Hachikō – Una historia que muestra el amor incondicional

Película llamada Hachikō y el amor incondicional

El amor incondicional de un perro por su amo es manifestado, durante largos años, en esta hermosa película llamada Hachikō o «Siempre a tu lado».. Un ejemplo a seguir por todos nosotros.

El amor incondicional puede aprenderse a través de diferentes mecanismos; uno de ellos es la película de Hollywood: Siempre a tu lado (2009), de género dramático, protagonizada por Richard Gere y Joan Allen. El film, ameno, conmovedor y tierno, se basó en la historia de un perro japonés, llamado Hachikō. En la vida real, esta fiel mascota nació en Odate (1923) y perteneció al profesor universitario Dr. Hidesaburo Ueno, quien desapareció físicamente en el año 1925.

Entre Hachikō y su amo se desarrolló una amistad profunda; así, el primero iba cada día a recibir al segundo a la estación del ferrocarril de Shibuya (Tokio). Y después que el profesor falleció continuó aguardando su regreso, todos los días, hasta que ocurrió su propia muerte en la primavera de 1934. En la actualidad, una estatua de bronce, erigida en su honor, se encuentra en el lugar donde al principio ocurría el encuentro y luego, la infructuosa espera.

El guion de la película, llamada en su versión original “Hachi: A Dog’s Tale”, fue escrito por Stephen P. Lindsey y dirigida por Lasse Hallström. La interpretación canina fue realizada por tres hermosos ejemplares de la raza Akita, mostrando cada uno una etapa diferente de la vida de Hachikō. Las reseñas, emitidas por parte de la crítica y el público en general, fueron muy positivas. A su vez, esta es una recreación del film “Hachikō monogatari” (1987) de origen japonés.

Sinopsis de la película “Siempre a tu lado”

Este film, que nos enseña una lección sobre el amor incondicional, comienza en la época actual donde un grupo de estudiantes realiza una presentación oral al resto de la clase sobre sus héroes; Ronnie cuenta entonces la historia de un perro, Hachikō, que pertenecía a su abuelo. La trama se desplaza entonces al pasado, cuando un pequeño cachorro Akita, propiedad de un monje budista, es transportado por encargo a Norteamérica.

La jaula del can se cae del maletero del automóvil que lo trasladaba, extraviándose en la estación del tren. Allí, Parker Wilson, un profesor de música, lo consigue y es cautivado por el tierno perrito, llevándoselo a su casa; de acuerdo al collar que tenía su nombre, ese era Hachi. Al principio el maestro espera que alguien responda a su mensaje de alerta y lo reclame; pero como no sucede, entiende que el destino los ha unido.

Con los años la amistad entre el hombre y el perro se hace inquebrantable. Un día Parker sale de su casa y Hachi va detrás de él, siguiéndolo, hasta la estación; entonces, el amo lo regresa al hogar, con lo cual llega tarde al trabajo. Su sorpresa, es que a la vuelta consigue al can esperándolo; y después de repetir esta acción durante varias jornadas, se convierte en una costumbre arraigada.

Hachikō – La amistad entre el hombre y el perro es incomparable

Y así llega el día en que Hachi se niega a acompañarlo, por lo cual Parker se va sin él; sin embargo, lo alcanza en la estación llevando en el hocico una pelota. Esta había sido usada por mucho tiempo para tratar de entrenarlo, pero el animal nunca respondió a la instrucción. Esa mañana jugaron un rato, hasta que el amo decide irse y no retrasarse; a pesar de los furibundos ladridos de su amigo. Y esa fue la última vez que estuvieron juntos, porque el profesor murió dando su clase.

Hachi esperó a su amo por horas. Distintas personas hicieron el esfuerzo de llevárselo a sus casas; no obstante, siempre se escapaba y regresaba a la estación. Finalmente, se quedó viviendo allí y Jess, un vendedor de perros calientes lo alimentaba; dormía bajo un vagón abandonado. Una década después, Cate, la esposa de Parker lo encuentra sucio, débil y viejo en el mismo lugar.

Al llegar a casa, Cate le cuenta a Ronnie (su nieto de 10 años) de Hachi y de la amistad que tuvo con su abuelo. Esa misma noche, el can sueña que se reúne de nuevo con Parker y pasean juntos; no despierta nunca más. La película finaliza cuando Ronnie termina de narrar la historia a sus compañeros de clase y describe a la mascota de su abuelo como un bello ejemplo de amor y lealtad.

El amor incondicional es el principal mensaje del film

El cuento dramatizado de Hachi y Parker, que no es más que la recreación de la historia entre Hachikō e Hidesaburo, nos habla de la devoción, entrega y amor eterno de una mascota que, a su vez, fue muy querida por su amo. El acto sencillo de acompañarlo en la mañana y esperarlo en la tarde, se convierte así en una muestra de la entrega del animal a su amigo del alma, que nunca, bajo ninguna circunstancia es olvidado.

También vemos reflejada aquí la gratitud de Hachi hacia el hombre que lo recogió y que mientras vivió le dio todo su amor y cuidado. La amistad es entonces el resultado de la lealtad, la mutua admiración, el aprecio compartido y la entrega sin reservas. Los amigos son los parientes que nosotros elegimos, aquellos que nos mantendrán en sus recuerdos aun cuando no estemos corporalmente presentes.

Con esta dulce historia de Hachikō, basada en hechos reales, aprendemos que los animales son capaces de experimentar amor incondicional al igual que los humanos; así, se entristecen, alegran, sufren las pérdidas y disfrutan de los reencuentros. Cuidemos de nuestras mascotas y no olvidemos que, aunque impedidos de hablar como nosotros, pueden llegar a sentir y manifestar emociones muy profundas.