Cómo ayudarle a tu hijo a que haga amigos

Un niño sin amigos

Pocas cosas pueden rompernos más el corazón que darnos cuenta de que nuestro hijo no tiene amigos y verlo angustiado por no poder cambiar la situación.

Si esto se debe a su introversión, o es el resultado de factores como su amor por la tecnología que lo mantiene pegado a su pantalla, no hay razón para estresarse más de lo debido.

Todos necesitamos amigos para ser felices y crecer emocional y socialmente, pero en realidad no necesitamos ser los más populares en nuestros círculos. Y es que, si hacemos unos cuantos movimientos acertados, no es difícil proporcionar a nuestro pequeño la buena compañía que necesita.

Descubre primero por qué tu hijo no tiene amigos

Niña sola sin amigos en el parque

Si notas que tu pequeño nunca menciona a los amigos de la escuela, comienza por preguntarle si le gustan más las actividades solitarias como leer o pintar, que jugar con otros niños, y existe la posibilidad de que te revele lo que sucede. Si eso no funciona, observa sus interacciones con sus compañeros para ver si hay algo que le impida formar amistades.

Comprobar si algo ha cambiado

En algunos casos la soledad del niño no se debe a su carácter cerrado -al menos no directamente- sino a hechos recientes que lo han aislado. Una causa común de esto es el acoso escolar. Trata de ganar su confianza para averiguar si este es el caso.

Pedir la opinión de un tercero

Creemos conocer a nuestros hijos mejor que nadie, pero muchas veces nuestro propio amor y cercanía pone filtros en nuestra visión que no nos permiten ver las cosas con claridad. Un pariente que ve a nuestro hijo con frecuencia o su maestro puede tener una mejor comprensión que nosotros de por qué nuestro pequeño tiene dificultades para socializar.

Cómo ayudar a tu hijo para que tenga amigos

Ponlo en contacto con otros niños

Sin presionarlo, busca actividades y situaciones en las que pueda conocer nuevos amigos. Tales circunstancias son los deportes, las actividades artísticas, las citas de juego con los compañeros por los que ha manifestado afición, y los paseos o salidas compartidas con familiares de amigos que tienen hijos de su edad.

Pon un buen ejemplo

Cuando nos convertimos en padres, tendemos a descuidar nuestras amistades, pero nuestra propia socialización con amigos es lo mejor que podemos hacer para enseñar a nuestros hijos a ser sociables. A través de su propio comportamiento percibirá la forma en que cuidamos, respetamos e interactuamos con nuestros grupos y podrá imitarlo.

Incúlcale buenos modales

Quizás la soledad de tu hijo no se deba a la agresividad de otros niños, sino a su propia incapacidad para tener en cuenta los deseos de los demás durante el tiempo de juego. Esto no quiere decir que tenga mal carácter, pero muchas veces nuestros pequeños se dejan llevar por la emoción y son incapaces de “leer” las reacciones de quienes les rodean.

Enséñele a darse cuenta cuando los demás se divierten y cuando les molesta lo que él está haciendo, y explícale las cosas necesarias para construir una amistad sana.