Convivencia en confinamiento | Aprovechemos para consolidar relaciones

Cómo sobrellevar la convivencia en momentos de confinamiento y pandemia

La convivencia en confinamiento añade una gran tensión a la vida diaria. Mantengamos la mejor actitud, en época de cuarentena, de modo de no dañar nuestras.

La convivencia en confinamiento, como ocurre en el caso de una pandemia, no es fácil. El roce, la cercanía, el compartir el espacio personal, mirarse todo el tiempo, etc. puede ser causa de que algunas parejas se distancien o separen. En especial, si presentaban conflictos antes de aparecer esta situación. Sin embargo, esta puede ser la oportunidad para fortalecer relaciones interpersonales, familiares y vecinales, si se sabe aprovechar el lado positivo de vivir una cuarentena.

Tener a los ciudadanos confinados por un largo período tiene un alto costo económico-político y también afecta las áreas sociales y emocionales. Esto es debido a que el contacto físico con quienes están fuera de nuestra casa desaparece, y la única opción que queda es la virtual. No obstante, las interacciones con quienes comparten nuestro techo aumentan, en especial si la rutina previa era que cada uno pasara el día fuera del hogar. Aprovechemos entonces, que disponemos de menor espacio y mucho tiempo, para conocernos mejor.

En lo que respecta a las parejas, veamos cuantos tipos de relaciones pueden existir:

  • Recién conocidos. Decidieron compartir la cuarentena y este tiempo es una maravillosa oportunidad para conocerse el uno al otro. O ya vivían juntos, pero era una situación reciente, y esto les ayudará a acoplarse mejor, compartiendo las responsabilidades domésticas.
  • Pareja estable. Ya llevan años juntos, pero no suelen compartir durante mucho tiempo. Agradecen este espacio para unirse más. O por el contrario, tanta cercanía puede llegar a saturar la relación y llevarlos a que se sientan hartos el uno del otro.
  • Pareja con problemas. Ya tenían ciertos conflictos y el hecho de permanecer juntos, día y noche, los ha agravado. O están aquellos que se habían separado pero, seguían compartiendo el techo, tratando de ignorarse mutuamente. Eso ahora, ya no es posible.   

Impacto emocional de la convivencia en confinamiento

Por último, existe el caso de aquella pareja que vive en una misma casa, pero que presenta dudas acerca de la conveniencia de mantener la relación. Esto puede inclinar la balanza en cualquiera de los dos sentidos: mejorar el vínculo o esclarecer las ventajas de una separación. Después de identificar su situación, conviene generar nuevas dinámicas que resulten agradables para ambos:

  • Rutinas. Es necesario compartir las labores domésticas, pero, en la medida de lo posible permitiendo que cada quien haga lo que prefiera. O, al menos, no haciendo lo que le disgusta. Por ejemplo, si usted prefiere cocinar y su pareja lavar los platos, no intercambien los roles; excepto que ambos estén de acuerdo en hacerlo.
  • Espacio personal. Esto sigue siendo una necesidad diaria, aunque exista una relación de convivencia en confinamiento. Cada uno necesitará su tiempo personal para ejercitarse, relajarse, ver la televisión, compartir con los amigos, etc. Esa “intimidad” podrá oxigenar sus intercambios y permitir que se extrañen, aunque sea un poco.
  • Ocio. También es importante idear actividades comunes que les permitan disfrutar juntos de un tiempo de entretenimiento. Reírse de la situación, compartir aspectos graciosos, retarse en juegos de mesa, rutinas de ejercicios o de baile, los llevará a ver que aun en estos momentos se pueden encontrar cosas divertidas que les deleiten.
  • Comunicación. Una cuarentena genera a cada quien una emocionalidad distinta y complicada de gestionar. Por tanto, es necesario mostrar empatía hacia la otra persona, abrir espacios de comunicación, ofrecer apoyo y estar dispuesto a tolerar la situación, los errores y los malentendidos, lo mejor posible.
  • Sexualidad. Este es un tema básico para crear una agradable complicidad y mantener los esquemas de conexión con la pareja. Si se gestiona con cuidado puede ayudar a que el vínculo se haga más profundo, de lo contrario se creará una tensión adicional, que no resultará nada agradable.

Recomendaciones generales para las comunidades de vecinos

No solo se trata de llevarse bien con los que están dentro del hogar, sino que si se vive en un edificio o área residencial cerrada también hay que cuidar del espacio y de los derechos de los vecinos. La idea es lograr un equilibrio entre los períodos de descanso, de ocio y los de compartir comunitariamente. Y la clave es utilizar el sentido común, ser solidario y recordar que “mis derechos acaban donde comienzan los de los demás”. Veamos algunos tips al respecto:

  • Respeto. A lo mejor usted puede pasar la noche sin dormir, escuchando música, y descansar durante el día. Pero, si algunos de sus vecinos son niños pequeños, personas mayores o enfermas e incluso, adultos que tienen que salir a trabajar, entonces cuide de no hacer ruidos molestos que interfieran con sus horas de sueño.
  • Empatía. En cualquier circunstancia que haya duda, la clave es ponerse en el lugar de los demás. Para todos, este es un tiempo difícil y estresante. No contribuya usted con el malestar ya existente. Limite sus actividades a un horario que sea apropiado para la gran mayoría de sus vecinos.
  • Solidaridad. Todos entendemos que los niños pequeños constituyen un paquete energético impresionante. Sin embargo, al tratar de entretener a sus hijos de la mejor manera posible, evite causar incordio, con el ruido, a sus vecinos. Póngalos a jugar sobre una alfombra, entre las 9 am y las 9 pm, si escuchan música pídales que usen audífonos o coloquen el volumen a un nivel razonable, etc.   

Por último, la convivencia en confinamiento exige de nosotros más de lo que nunca creímos seríamos capaces de tolerar. Seamos pacientes, amigables y educados con quienes viven dentro de nuestra casa y de nuestra comunidad. Si nuestras conductas son racionales podremos continuar adelante con una cierta “normalidad” cuando la cuarentena termine. De lo contario, podríamos quedar aislados para siempre. ¡Cuidemos de nuestras relaciones interpersonales!