Ghosting: la nueva cobardía romántica que todos practicamos y nadie confiesa

En la era de la comunicación digital, el «ghosting» se ha convertido en un fenómeno preocupantemente común en las relaciones interpersonales, especialmente en el ámbito romántico.

¿Qué es el ghosting?

Este término se refiere a la práctica de cortar toda comunicación con alguien sin previo aviso ni explicación. A menudo, quien comete el ghosting simplemente desaparece del radar, dejando a la otra persona confundida, herida y sin cierre.

Esta forma de rechazo digital, aunque silenciosa, puede tener efectos psicológicos profundos en quien lo experimenta.

Tenemos un artículo en dónde se analizan en profundidad las características que encierran al ghosting.

Un reflejo de la evitación del conflicto

El acto de «desaparecer» puede ser visto como una estrategia de evitación de conflicto llevada al extremo. En un mundo donde la interacción cara a cara disminuye y la comunicación se facilita a través de pantallas, enfrentar conversaciones difíciles se vuelve cada vez más intimidante.

El ghosting, entonces, emerge como una salida fácil para aquellos que temen el enfrentamiento o el desagrado que podría provocar una conversación de ruptura o desacuerdo.

Impacto en la autoestima y el bienestar emocional

Para quien es víctima del ghosting, las consecuencias pueden ser devastadoras. La falta de un cierre claro puede dejar a las personas preguntándose qué hicieron mal, cuestionando su valía y revolviendo inseguridades preexistentes.

Este replanteamiento constante puede derivar en una disminución de la autoestima y el desarrollo de una ansiedad relacionada con las relaciones futuras.

La paradoja de la hiperconexión

Vivimos en una época que, paradójicamente, mientras más conectados estamos digitalmente, más aislados podemos sentirnos emocionalmente. El ghosting es un síntoma de esta paradoja, donde la tecnología, que en teoría debería facilitar la comunicación, se convierte en un escudo detrás del cual es fácil esconderse.

Esta práctica evidencia una degradación de las habilidades sociales y un deterioro del compromiso emocional que son esenciales para mantener relaciones sanas y maduras.

Reflexiones finales

El ghosting, visto como una «nueva cobardía romántica», nos desafía a reflexionar sobre cómo manejamos nuestras relaciones en la era digital. Esta conducta no solo afecta a quienes son dejados atrás, sino que también refleja y perpetúa una falta de responsabilidad emocional entre quienes la practican.

Reconocer y abordar las razones detrás de esta tendencia es crucial para fomentar una cultura de respeto y comunicación abierta, aspectos fundamentales para cualquier tipo de relación humana.

En última instancia, el desafío del ghosting nos invita a ser más conscientes y compasivos en nuestras interacciones, recordándonos la importancia de tratar a los demás con la misma consideración y honestidad que esperaríamos para nosotros mismos.