El castigo es obsoleto: 4 sabias formas de prevenir el mal comportamiento en un niño

El castigo es obsoleto

Muchas cosas pueden hacer que un niño tenga rabietas, arrebatos emocionales y un mal comportamiento general o inesperado. Estas pueden ser causas biológicas como el hambre o el exceso de trabajo.

También pueden incluir razones emocionales, como la incapacidad para lidiar con sus sentimientos o describirlos. Su entorno también puede influir en el comportamiento.

Aquí hay algunas maneras de lidiar con el mal comportamiento de tu hijo y lograr un cambio duradero en su comportamiento, sin la necesidad de recurrir al castigo o la violencia, que solo pueden traer problemas para el niño.

El castigo es obsoleto

¿Por qué el castigo es algo obsoleto?

A veces los niños se portan mal porque quieren sentirse conectados contigo, pero no los escuchas.

Antes de que puedas enfocarte efectivamente en el cambio de comportamiento, es posible que debas fortalecer la relación con tu hijo.

Ser empático con tu hijo significa que, en lugar de castigarlo de inmediato, estás tratando de llegar a la raíz de por qué sintió la necesidad de portarse mal. Tal vez algo le esté molestando.

Cómo proceder de forma constructiva en vez de recurrir al castigo

Los niños pueden estar lidiando con problemas de los que tú no es consciente. Y el castigo puede hacer que se alejen en lugar de compartir contigo lo que está mal y lo que están viviendo.

Madre junto a su hijo

Pregúntale cómo podría hacerlo mejor la próxima vez

En lugar de avergonzar al niño o insultar su carácter, pregúntele al niño cómo puede hacer las cosas bien. Luego ayúdalo a hacer las paces, muéstrale lo que significa asumir la responsabilidad y hacer las paces.

Por ejemplo, si un niño tira comida en la cafetería, el resultado debería ser limpiar la cafetería, y no solo una discusión de que está mal hacerlo.

Los sermones y el buscarle la vuelta a todo no ayuda al niño

Muchos padres pasan su tiempo enseñando y enseñando lecciones de vida en lugar de interactuar con sus hijos. Esto se debe a que creen que el aprendizaje y la comunicación son lo mismo, pero no lo son.

Por ejemplo, en lugar de enseñarle a su hija lecciones de vida sobre la importancia de no chismear sobre las personas, podrías contarle una historia sobre tu experiencia y cómo la manejaste.

Haz que confíen en ti

Trata de evitar sermones y hacer preguntas abiertas. Tu hija aceptará mejor tus consejos y sentirá que fue escuchada y comprendida.

Las investigaciones muestran que los niños se comportan mejor cuando los padres dicen que confían en ellos y tienen grandes expectativas para ellos.

Aprende a escuchar a tu hijo

Los padres deben escuchar el punto de vista de su hijo sobre temas difíciles, hacerle preguntas que estén un poco por encima de su edad y asignarle tareas difíciles que se adapten a sus intereses. Los niños exigen respeto, y si no se lo das, no te lo darán.