Hábitos diarios que se vuelven imposibles cuando tienes depresión

Hábitos diarios depresión

Las personas que viven con depresión o trastorno bipolar pueden compartir patrones de comportamiento similares y evitar hacer ciertos hábitos diarios, incluidas las cosas que son buenas para ellos. Hay algunos días en los que es posible que no tengas energía para ducharse y otros días en los que los platos sucios se amontonan. Y pueden pasar algunas semanas en las que apenas puedas salir de casa.

Tener depresión dificulta el cumplimiento de estos hábitos diarios

Los hábitos diarios normales pueden parecer imposibles en ocasiones para quienes están deprimidos. A continuación compilamos algunas actividades comunes que las personas que experimentan depresión o un episodio depresivo pueden encontrar difíciles de realizar. Así como algunas sugerencias sobre cómo seguir adelante.

Cuidado e higiene personal

La higiene personal es la clave para mantener una salud óptima. Pero si estás teniendo un episodio depresivo y te sientes desmotivado, ir a la ducha o la bañera es a menudo lo último que deseas hacer.

Es importante tener en cuenta que la incapacidad para ducharse cuando estás deprimido no es necesariamente lo mismo que el trastorno de evitación de la ducha o la ablutofobia, que es un tipo de fobia específica y trastorno de ansiedad.

Otras actividades básicas de higiene que pueden ser un desafío cuando estás deprimido pueden incluir:

  • Cepillar tus dientes
  • Cuidado del cabello
  • Vestirse / cambiarse de pijama
  • Afeitarse
  • Lavar la ropa

Si la higiene básica es un desafío para ti, intente lo siguiente:

  • Usa enjuague bucal, chicle sin azúcar o mondadientes para mantener tu boca sana.
  • Utiliza toallitas húmedas para bebés o toallas suaves si no puedes ducharte. Ten en cuenta que está bien saltarse el afeitado de vez en cuando.
  • Pídele a un ser querido que te ayude a lavarte el cabello, a decidir con qué vestirse e incluso a lavar la ropa. Recuerda que no estás solo en tu camino para sentirte mejor contigo mismo y con tu salud mental.

Salir de la cama por la mañana

La depresión y la fatiga a menudo van de la mano, lo que puede hacer que sea increíblemente difícil moverse o levantarse de la cama. A menudo, esto se debe a que las personas con depresión tienen dificultades para dormir, lo que incluye problemas para conciliar el sueño o permanecer despiertos toda la noche.

Los malos patrones de sueño pueden hacer que sea mucho más difícil levantarse de la cama por la mañana y hacer que te sientas cansado y desmotivado. Afortunadamente, existe una forma científicamente probada de tratar este problema sin el uso de hipnóticos o sedantes para una mejor higiene del sueño.

La meditación es una práctica que se basa en datos para el manejo de los síntomas de la depresión y mejorar el sueño.

Descarga una aplicación de meditación e intenta adquirir el hábito de meditar antes de acostarte todas las noches. Esto es algo que puede ayudarte a despertarte más fresco por la mañana.

Tareas del hogar

Cuidar de ti mismo mientras te sientes deprimido a menudo es bastante difícil por sí solo. Por lo tanto, cuidar de los demás o de tu hogar puede parecer casi imposible. Las personas con depresión pueden dejar sus tareas diarias desatendidas, dejando que la ropa se amontone y los platos sucios se queden en el fregadero durante días.

Otras responsabilidades del hogar que pueden descuidarse durante un episodio depresivo pueden incluir:

  • Cuidar a tus hijos, mascotas o tu pareja
  • Preparar la cena u otras comidas
  • Lavar platos o ropa
  • Gestión de las tareas domésticas

Qué hacer:

  • Empieza poco a poco y asume una responsabilidad a la vez. Si hay otras personas en tu hogar, habla con ellas para que te ayuden e intenta crear una actividad de vinculación a partir de eso.

Todo lo relacionado con el trabajo

Estar atento al trabajo puede ser exigente para cualquier persona, pero puede ser especialmente difícil si vives con depresión o trastorno bipolar, ya que los resultados a veces pueden ser debilitantes. No solo puede ser difícil levantarse de la cama y vestirse para el trabajo por la mañana, sino que una vez que llegas a la oficina también puede ser difícil concentrarse, lo que puede llevar a la postergación y a retrasarse en el trabajo.

Si bien está bien obtener permiso para recargar las baterías de vez en cuando, habrá algunos días en los que no tendrás más remedio que presentarte en el trabajo.

¿Qué puedes hacer para afrontar la depresión y dominar estos hábitos diarios?

Prueba el «bloqueo de tiempo«, que es una práctica que consiste en planificar tu día gradualmente para completar ciertas tareas. No solo aumentará tu productividad, sino que también te beneficiarás de prestar toda tu atención a cada tarea en lugar de asumir múltiples responsabilidades.

Además, escucha música relajante para calmar los pensamientos negativos que puedan surgir mientras trabajas.