Cosas que quizás no sabes sobre la psicología de los regalos

Psicología de los regalos

La temporada de festividades navideñas es una de las más reconocidas por la demanda de objetos para regalar, lo cual nos obliga a pensar en qué regalos podemos dar a nuestros familiares y amigos; Pero ¿cuánto sabes realmente sobre la psicología y la economía de los regalos?

Regalos tácticos: hombres contra mujeres

Hay muchas buenas razones para dar regalos a los demás. Desde una perspectiva evolutiva, muchas de estas razones son las motivaciones tácticas, como crear una buena impresión, hacer una demostración de los recursos financieros, o como un medio para la seducción.

Una investigación en adultos jóvenes ha demostrado que los hombres tienen motivos tácticos para dar regalos a sus parejas románticas con más frecuencia que las mujeres. Además, las mujeres son conscientes de que los hombres tienen más probabilidades de tener algún motivo táctico. Los hombres, por otro lado, piensan que ambos sexos comparten estos motivos por igual.

Las diferencias culturales de dar regalos en Asia y Norteamérica

Otra razón importante para dar regalos puede ser la reciprocidad, y nuestro trasfondo cultural puede desempeñar un papel importante en la forma en que percibimos los intercambios de regalos. La psicología intercultural sugiere que los asiáticos piensan más en sí mismos en relación con los demás, mientras que los norteamericanos tienden a pensar en sí mismos independientemente de los demás.

Estudios han demostrado que los asiáticos tienen más probabilidades de rechazar un pequeño regalo de un conocido casual, porque se sentirían endeudados si no pueden corresponderlo. Los norteamericanos, por el contrario, tienen menos probabilidades de considerar la necesidad de corresponder, y es más probable que acepten el regalo en función de su atractivo.

La opinión de un economista sobre los regalos de navidad

En 1993, Joel Waldfogel hizo una pregunta controversial que solo un economista haría: ¿la Navidad es eficiente? La respuesta sería sí, si el regalo que das tiene el mismo precio que el valor que el destinatario le dará a dicho regalo. 

Pero muchos de nosotros sabemos que no es nada raro que la persona que está dando el regalo gaste más en él de lo que vale para el destinatario. Waldfogel se refirió a esta disfunción como «The Deadweight Loss of Christmasy” y calculó que «entre un décimo y un tercio del valor de los regalos navideños desaparece al regalarlos», lo cual se puede considerar como una «reducción del bienestar» en términos económicos.

Esta disfunción implica que para quienes reciben los regalos sería mucho mejor si recibieran el equivalente en efectivo de un regalo. Sin embargo, algunos economistas han contradicho este hallazgo, ya que los regalos también tienen un valor sentimental.

Juzgar un regalo por su portada: la presentación lo es todo

Si bien las sorpresas y los regalos inesperados a veces pueden ser una mala idea, hay otra forma de aprovechar las expectativas de quien está recibiendo el regalo.

Un estudio publicado recientemente observó el efecto que tiene el envoltorio de los regalos sobre cómo se sienten los que lo están recibiendo. Los autores de la investigación descubrieron que el regalo de un amigo que está envuelto descuidadamente tiende a gustarle más al receptor que uno cuidadosamente envuelto. Esto se debe a que el envoltorio descuidado establece bajas expectativas, que luego se pueden superar fácilmente por el regalo.

Pero ten cuidado, ya que esto es todo lo contrario cuando quien recibe el regalo es un conocido que no es cercano. Ya que en este caso, la delicadeza y cuidado de la envoltura «sirve como una representación sobre la relación en lugar del regalo en sí».