¿Porqué se comportan así las personas desconfiadas?

Cómo actúa una persona que tiene desconfianza

La desconfianza, se puede definir como la ausencia de la seguridad para actuar, de la esperanza que se tiene en algo o alguien e incluso de la familiaridad hacia otros en el trato; por lo tanto se puede carecer de confianza en personas, situaciones o cosas.

La desconfianza puede surgir de la interpretación que hace una persona de sucesos pasados o presentes, así como de la previsión de una conducta o posible hecho futuro.

En muchas ocasiones, en un mundo donde existen las personas engañosas, hostiles y malvadas, la desconfianza puede ser realmente útil, por lo que lo más conveniente es tratar de encontrar un punto intermedio en el cual esta sensación no sea un impedimento para realizar nuestras acciones y ser lo que buscamos ser, sino que nos sirva de alerta ante situaciones de riesgo que nos puedan generar algún perjuicio.

¿Qué características tienen las personas desconfiadas?

Una persona desconfiada generalmente demuestra conductas que vale la pena saber identificar para no confundirlas con comportamientos de personas con características como la baja autoestima, los problemas de ansiedad o la inseguridad.

A continuación los gestos más reveladores de una persona desconfiada:

  • En el primer contacto visual, suele hacer un escaneo observando de manera general de cabeza a pies, para evaluar el grado de confiabilidad que puede tener por la otra persona.
  • Suele colocar su mano en la barbilla mientras escucha o habla, en signo de interés, lo cual corresponde más al análisis que hace de la persona.
  • Es usual también que la persona pueda cruzar sus brazos, demostrando cierta protección hacia sí mismo.
  • Puede ocurrir que mientras se encuentran conversando, la persona haga movimientos de sus cejas como subirlas o fruncirlas.
  • Una gran señal de desconfianza suele ser que la persona se toque la nariz mientras su interlocutor se encuentra hablando.
  • Al estar sentados, la persona puede manifestar algo de incomodidad y rigidez mostrando una postura erguida y con las piernas cruzadas.
  • En ocasiones, esta persona suele poner sus dedos entrecruzados también como signo de desconfianza.
  • Hay casos en que este tipo de personas muestran gestos de nerviosismo como, golpear los dedos contra algo simulando ritmos, al igual que sus pies contra el piso.

¿Qué hace que las personas desconfiadas actúen de esa manera?

A pesar que todas las personas en alguna ocasión experimentan situaciones de traición, engaños, mentiras y decepciones, algunas de estas son capaces de asimilarlo, aprender de ello y actuar con cautela sin llegar a ser desconfiados; mientras que el resto, se dejan afectar tanto del momento, que lo archivan en su memoria y conforme a ello, permiten ser condicionados por el recuerdo mismo, llevando la desconfianza a un grado de entorpecer las relaciones sociales, limitar las posibilidades e impedir vivir la vida de forma agradable.

En esa medida, el sentimiento de desconfianza puede tener múltiples orígenes, algunos de ellos serían:

  • En la infancia, haciendo referencia a una carencia de apego y afecto de parte de los padres, esto ocurre básicamente porque nuestro cerebro está programado para experimentar una conexión emocional, siendo hasta cierto punto negativo el no tener acceso a la interrelación, a vínculos que permitan a la persona sentirse atendida, querida y valorada; esta ausencia traumática de refuerzos positivos a nivel emocional, acarrea el surgimiento de inseguridades que se traducen en la desconfianza. En el mismo orden de ideas, una educación de características sobreprotectoras que llegan a acondicionar los miedos de los niños, creándoles expectativas terribles sobre la maldad del mundo que les rodea, exagerando la realidad.
  • En el sentimiento de inseguridad y baja autoestima, donde la persona se auto califica negativamente, denominándose como no tan bueno, meritorio o valido para que la gente responda a sus necesidades y deseos; y por tal razón, concluyen que lo más factible es que les fallen.
  • En las malas experiencias, donde las personas generalizan en medida de sus vivencias hasta el punto de asegurar que las mentiras y traiciones forman parte del ser humano como norma y con base en ese pensamiento, categorizan a los demás de forma negativa, afirmando que “todos son iguales” y prefiriendo desconfiar de todo y de todos.
  • En el miedo, al pensar que no tiene la capacidad de defenderse y al sentirse vulnerable e indefenso ante una posible amenaza, bien sea real o imaginaria, atribuyendo más poder a la idea de que deban protegerse del medio, y reforzando la desconfianza al sentir rechazo de las personas que le evitan, como resultado de su mismo comportamiento.

Finalmente, es natural que la desconfianza exista en nuestro medio y que cualquier persona la experimente con base en distintas posibles causas, por lo que se hace necesario analizarlo detenidamente para buscar el punto medio, y conforme a ello, hacer uso de la desconfianza como herramienta preventiva, sin que ese sentimiento manipule las emociones, las conductas o los pensamientos, y que se puede tener una calidad de vida apropiada a las necesidades y expectativas que cada quien merece.

[mks_toggle title=»Bibliografía:» state=»close «]

  1. Ramirez P. (2016). Desconfianza, ¿te perjudica o te suma?. Recuperado de: [Enlace]
  2. Carrasco R. S.F. Personas desconfiadas. Recuperado de:[Enlace]

[/mks_toggle]