6 comportamientos tóxicos comunes que no debes ignorar

Reconocer a una persona tóxica no siempre es fácil. Más aún si es parte integral de tu entorno. Además, es fácil sentirse culpable cuando intentamos truncar estas relaciones porque estas personas saben cómo volverse imprescindibles para nuestro bienestar, aunque lo perturben.

Sin embargo, el cambio no es imposible, especialmente cuando te das cuenta de que la vida es demasiado corta para pasar por estos intercambios poco saludables. Para ayudarte a ver las cosas con más claridad, te mostramos 6 comportamientos que nunca deben tolerarse en una relación de cualquier tipo.

Los comportamientos tóxicos que nunca debes tolerar

Cuando nos damos cuenta de que solo tenemos una vida y que merece ser vivida en plenitud, nuestra percepción del bienestar cambia considerablemente. Esta toma de conciencia suele ir acompañada de un deseo de “arreglar”.

Y con razón, ya que el tiempo es demasiado valioso para aceptar a personas tóxicas que, conscientemente o no, nos menosprecian, invaden nuestra mente con vibras negativas y nos impiden avanzar. Descubre las 6 señales de advertencia de que estás experimentando una relación tóxica en tu vida y que ya es hora de ponerle fin.

1. Esta persona trata constantemente de superarte

Tan pronto como se establezca un sentimiento de competencia entre tú y esta persona, es necesario hacer preguntas. Si continuamente busca superarte, sobrepasar tu éxito o menospreciarte para sentirse superior, sus intenciones pueden esconder alguna deshonestidad. En este caso, lo mejor es tomar distancia porque esta “carrera hacia el éxito” terminará teniendo un impacto nocivo en tu bienestar. De hecho, la mejor manera de protegerte de una persona tóxica es no jugar su juego.

2. Señala tus debilidades para desarmarte

Algunas personas necesitan humillar a otros para compensar su falta de confianza en sí mismos. Al menospreciarlos, se sienten superiores y esto se convierte en su arma número 1 para alimentar su ego. Notarás esto especialmente durante una discusión o una conversación en la que la otra persona se pondrá en una posición de víctima. En lugar de responderte con argumentos pertinentes e intentar resolver el conflicto, preferirá atacar directamente tu personalidad para resaltar las fallas en ti que juzga responsables de la situación.

3. Crea una relación de dependencia

Este es el punto fuerte de una persona tóxica. Perturba tu equilibrio pero al mismo tiempo hace de todo para convertirse en la llave. Esto crea un sentimiento de dependencia malsano en el que cualquier iniciativa que tomes solo o independientemente de su opinión se reducirá a «estarla decepcionando».

Además, necesitará continuamente que la tranquilices y tenderá a convertir tu apoyo en una obligación. En otras palabras, debes ser su prioridad número uno.

4. Disimula sus comentarios degradantes con su “sentido del humor”

Esta es una estrategia bien conocida adoptada por muchas personas que encubren su mezquindad a través del humor. Recurrirán al sarcasmo y te dirán que es solo una broma, pero en realidad, sus críticas están lejos de ser divertidas y, a menudo, duelen más de lo que dan risa. Si te enfrentas a este tipo de personas, sé asertivo y explica que sus comentarios te ofendieron. Si después de eso continúan menospreciándote, es hora de reevaluar la relación.

5. Siempre se pone en el papel de víctima

Una personalidad tóxica tiene dificultades para admitir sus errores y tenderá a señalar tus defectos en lugar de los suyos. Podrá usar ciertas técnicas de manipulación que deben ser reconocidas para aprender a frustrarlas.

Así, sea cual sea el tema de la discusión, la persona siempre te acusará de ser responsable de la misma al ponerse en el papel de víctima herida y traicionada por tus actos. En realidad, este comportamiento es una forma de evitar asumir la responsabilidad de las propias acciones.

6. No es recíproca, solo te llama cuando te necesita

Podría ser un ex, un amigo, un colega o incluso un miembro de la familia. Esta persona desaparece durante meses y luego reaparece en los momentos más inesperados para pedirte ayuda. Excepto que si la amistad, el amor y los lazos familiares implican estar presente para los que amas, esto debe ser mutuo. De lo contrario, la relación sólo existe para satisfacer las necesidades del otro, cuando les conviene.

Como toda prueba en la vida, cortar los lazos con una persona tóxica es un desafío. Y esto puede ser complejo porque no es algo que sea fácil de hacer, especialmente si la persona es una parte integral de tu vida diaria. Sin embargo, hay que saber dar un paso atrás, observar la situación con mirada neutra y determinar si esta relación realmente te está haciendo bien. Dejar ir está lejos de ser un abandono, todo lo contrario. Es el símbolo de un renacimiento y un nuevo comienzo para una vida más equilibrada donde tu bienestar es lo primero.