Las personas auténticas son asertivas y hablan sin miedo

Las personas auténticas hablan sin miedo. Dicen lo que piensan y actúan en consecuencia. Pero para hacer eso, necesitan saber cuándo, a quién y por qué lo están haciendo. Tienen que dominar el espacio personal y el rango vocal. En definitiva, deben tener habilidades sociales.

Las habilidades sociales son mucho más que expresar las propias opiniones. Se utilizan para interactuar con los demás de manera efectiva y satisfactoria. Son nuestra forma de presentarnos al mundo, nuestra tarjeta de identificación social, por así decirlo. Revelan nuestra esencia como seres humanos. Por tanto, no solo son importantes por ser personas auténticas, sino también por ser psicológicamente saludables y afines a nuestro entorno.

Las personas auténticas escuchan y comprenden antes de responer

Las personas auténticas piensan antes de hablar y escuchan atentamente a la persona con la que hablan. Son empáticos con la otra persona cuando tienen una conversación. Entienden que no hay dos personas que tengan que compartir la misma opinión, pero todos tenemos derecho a ser escuchados con el mismo respeto.

Nuestro peor problema de comunicación es que no escuchamos para entender, escuchamos para responder. Aunque a menudo ni siquiera tratamos de escuchar a otras personas.

Escuchar es un arte

Saber escuchar es un arte y una habilidad que se aprende. Implica prestar atención, responder a lo que la otra persona te dice, respetar su turno de palabra y mantener un lenguaje corporal adecuado. Aquí hay algunas claves para ser respetuoso en una conversación:

  • Mantener un lenguaje corporal abierto. Haz contacto visual con la persona que habla y mantén tu expresión facial relajada. Asiente de vez en cuando para demostrar que estás prestando atención. No cruce los brazos ni las piernas, ya que estas pequeñas barreras físicas pueden impedir que otras personas se abran a ti.
  • No interrumpas a la otra persona. Puede ser tentador hacer que la otra persona deje de hablar para demostrar que entiendes el mensaje o para explicar por qué crees que está equivocada, pero esto es muy grosero. Para ser cortés, espera hasta que la otra persona haya terminado de hablar.
  • Crea un diálogo. La frase más poderosa en una conversación es «dime». Las personas se sienten cómodas cuando haces preguntas relevantes y escuchas activamente sus respuestas. Esto le muestra al hablante que estás escuchando sus palabras y empatizando con ellas.
  • Permítales hablar. Estás teniendo un diálogo, no un monólogo. Involucre a la otra persona en la conversación haciéndole preguntas o sugiriendo temas interesantes para discutir, pero nunca monopolice la conversación.

Las personas auténticas no siempre agradan a los demás

Características de las personas asertivas

Las personas auténticas no siempre agradan a los demás porque saben cuándo decir que sí y cuándo decir que no. Saben mostrar acuerdo y desacuerdo en cualquier situación y no se sienten culpables por ello. Han dominado la habilidad social conocida como asertividad.

La confianza en uno mismo es una forma de comunicación que implica defender los derechos, expresar las opiniones y hacer sugerencias de manera honesta, sin ser pasivo o agresivo. Se trata de respetar a los demás, pero sobre todo respetar las propias necesidades.

Es una habilidad importante porque expresar tus verdaderos sentimientos y defender tus derechos puede ser increíblemente reconfortante. Cuando dices lo que quieres, lo consigas o no, podrás vivir una vida más feliz y auténtica.

El primer paso para tener más confianza es reconocer cómo te sientes y qué quieres comunicar. Si eres sincero y entiendes que la otra persona no puede leer tu mente, nada de lo que digas estará mal. Dicho esto, respeta siempre su turno de palabra y recuerda que estás defendiendo tu propia verdad, no la verdad absoluta. Recuerda que siempre ves las cosas desde tu propio punto de vista, que es tan válido como el de ellos.

En términos de tono de voz, mantener un tono adecuado y abstenerse de gritar ayudará a confirmar tu punto. Debes reconocer que gritar no te da más razón. De hecho, tiende a quitarle valor a tu mensaje. Lo mismo sucede con la distancia. Si te acercas demasiado a la otra persona, puedes parecer agresivo y esto puede complicar la comunicación. Respeta su espacio personal.

Las habilidades sociales se aprenden

Si quieres ser una persona auténtica, pero no dominas ninguna de las habilidades que te mencionamos aquí, no te preocupes, porque las habilidades sociales se aprenden. No son habilidades innatas; se adquieren a través de la observación y la experiencia.

Los primeros años de vida son cruciales para desarrollar estas habilidades, pero eso no significa que cuando seas adulto no puedas aprenderlas más. Hay muchos programas de psicología que enseñan habilidades sociales. La mayoría de ellos combinan experiencias sociales directas, imitación y refuerzo para aprenderlos.