La soledad en la vejez y cómo se puede afrontar

La soledad en la vejez

La soledad en la vejez puede verse muchas veces como un castigo, una prisión de la que no podemos salir, incluso muchas veces la actitud de las personas mayores es negarse a cambiar y ven la soledad como una frustración ya que «todos los han abandonado».

Debido a factores sociales, de personalidad y de salud, el riesgo de sentirse solo aumenta con la edad. Quedar solo, aislado y sin motivaciones puede ser un riesgo para los adultos mayores y necesita ser tratado a tiempo.

La soledad nos puede acompañar desde la infancia hasta la vejez. Cuando nos sentimos solos, nos sentimos excluidos, aislados, sin amor y sin importancia para nadie. Sobre todo, la soledad que surge cuando nuestra situación de vida cambia repentinamente, no estamos seguros de cómo salir de ello y muchas veces, no sabemos cómo ayudar a aquellos que quedaron solos.

El proceso de quedar solos con el paso del tiempo

A medida que envejecemos, hay una mayor probabilidad de cambios fundamentales en nuestras vidas que pueden conducir al aislamiento. Así que tal vez perdamos a nuestro compañero por separación o muerte, rompamos amistades y quedamos solos. Nuestros hijos se mudan a una ciudad distante por lo que rara vez los vemos.

Tal vez nos mudemos a un apartamento más pequeño o al hogar de ancianos. De esta manera estamos adquiriendo una condición crónica que limita gravemente nuestra capacidad de moldear nuestras vidas de forma activa.

Tenemos que llegar a un acuerdo con estos cambios. Exploramos una gran cantidad de sentimientos diferentes. Nos peleamos con el destino, estamos desesperados, tenemos miedo del futuro y nos sentimos solos. Estos sentimientos nos muestran que las necesidades importantes ya no están (más) satisfechas por nosotros. Quieren motivarnos a buscar nuevas formas de satisfacer nuestras necesidades a pesar de todo.

Cómo salir de la soledad en la vejez

La edad no es razón para sentirse solo. Sin embargo, puede ser más difícil mantener los contactos sociales debido a discapacidades físicas u otras condiciones.

Hoy en día, las personas mayores tienen más opciones a través de Internet que antes. Ya no necesitamos salir de casa y podemos cultivar contactos.

Por ejemplo, si establecemos expectativas muy altas sobre los demás, tememos el rechazo o no nos consideramos amistosos, entonces nos resulta difícil acercarnos a los demás. Una actitud curiosa y abierta hacia otras personas facilitará nuestro contacto con nuevas personas.

Si ya hemos cultivado toda nuestra vida un círculo de amigos e intereses, entonces podemos recurrir a ellos en la vejez.

Cuando la soledad no es elección y el tiempo que pasamos a solas se convierte en una prisión, necesitamos modificar nuestra forma de vernos a nosotros mismos y cambiar los patrones para que se produzcan los encuentros.

Por supuesto, es mejor si fuimos sociables y activos a lo largo de nuestra vida, y mantuvimos los contactos. Pero incluso si nunca has estado especialmente preocupado por un círculo de amigos y nunca has creado intereses y pasatiempos, porque tu vida familiar y los niños eran suficientes, no tienes que sentirse solo en la vejez.

Analiza tu situación

¿Con qué estás satisfecho? ¿Qué falta para que te sientas bien y te sientas mas completo? Obtén una visión general de las posibles soluciones a tu soledad. ¿Qué opciones están disponibles para ti para obtener lo que  estás buscando?

Toma nota de las soluciones por escrito. Escribe todo lo que te venga a la mente, sin rechazar de inmediato lo que podría no adaptarse a tu situación. Recuerda, para estar más satisfecho, no necesariamente necesitas conectarte con otras personas. Perseguir los propios intereses y pasatiempos es también una posibilidad de sentirte más acompañado o acompañada.

Una lista de posibles soluciones a la soledad en la vejez podría verse así:

  • Visita a los familiares.
  • Tomar algún curso o realizar aprendizajes a distancia (si tienes problemas de movilidad).
  • Voluntariado.
  • Visitar el museo o galerías de exposición.
  • Participación en un foro senior en internet.
  • Unirse a la comunidad de vecinos.
  • Solicitar préstamos de libros de la biblioteca pública.
  • Reanudar el contacto con viejos amigos.
  • Adoptar una mascota, de preferencia un perro que pueda hacerte caminar por el parque como obligación.
  • Reanudar viejos pasatiempos
  • Escribe la historia de tu vida.
  • Participación en reuniones sociales en el hogar.
  • Aprende a usar la computadora o teléfonos móviles y tablets.
  • Invitar a vecinos a casa.
  • Únete al coro de la iglesia

Cómo decidir sobre un camino concreto

¿Qué es exactamente lo que quieres hacer para obtener lo que te está haciendo falta? Piensa en pasos específicos para alcanzar tu meta. ¿Cuándo quieres empezar? (Mejor sería comenzar pronto) ¿Qué es exactamente lo que quieres hacer primero? ¿Cómo podría ser el siguiente paso?

Prepárate para posibles obstáculos

Piensa en los problemas que pueden existir para que tomes el camino que has elegido. La respuesta que puedas encontrar aquí quizás pueda ayudarte a pensar por qué no has cambiado tu situación hasta ahora.

Quizás tus hijos a menudo han tratado de persuadirte para que hagas alguna actividad. Sin embargo, siempre rechazaste sus sugerencias con cualquier argumento. Por ejemplo, podría evitar buscar amigos o socializar con las siguientes configuraciones negativas:

  • No me hallaré con otras personas.
  • No sé cómo contactar a otras personas.
  • Soy demasiado viejo para eso.
  • Ya no vale la pena intentarlo.
  • Eso no funcionará de todos modos.
  • Para mi salud, no hay nada que pueda ayudarme.
  • Nada es divertido sin mi pareja.
  • A mi edad ya no puedes hacer amigos.
  • No hay nada que yo disfrute. Mi vida se ha ido.
  • La gente solo defrauda.

¿Estás familiarizado con algunos de los pensamientos anteriores? La característica común de estas actitudes es que son negativas y evitan que luches activamente con tus sentimientos de soledad.

Pensamientos de este tipo te hacen ansioso, inseguro o incluso te vuelven alguien deprimido. Con estos pensamientos probablemente exagerarás y profetizarás un resultado negativo de tus acciones que ni siquiera puedes saber. No tienes que soportar tu soledad. La soledad en la vejez no es un destino inalterable.

Por el contrario, las siguientes actitudes positivas pueden motivar y fortalecer tu confianza terminar con tu soledad en la vejez.

  • Puedo hacer otra cosa e influir.
  • Voy a ver a otras personas y veré qué pasa.
  • Tengo algo que ofrecer.
  • ¿Qué me puede pasar? No puedo ir peor de lo que estoy ahora.
  • Solía ​​hacer contactos sociales y puedo hacerlo de nuevo.
  • También hay cosas que puedo hacer para hacerme sentir mejor.
  • También el intercambio de cosas cotidianas puede ser divertido. A partir de esto, se puede desarrollar una amistad.

Elige los pensamientos adecuados para ti y tenlos en cuenta. Una nueva actitud positiva es probable que encuentre resistencia. Pero cuanto más los veas y actúes sobre ellos, más los harás tuyos.