Relaciones sociales: beneficios psicológicos y físicos

Relaciones sociales

Las relaciones sociales son el pilar de toda conexión humana. Con la posible excepción de las profesionales. Aunque incluso en ellas vemos que las sociales preceden en muchos casos.

Las amistades, desde nuestra infancia, nos entrenan en las diversas formas de «relacionarnos». En ser capaces de percibir la diferencia en los comportamientos que recibimos y en definitiva en la variedad de caracteres humanos. Lo que finalmente nos lleva a descubrirnos a nosotros mismos, en términos de nuestros deseos, nuestras opiniones, nuestras creencias.

«La falta de contactos sociales y amistades, el aislamiento social es un factor de riesgo importante para la salud.» Un artículo de Jim House, profesor del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, sobre encuestas de población y encuestas de mortalidad durante una serie de seis años o más. Concluyó que las relaciones sociales o las deficiencias relativas de ellas, compiten con el tabaquismo y la obesidad en el grado de riesgo en su asociación con la enfermedad o incluso la muerte…

Las relaciones sociales afectan el sistema inmune

Por otro lado en 2007, el científico social John Cacioppo y el neurocientífico Steve Cole descubrieron que los leucocitos (células sanguíneas que desempeñan el papel de defensa del cuerpo contra las infecciones) se manifestaban de manera diferente en personas socialmente aisladas y las que relativamente tenían buenas conexiones sociales. 

Estos hallazgos (basados ​​en una pequeña muestra) se confirmaron en estudios posteriores más amplios. En las que se incluyeron personas en la pobreza, pacientes con afecciones crónicas y personas con trastorno de estrés postraumático. Como el propio Cole concluyó a partir de esta investigación. A nivel molecular, la soledad «hace que el cuerpo se sienta amenazado e inseguro«.

Psicológicamente, socializar mejora nuestra confianza en nosotros mismos al mejorar nuestras habilidades sociales. Darnos la seguridad a través de la cual somos aceptados, reduce nuestra inadaptación a las situaciones y todo esto conduce a una sensación general de «bienestar» a medida que se reduce el estrés.