Sabemos que una de las principales maneras de tratar la depresión es mediante el uso de fármacos.
El avance de la ciencia ha establecido un cuerpo de investigación que muestra cómo los niveles de ciertas sustancias químicas cerebrales fluctúan para afectar el estado de ánimo, y pueden estabilizar químicamente el estado de ánimo de alguien que padece depresión mediante el uso de pastillas (en este artículo no mencionaremos sus efectos adversos y consecuencias).
Sin embargo, cuando hablamos de sanar a alguien, mencionamos la recuperación desde la raíz, entendiendo la fuente del problema y resolviéndolo de manera definitiva.
La verdadera curación de la depresión involucra muchos factores intangibles como la dieta, el apoyo de la familia y los amigos, los sistemas de creencias, la identidad propia, la frustración con el trabajo, resolver o llegar a un acuerdo con un trauma infantil o eventos pasados, y muchos aspectos más. Realmente no hay una solución de píldoras químicas para sanar a las personas de la depresión.
Lo que sí sabemos es que la depresión tiene lugar en el cerebro. Alguna amalgama de pensamientos, recuerdos y químicos cerebrales se combinan para causarlo. Y dado que de alguna manera es una función del cerebro, entonces podemos emplear las herramientas a nuestra disposición para manipular cómo funciona el cerebro.
Meditación para sanar la depresión
Entendamos como la práctica de la meditación puede ser de gran ayuda para tomar el control de nuestros pensamientos.
Para empezar, la meditación es un acto que aumenta la conexión interior. Nos permite ver claramente cuánto control tenemos, o no tenemos, sobre los pensamientos y emociones que corren por la mente. Nos permite identificar patrones y programas en el trabajo en la mente, al permitirnos aislar los sucesos internos de la mente de las influencias externas que nos inundan cada día.
Estudios científicos sobre la meditación y el efecto sobre la depresión
Además, los estudios científicos han demostrado que la meditación puede ser altamente efectiva. En un artículo de 2016 titulado, Cómo correr y la meditación cambia los cerebros de los deprimidos, Melissa Dahl informa sobre uno de esos estudios:
«Para probar esto, Alderman y sus colegas reclutaron a 52 adultos jóvenes, 22 de los cuales habían sido diagnosticados con trastorno depresivo mayor y remitidos por una clínica de consejería universitaria. (El resto de los participantes eran personas «típicamente sanas»).
Dos veces por semana durante ocho semanas, todos los voluntarios del estudio acudieron al laboratorio para sesiones de capacitación MAP, durante las cuales pasaron 30 minutos en «meditación de atención enfocada» y 30 minutos corriendo en una cinta de correr.
Al comienzo del estudio, todos tomaron encuestas para medir sus síntomas de depresión, así como también una prueba diseñada para medir su control cognitivo, es decir, su capacidad para aprovechar su propia atención.
Repitieron estas tareas al final del estudio, y el análisis de los investigadores muestra una disminución en los síntomas depresivos autoinformados para ambos grupos, pero especialmente para el grupo con trastorno depresivo mayor. Ambos grupos también mejoraron su desempeño en la prueba de control cognitivo «. Ver fuente.
Estudios de Reset.me
«Sorprendentemente, una serie de estudios recientes han encontrado que la meditación realmente «forma» el cerebro; que corrige los daños causados por el estrés , mejora la conectividad entre los dos lóbulos e incluso promueve el crecimiento celular en regiones clave que son poco desarrollada en las personas deprimidas, como el hipocampo.
Esto significa que los meditadores están cambiando la estructura real de sus cerebros, volviendo a reconectar sus reacciones emocionales y patrones de pensamiento a una línea de base más tranquila en un nivel físico. Esto los hace más resistentes a la depresión de forma permanente«. Ver fuente.
Efectos de la conciencia plena (Mindfulness) sobre la depresión
«Este estudio evaluó el impacto de la meditación en consciencia plena (mindfulness) en síntomas de ansiedad, depresión, ira y estrés en un grupo de 32 adultos que asistieron a un adiestramiento sobre este tipo de meditación.
Completaron voluntariamente medidas de informes antes y después de consciencia y presencia mental (MAAS), frecuencia de pensamientos automáticos depresivos (ATQ), propensión y manejo de ira (EPYMI), estados emocionales de depresión, ansiedad y estrés (DASS) y estrés (SWS).
Además se registraron los minutos que a diario dedicaron a la práctica de meditación durante el transcurso de este estudio. Los análisis estadísticos comparando antes y después del adiestramiento demostraron una disminución significativa entre las medidas de ansiedad, depresión, ira, estrés y un aumento significativo en consciencia plena.
Las correlaciones reflejaron una relación positiva y fuerte entre los minutos meditados y la consciencia plena. Además se evidenciaron correlaciones negativas y muy fuertes entre minutos meditados y pensamientos depresivos, ansiedad, ira y estrés.
Los tamaños del efecto obtenido fueron moderados para las variables de estrés, consciencia plena y ansiedad. Para la depresión e ira el tamaño del efecto fue pequeño. Se utilizaron puntos de referencia para analizar el impacto del efecto.
Los resultados sugieren que la meditación en consciencia plena parece ser una práctica prometedora para reducir síntomas de depresión, ira, ansiedad, estrés y aumentar consciencia plena. Se recomiendan estudios adicionales en este tipo de meditación.» ver fuente.
Aunque es difícil de explicar en términos científicos estrictos, la meditación es de hecho una herramienta poderosa para superar la depresión. Puede tener un impacto positivo en la regulación de pensamientos y emociones.
Incluso lo vemos funcionando en escuelas y prisiones para ayudar a reducir el comportamiento problemático y la violencia. Y lo vemos trabajando para crear paz en nuestro mundo, y sabemos que con la práctica dedicada puede crear paz en la mente atribulada de aquellos que sufren depresión.
