¿Cómo puedo ayudar a una persona deprimida?

Cómo ayudar a alguien que padece depresión

Si tienes algún familiar o amigo que esté pasando por la depresión, tú podrás ser un elemento de ayuda. Pero es muy necesario saber qué debemos hacer y qué no debemos hacer con alguien que padece depresión.

 La depresión es una afectación que en ninguna circunstancia debe dejarse sin atención. Estadísticamente hablando, es una de las causas más incidentes en los casos de suicidio.

¿Te gustarìa saber cómo puedes ayudar a una persona deprimida? Te contaremos a continuación toda la información que necesitarás para saber cómo hacerlo.

¿Qué se entiende por depresión?

Es un trastorno complicado pero completamente tratable. Esta condición la padece una inmensa cantidad de personas, abarcando prácticamente todas las edades y con incidencia en casi todos los aspectos de la vida.

 En las personas deprimidas, se conjugan una serie de emociones negativas como la impotencia, la frustración, la ira, el miedo, la culpa y, la más preocupante de todas,  un estado permanente de tristeza y abatimiento.

Seguramente que en algún momento de tu vida, te habrás topado  con una persona en estado depresivo. Su condición, probablemente, te habrá provocado dolor y honda tristeza.

Lastimosamente, la mayoría de veces no solo recaen las consecuencias de este trastorno sobre la persona que lo vive, sino  que resultan afectadas también, las personas de su entorno, las cuales muchas veces se sienten impotentes o se ven imposibilitadas para saber acompañar a un familiar que padece depresión.

¿Es posible ayudar a personas en estado depresivo?

Ante todo, debes tener claro que la depresión es una afección grave que requiere de tratamiento y ayuda profesional. El apoyo que puedes brindar a una persona que sufre depresión, es a través de tu comprensión y solidaridad para que se le haga más llevadero superar la condición.

En función de lo anterior, te enseñaremos las mejores recomendaciones para que conozcas la forma en que puedes dar el apoyo que quieras brindar a esa persona; una tarea altamente efectiva y gratificante en lo personal:

1. Establece canales de comunicación

El inicio de una conversación puede ser más complicado de lo que parece, dada la poca predisposición de la persona deprimida para socializar.

Una buena estrategia sería indicarle que te preocupa su estado, que es notorio el cambio que ha experimentado y que te gustaría saber cómo puedes ayudarle.

Es importante al entablar la conversación, que tengas mucho tacto para que no sienta culpabilidad por preocuparte.

Procura mantener animada  a la persona, a que hable de lo que siente y sin que sienta que de alguna forma puedes llegar a  juzgar su situación.

Eso probablemente le hará mucho bien. Al escucharla, transmitimos a la persona enferma nuestra solidaridad y nuestra empatía por su situación.

2. Sugiérele con habilidad la opción de solicitar ayuda profesional

Si observas que de alguna manera le motiva tu conversación, sin necesidad de forzarla para que te responda, le puedes preguntar en qué momento comenzó a sentirse de esa manera, si acaso ocurrió algo que le indujera a deprimirse y si se siente en condiciones de lidiar con la tristeza.

Es después de ese momento cuando le puedes sugerir, muy amablemente, si consideraría la opción de solicitar ayuda profesional.

3. No olvides cuidar tu propia salud emocional

Es difícil no sentir empatía por una persona cercana a nosotros que haya caído en depresión. Sin embargo, no debemos olvidar que nosotros también tenemos una salud emocional propia que debemos cuidar.

Esto lo tienes que tener muy en claro, ya que es muy fácil con el tiempo que de alguna manera nos dejemos contagiar por la tristeza y suframos un decaimiento de ánimo; que a la larga no nos va a permitir seguir con nuestra tarea de brindar apoyo al deprimido.

Ten en cuenta que tú mismo debes establecer límites. De esa manera, cuidarás de que tu estabilidad emocional no resulte afectada ni tu vida personal se vea comprometida. Estos límites deben ser claros y bien definidos para no desgastarte.

4. Reitérale en cada visita tu disposición de ayudar

No te dejes llevar por la tentación de decirle que todo está en su cabeza, o que la mayoría de las personas en alguna parte de nuestras vidas hemos atravesado por esa situación. Tampoco intentes convencerle de que algo bueno saldrá de todo esto. No trates de hacerle ver que sus síntomas no son importantes ni que su situación es inferior a lo que tú o muchas otras personas han vivido.

Por el contrario, indícale que siempre vas a estar allí para él o ella, que puede contar incondicionalmente contigo y que en poco tiempo superará ese estado.

Recuérdale siempre que le tienes mucho aprecio y que, a pesar de que no entiendas cómo se siente ni el motivo de su condición, tu disposición a ayudarle le acompañará hasta lograr su total recuperación.

3 comentarios

  • Perdí una relación de pareja hermosa; ella por no tener empatía en lo absoluto, y yo, por padecer de depresión no diagnosticada en ese momento… Nunca creyó en mí, y cuando necesité su apoyo, su amor, su empatía ausente, fue cuando más rechazo sentí.

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