Hibristofilia y el sentirse atraído por personas peligrosas

Charles Manson Una persona muy peligrosa

Es más común de lo que suponemos el hecho de sentir atracción por personas peligrosas o que representan peligro y se destacan como violentas, y que viven fuera de las reglas, pero esto podría tener una explicación desde la psicología: la hibristofilia.

La mayoría de la población mundial considera, como es lógico, que los criminales violentos son personas de las que hay que mantenerse alejado lo más posible, llegando incluso a considerarlos como monstruos y figuras de maldad.

Sin embargo, aunque parezca irracional, existen personas que se sienten inevitablemente atraídas por este tipo de personas.

A través de la historia humana hemos podido ver numerosos casos de criminales que, a pesar de haber cometido grandes atrocidades, han logrado despertar la atracción sexual, la obsesión y hasta sentimientos de amor en otras personas.

Charles Manson, condenado por el asesinato de 9 personas; Josef Fritzl, quien fue el secuestrador y violador de su propia hija por 25 años o Anders Behring Breivik, asesino de 77 jóvenes.

Son algunos de los personajes que han generado atracción sexual en cientos de personas y que, aun hoy en día, reciben en sus celdas cartas de amor, regalos y fotos de personas que dicen estar enamoradas de ellos. Incluso, algunos han recibido propuestas de matrimonio.

Ante este hecho, surge la pregunta: ¿qué puede llevar a alguien a enamorarse de una persona capaz de infringir tal daño en otros?

Aunque no existe una explicación concreta, la psicología ha denominado este cuadro como hibristofilia, es decir, la atracción sexual hacia personas que han cometido crímenes y atrocidades como robos, asesinatos o violaciones.

¿Qué es la hibristofilia?

La hibristofilia, es una parafilia descrita como la atracción a ladrones, asesinos, violadores y personas que hayan cometido crímenes atroces en general.

El término deriva de ‘hubrizein’ (palabra griega) significa ‘’atentar contra una persona’’, y ‘filo’ que se traduce como ‘’tener preferencia o afinidad por…’’. Fue acuñado por John Money, psicólogo neozelandés especializado en sexología.

Las personas con esta parafilia tienen una fuerte tendencia a sentirse atraídas por individuos que han mostrado propensión a dañar a otros a través de la violencia, el engaño, la estafa y más.

Sin embargo, los casos más comunes se dan con asesinos y criminales muy violentos, quienes pueden llegar a ser considerados un objetivo romántico y sexual.

El trastorno es conocido popularmente como “Síndrome Bonnie y Clyde”, haciendo referencia a la famosa pareja de criminales de Estados Unidos, quienes realizaron numerosos robos y crímenes, llegando a sr considerados enemigos públicos entre 1931 y 1934.

Se caracterizaban por su gran amor y por mantenerse juntos hasta el día de su muerte. La novelista Emma Cline describe a las personas con esta parafilia como ‘’serial killer groupies’’ –lo que se traduce como ‘’fanáticas de los asesinos seriales’’–, hablando acerca del gran número de mujeres que siguieron a Charles Manson.

El hecho de haber desarrollado una inclinación o interés marcado hacia este tipo de personas no constituye en sí mismo un síndrome clínico o una patología.

Sin embargo, lo que sí se considera un trastorno de tipo parafilia, es que esta atracción suponga una disfunción para quien la padece, es decir, que el individuo no sea capaz de tener atracción sexual o no pueda llegar al orgasmo con una persona que no cumpla con estas características.

Asimismo, se considera un trastorno cuando el individuo que la padece se pone en riesgo de sufrir daños emocionales, físicos y sociales por llevar a cabo este interés y aun así continúa.

Según indican los estudios, aunque ha habido casos de hombres que la han desarrollado, la hibristofilia es una parafilia característicamente femenina y aunque no se ha encontrado la causa específica, se piensa que puede estar relacionada con sentimientos frecuentes en las mujeres como la redención a través del amor.

¿Qué nos hace sentirnos atraídos por personas peligrosas?

La mayoría de las parafilias comienza a aparecer durante la pubertad, lo que podría significar que en esta etapa existe alguna propensión o una ‘’ventana de oportunidad’’ que hace que la respuesta a los estímulos sexuales sea propiciamente condicionada.

Por otro lado, con respecto a la hibristofilia concretamente, se ha llegado a considerar que pueda existir una predisposición genética a buscar como pareja a una persona poderosa, fuerte y con la capacidad de someter a otros por la fuerza. Sin embargo, esta explicación deja más preguntas que respuestas.

Las experiencias traumáticas del pasado pueden influir

Otra teoría establece que puede existir predisposición a personas que tengan la personalidad ‘Dark Triad’ por experiencias traumáticas anteriores. La Dark Triad o ‘tríada oscura’ es un hito de la psicología que describe una personalidad compuesta por tres rasgos fundamentales:

  • Narcicismo: Caracterizado por el orgullo, el engrandecimiento de sí mismo, el egoísmo, egocentrismo y la falta de empatía.
  • Maquiavelismo: Se caracteriza por la manipulación y explotación de otras personas para lograr los propios objetivos, una fuerte tendencia hacia el engaño y un marcado desprecio por la moral.
  • Psicopatía: Comportamiento antisocial, impulsividad, falta de empatía, egoísmo, fuerte insensibilidad y ausencia de remordimiento.

Se dice que las personas que presentan esta tríada oscura –la palabra ‘oscura’ (dark) hace referencia a las cualidades malévolas de estas personas– tienden a ser bastante violentas y tener una fuerte propensión a infringir dolor y sufrimiento en otras personas.

Según esta teoría, las personas con este tipo de personalidad pueden ser atraídas por criminales.

También se dice que el haber pasado por contingencias o experiencias traumáticas en años anteriores, puede generar una especie de ‘aprendizaje’ por asociación entre estímulos y acciones, por lo que se percibe la peligrosidad como un rasgo deseable.

¿Por qué esto sucede más en mujeres?

Algunos autores explican que el hecho de que la hibristofilia sea característicamente un trastorno femenino, puede estar relacionado con el estereotipo que describe a la mujer como un ser frágil, sumiso, tierno e incapaz de cometer actos atroces por falta de fuerza, ya sea como cómplice o como autora.

En este sentido la criminalidad femenina es un problema que había sido ignorado hasta ahora, ya que no representaba un fenómeno social demasiado importante en comparación con la criminalidad masculina.

Así, el hecho de sentir atracción y deseo de involucrarse con un hombre capaz de cometer atrocidades, puede ser un intento –inconsciente o no– de demostrar que la mujer posee tanta fuerza y voluntad como el hombre, incluso cometiendo actos violentos, y que no siempre este estereotipo de la mujer es acertado.

Aunado a esto, muchos autores afirman que debe tenerse en cuenta el concepto del patriarcado, un sistema de autoridad que pone al hombre en la cima y le otorga todo el poder.

Según teorizan, puede que, a causa de la influencia del patriarcado en la sociedad, muchas mujeres encuentran deseables las figuras masculinas violentas y capaces de someter a otros, ya que es el referente masculino que tienen.

Podría estar relacionada con el tipo de educación familiar

Se dice que la hibristofilia puede ser una conducta aprendida del patriarcado y asumida de tal forma que incluso se disfrutan y se llevan hasta las últimas consecuencias.

También se explica que, debido al discurso aprendido del patriarcado, muchas mujeres internalizan que, si deben ser sumisas y aceptar la autoridad del hombre, entonces un compañero que pueda eliminar a todo aquel que se le revele, es ideal.

Otras teorías explican que puede haber un gran componente de baja autoestima y sentimientos de inutilidad, ya que se busca redimir al hombre criminal a través del amor, todo esto para sentirse útil nuevamente.

Por otra parte, se explica también que el sentimiento maternal que suelen tener las mujeres puede ser un factor determinante, ya que al ver estos hombres criminales se despierta en la mujer una especie de compasión profunda que busca proteger al niño que alguna vez este fue.

Puede que esto se relacione con la pérdida de un ser querido y el sentimiento de culpabilidad, una necesidad de redimirse a sí misma de los errores pasados.