Esta es la razón por la cual sientes que el tiempo no te alcanza para nada

¿Por qué sientes que el reloj te juega una mala pasada? La ciencia detrás de la sensación de que el tiempo vuela

El día tiene 24 horas, pero ¿alguna vez has sentido que simplemente no son suficientes? Que te despiertas, parpadeas y de repente es hora de dormir de nuevo.

El sentimiento de que el tiempo simplemente se escapa de nuestras manos es común, y hay razones científicas, psicológicas y culturales detrás de esta percepción. Acompáñanos en este viaje para entender por qué, en ocasiones, el reloj parece ser nuestro peor enemigo.

1. La percepción del tiempo y el cerebro

La relatividad del tiempo en la infancia y la adultez: Cuando éramos niños, un año escolar parecía eterno, pero ahora, los años parecen volar. Esto se debe a la «ley de la relatividad del tiempo percibido» propuesta por el psicólogo francés Paul Janet.

La idea es que, cuando somos jóvenes, un año es una fracción significativa de nuestra vida total. Por ejemplo, para un niño de 10 años, un año es el 10% de su vida. Pero para alguien de 50, un año es solo el 2%. Así, cada período subsiguiente parece más corto en comparación con la vida total vivida.

El factor de la novedad: Experimentar nuevas situaciones o aprender cosas nuevas crea más recuerdos detallados. Como adultos, muchas veces caemos en rutinas, lo que hace que los días y semanas se sientan monótonos y pasen más rápido.

En contraste, la infancia está llena de primeras veces, lo que hace que el tiempo se sienta más largo.

2. La vida moderna y la sobrecarga de información

Multitasking, el falso amigo: Vivimos en una era de hiperconexión e información constante. Intentar hacer muchas cosas a la vez, también conocido como multitasking, puede dar la sensación de eficiencia, pero investigaciones de la Universidad de Stanford indican que esto puede reducir nuestra capacidad cognitiva y hacernos sentir más apurados, ya que nuestro cerebro no está realmente diseñado para hacer muchas tareas simultáneamente.

Sobrecarga de información: El constante bombardeo de información, ya sea por redes sociales, correos electrónicos o noticias, puede hacer que el cerebro se sienta abrumado y que el tiempo se perciba como más corto.

3. Expectativas culturales vs. realidad

El culto a la productividad: En muchas culturas, la productividad y el estar ocupado se han convertido en un estatus. Esta necesidad de estar constantemente haciendo algo puede hacer que sintamos que no tenemos suficiente tiempo para todo.

El equilibrio entre trabajo y vida personal: La tendencia de trabajar largas horas, sumada a las responsabilidades personales, puede hacer que el tiempo libre real se reduzca, intensificando la sensación de que el tiempo no alcanza.

4. Estrategias para «recuperar» el tiempo

Aunque no podemos controlar el paso del tiempo, podemos controlar nuestra percepción y cómo lo gestionamos.

  • Mindfulness y atención plena: Practicar la atención plena nos ayuda a vivir el momento presente, haciendo que cada instante cuente y percibamos el tiempo de forma más dilatada.
  • Desconexión digital: Limitar el tiempo frente a las pantallas y las redes sociales puede reducir la sobrecarga de información y permitirnos disfrutar más del tiempo real.
  • Rompe la rutina: Incorporar nuevas actividades o aprender algo nuevo puede hacer que el tiempo se sienta más largo al crear nuevos recuerdos.

La sensación de que el tiempo vuela es una combinación de factores biológicos, psicológicos y culturales.

Sin embargo, al entender las causas detrás de esta percepción y adoptar estrategias para vivir más en el presente, podemos «recuperar» algo de ese tiempo que sentimos que perdemos. Después de todo, el tiempo es un recurso finito y está en nuestras manos aprovecharlo al máximo.