visualizaba era una vida romántica, conectado a la naturaleza y su lado más salvaje.

La película Hacia rutas salvajes avivó la llama del pueblo estadounidense cuando se lanzó, porque lo autóctono de este país se pudo disfrutar en carne propia. Cada hazaña que este joven realizaba eran narradas por McCandless y su hermana quien nos deleitó con hermosos paisajes, fascinantes espacios y junto a esto el lado oscuro de la metrópolis.

Una búsqueda de identidad y sentido de la existencia

En sí, lo que buscaba este intrépido joven, era sentir a plenitud que había vivido. Muchos hacemos hasta lo imposible por hacer cosas y llenarnos de complacencias para que el día de nuestra muerte todo no sea en vano. Poder decir que disfrutamos la vida a su máxima expresión y estar agradecido por eso.

Atravesó toda Norteamérica y llegó a Alaska tras dos años de viaje. Allí se internó con la naturaleza bajo un ambiente de soledad profunda. Vivía con lo mínimo y cada día llegaba al límite. Pero su nivel de preparación lo llevó a aprender de cacería, que podía o no comer de la naturaleza, entre otras. Un gran reto de supervivencia.

Al pasar los años McCandless decide viajar a Dakota del Sur desde donde le indican que su meta es difícil y debe prepararse mejor. Esto no lo impide continuar y llega cerca del Monte McKinley adentrándose a las tierras salvajes. Durante 16 semanas come lo que caza, leía y vivía en un autobús abandonado; y durante se tiempo no tuvo contacto con otro humano.

A pesar de bajar de peso drásticamente, logra importante éxitos. Lamentablemente toma una pésima decisión de comer unas semillas descompuestas. Estas generan un veneno que lo daña llevándolo a la muerte. No podía comer nada y su desnutrición fue tan grande que no podía ir a buscar alimento. Al notar que estaba a punto de morir, culmina su vida diciendo: La felicidad solo es verdadera cuando se comparte.

Vivencias y reflexiones – Hacia rutas salvajes

La película nos refleja un grupo de valores, filosóficos y morales que se encargan de estructurar nuestros proyectos de vida de acuerdo con los estigmas sociales occidentales. Además de problemas familiares, elegir la soledad como fin, buscar el sentido de la vida, aislarnos, sentir la libertad plena, la naturaleza y un viaje, todo vinculado entre sí.

El desarraigo se convierte en el fin del joven tras una familia llena de conflictos y problemas. En donde los vínculos y las conexiones, no existen a tal punto de llegar a la violencia. Si nuestra familia no existe para nosotros, no aprenderemos a relacionarnos y terminaremos viviendo un mundo sin sustento, protecciones o afecto hacia el otro.

La alienación es aquello que no nos deja vivir en libertad y ante esto es mejor huir. Actualmente nuestra sociedad nos moldea a ser algo que no deseamos y luchar con ello amerita decisiones difíciles.

Con respecto a la libertad es la meta que debemos enfocar. Hay que romper con todo aquello que nos oprime y nos aleja de la felicidad. Sin condicionamientos sociales e individuales.

En el caso de la soledad, esta termina siendo cuestionada y sus mensajes para abordar en la sociedad así lo dejan claro. Pero para saber realmente qué es lo que necesitamos, es el viaje, el camino que nos llevará a conocer nuestra historia, bien sea al exterior o al interior de nuestro ser.