El abuso emocional es una forma de abuso que las personas pueden experimentar en una relación de pareja o cualquier otro tipo de relación.
Aunque el abuso emocional no deja cicatrices físicas, generalmente tiene un gran impacto en la confianza de la víctima y sobre su su autoestima, y puede llevarlos a la depresión y al suicidio. Sin embargo, si eres tú a quien están maltratando emocionalmente, hay varias cosas que puedes hacer para obtener apoyo.
Un abuso que no se ve con claridad
El abuso emocional en las relaciones, el matrimonio, es furtivo porque mientras se produce el abuso, nunca aparecen cicatrices o marcas físicas. A menudo, la única señal de que algo está mal en las relaciones emocionalmente abusivas es simplemente la sensación de que algo anda mal.
A menudo, la víctima no puede reconocerlo, pero para los de afuera, a menudo no hay duda de que está teniendo lugar un abuso emocional o «algún problema que puede acabar mal«.
¿Qué es una relación con abuso emocional?
Generalmente, una relación abusiva emocional es una situación difícil y se convierte en un ciclo en el que la víctima cae en la red del abusador, gradualmente.
En la etapa inicial de una relación abusiva, la víctima no identifica si es un acto intencionalmente malicioso propiciado por su pareja, que sigue utilizando tácticas como bromas sarcásticas, intimidación, crítica para decirle a la víctima que es incapaz, culpable, incorrecta y débil y mostrándole que es incapaz de tomar la decisión correcta, entre muchos otros maltratos sutiles.
Cómo salir de un abuso emocional
Poco a poco, este acto destruye las capacidades de juicio de la víctima, los llena de miedo, culpa y ansiedad. La consejera matrimonial y de relaciones Shivani Misri Sadhoo, comparte los pasos sobre cómo las víctimas de abuso emocional pueden actuar y tratar de salir de esa situación.
1. Presta atención a los signos de abuso emocional
El primer paso es ser consciente de los signos de abuso emocional. El abuso emocional funciona para hacer que la víctima sufra por falta de autoestima, y destruye su independencia y minimiza su confianza. En general, el abuso emocional se identifica mediante los siguientes actos del abusador:
- El abusador limita la libertad de la víctima como no permitirle pasar tiempo con algunas personas o insistir en conocer su paradero todo el tiempo.
- El abusador pretende que la víctima no existe en la relación, culpa a la pareja falsamente, con frecuencia insulta a la familia o cualquiera que pueda significar algo para la víctima.
- El abusador monitorea o incluso espía el teléfono de la víctima, correo electrónico, estados financieros, gastos, etc.
- El abusador intenta limitar el contacto de la víctima y las reuniones con los miembros de su familia.
- El abusador acusa a la víctima del fracaso de la relación.
2. No vales menos que nadie
La víctima debe reconocer y darse cuenta de que tiene todos los derechos para ser tratado con respeto dentro de una relación de igualdad con su pareja. Tiene el derecho de cambiar de opinión y/o terminar la relación si ya no le sirve. El compañero víctima tiene derecho a tener sus propias opiniones, incluso si su pareja no está de acuerdo y comete todo tipo de berrinches.
3. Evita la relación si tu pareja es buena manipulando
Si tu pareja es excelente para la manipulación, entonces deberás tener en cuenta que una táctica común de abuso emocional es provocar a la víctima hasta el punto de romperla, y luego culparla por todo. Por lo tanto, trata de no alcanzar el punto en el que pierdas el control y actúes con ira o te vuelvas emocionalmente débil.
Trata de alejarte, respirando profundamente, comprendiendo la intención oculta de la provocación del abusador. La tendencia del abuso emocional es ir en aumento, nunca retrocede, así es que no le des más oportunidades, si te sientes fuerte, es el momento de salir de esa relación.
4. No dudes ni vaciles en tomar la ayuda de un experto
Si enfrentaa la situación y se vuelve insoportable para ti, entonces no dudes en compartir la situación con tu familia, amigos y luego busca ayuda profesional.
