5 frases que nunca deberías decirle a tus hijos

Frases que no debes decirle a tu hijo

La forma en que le hablamos a nuestro hijo, pero también las expresiones que usamos cuando nos comunicamos con él, determinan en gran medida la forma en que nos percibe a nosotros y al entorno que le rodea.

Por supuesto, no nos referimos a esos momentos en los que perderemos el control y usaremos expresiones como «no eres un buen chico», ya que esto es perfectamente normal y humano.

Sin embargo, hay algunas expresiones que también escuchamos de nuestros padres cuando éramos niños y por eso solemos usarlas como padres.

La mayoría de nosotros lo sabemos instintivamente muy bien. Lo que a menudo ignoramos es el hecho de que el cerebro de los niños no solo es más frágil físicamente, sino también mentalmente. Los psicólogos comparan el cerebro de un niño con un juguete suave e impresionable. Las duras palabras que los padres pueden emplear pueden quedar por muchos años ahí grabadas.

Frases que es mejor no decirle a tus hijos

Estas palabras aparentemente inofensivas pueden afectar el desarrollo psicológico de un niño hasta bien entrada la edad adulta.

Lo que sigue es una lista de 5 frases mentalmente dañinas que los niños escuchan con demasiada frecuencia.

1. «¡Eres como tu mamá/papá!»

Cuando esta afirmación tiene contenido negativo, se refiere a un hábito o comportamiento que incomoda a nuestra pareja, actúa de manera ofensiva hacia el niño y le provoca sentimientos de vergüenza.

Además, le crea inseguridad en cuanto al modelo de crianza que recibe y crea confusión, no soluciona realmente nada usar la comparación negativa para pretender conseguir un cambio.

2. «¡Eres un desagradecido!»

Una regla general es no usar calificadores. Pero como esto no siempre es posible, debemos evitar las «etiquetas». Tales caracterizaciones quedan impresas en el cerebro del niño y en el futuro se convierten en falsas creencias sobre sí mismo.

Los niños pasan por etapas en las que tienen ciertas características, pero este hecho no caracteriza su personalidad, es decir, es algo transitorio.

3. «¡No actúes como un bebé!»

Una frase muy común que escuchamos de muchos padres y solemos escucharla un tanto “lindamente”. Los bebés sí que son lindos, pero cuando tratamos de prevenir un comportamiento molesto etiquetándolo como un «bebé», se siente como si el peso de sus sentimientos disminuyera, en definitiva, que no empatizamos con cómo se siente nuestro hijo.

Finalmente, les hace sentir vergüenza de sus propios sentimientos y poco a poco evitan expresarlos.

4. «¡No llores!»

Los niños, como los adultos, necesitan experimentar todas las emociones. No le prohíbas a tu hijo llorar, estar triste, incluso tener miedo. Y no lo degrades con frases como «no seas un marica». Tu hijo no se sentirá mejor si le ordenas «no llores». Trata de comprender la causa de las lágrimas y explícale en detalle por qué no debe llorar.

5. «¿Por qué no eres como tu hermano?»

Por lo general, esta frase en particular se dirige a un niño con un hermano o hermana mayor. En lugar de guiar al niño a tratar de ser como el modelo a seguir, esta indicación puede hacer que el niño deje de intentar competir con alguien que hace todo «bien».

Trata a tus dos hijos por igual y reconoce las habilidades que cada uno tiene, porque eso es lo que los hace especiales. La discriminación y la comparación harán que un niño se sienta rechazado y amado menos que el otro. No olvides que esta separación puede afectar la futura relación que tengan y alejar a un niño del otro o crear agresión.